CNT-Valencia organizará un homenaje al cenetista
Valentín González, asesinado por la policía hace ya 34 años en la huelga que
CNT convocó en el mercado de Abastos. Este acto consistirá en una concentración
y lectura de manifiesto en el antiguo Mercado de Abastos el 25 de junio, además
se realizará una exposición -del 24 al 28 de junio- con fotografías y recortes
de prensa originales de la época sobre los sucesos que se produjeron en aquella
huelga organizada por la CNT en Valencia.
Hace 34 años, la situación laboral de los trabajadores
del Mercado de Abastos de Valencia era bastante crítica. Nuestros compañeros,
llevaban varios meses exigiendo los salarios que la patronal les adeudaba y,
pese a que existía una orden del gobierno que obligaba a pagar esa deuda
salarial, seguían sin cobrar. Habiendo agotado todas las vías posibles para
solucionar el conflicto, los trabajadores de la “colla” de carga y descarga del
Mercado de Abastos -en su gran mayoría afiliados al Sindicato de Transportes de
CNT en Valencia- decidieron, como último recurso, convocar una huelga el 25 de
junio del año 1979.
Esa misma mañana, jornada de huelga, los trabajadores
reunidos en Asamblea tomaban acuerdos para evitar cualquier tipo de
enfrentamiento con la policía dejando claro a los trabajadores que podían
actuar con total normalidad, puesto que la convocatoria de huelga estaba
legalizada por el Sindicato. Mientras la huelga se desarrollaba de forma
pacífica y dentro de la normalidad, un piquete informativo se colocaba en la
entrada del mercado y otro grupo integrado por los más jóvenes se organizaban
en el interior. Fue precisamente entonces cuando aparecieron unos 50 agentes de
policía preguntando si la huelga estaba legalizada a lo que los trabajadores
respondieron afirmativamente presentando el escrito en el que se autorizaba la
convocatoria. La policía, sin importar el documento, ordenó desalojar el
mercado en tres minutos. Ante esta orden, los trabajadores decidieron refugiarse
en los vestuarios del mercado –situado en la misma puerta de acceso-. Uno de
los trabajadores de la “colla” allí refugiados, era un joven de 20 años llamado
Valentín González., el cual se encontraba junto a su padre, de 48 años de edad
-ambos eran afiliados de la CNT.
Al percatarse del lugar en que los trabajadores se
habían refugiado, la policía comenzó a lanzar botes de humo en el interior de
los vestuarios, consiguiendo que los trabajadores que se encontraban refugiados
tuvieran dificultades para respirar. Padre e hijo consiguieron escapar al
exterior pero un miembro de la policía que corría tras ellos logró alcanzar al
padre, propinándole varios golpes y provocando que el joven Valentín se
dirigiera en su auxilio. Fue entonces cuando, de repente, y desde solo
dos metros de distancia, otro policía disparó al joven compañero con una pelota
de goma. Valentín intentó aferrarse a una valla para mantenerse en pie, pero
recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo.
Los trabajadores, viendo a su compañero tendido en el
suelo, presenciaban como la tensión iba en aumento mientras la policía les
apuntaba con las metralletas para evitar que se acercaran. Valentín fue
trasladado urgentemente al hospital, donde ingresó cadáver por causa de una
hemorragia interna. Durante esa misma noche, los teléfonos de CNT- Valencia
sonaron sin pausa: numerosos trabajadores y periodistas se interesaban por los
sucesos ocurridos durante el día.
La Federación Local de CNT- Valencia acordó convocar
huelga general en toda la ciudad para el día siguiente. Acababan sumándose, en
solidaridad, la totalidad de las fuerzas sindicales de aquella época (CCOO,
UGT, USO, CSUT, SU, SLMM), así como muchos partidos de la Izquierda. Todos los
barrios y pueblos del área metropolitana fueron cubiertos con octavillas
informativas que relataban el asesinato, llamando a secundar la huelga.
La huelga se desarrolló con gran éxito desde primara
hora de la mañana: los trabajadores convocan asambleas en sus empresas, correos
no reparte correspondencia alguna y los centros comerciales se encuentran casi
desiertos. Los diarios de la prensa escrita reportaron la asistencia de unos
300.000 trabajadores gritando consignas de solidaridad, acompañando el coche
fúnebre. Las calles estaban abarrotadas, los viandantes levantaban el puño
mientras transcurría la marcha, numerosas personas lloraban y aplaudían
asomadas desde los balcones. Los trabajadores y trabajadoras de Valencia
despidieron al joven militante cenetista asesinado, mientras observan su
cadáver dirigiéndose al cementerio. El ataúd, cubierto por una bandera de la
CNT, fue transportado por sus compañeros desde el Mercado de Abastos hasta su
nicho.
Es de vital importancia para la lucha –presente y
futura- velar por que atroces asesinatos e injusticias como la cometida contra
nuestro compañero Valentín no caigan en el olvido. A pesar de haber
transcurrido ya 34 años desde el asesinato de Valentín a manos de la policía,
CNT – Valencia quiere recordarle desde el respeto y la militancia en su memoria.
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