domingo, 28 de febrero de 2016

ESTATUTOS DE LA FEDERACIÓN ANARQUISTA DE MÉXICO.



PRINCIPIOS ÉTICOS
1.- La Federación Anarquista de México (FAM) se declara anarquista, esto es, anti estatista, enemiga de todo tipo de gobierno instaurado o que pretenda instaurarse. La Federación se declara anti estatista porque toda la historia humana muestra que ahí donde ha habido gobierno, del tipo que sea, siempre han existido explotados y explotadores; gente que vive en la más amplia comodidad, y una mayoría de gente que trabaja sin descanso para mantener clases acomodadas e inservibles para la producción y organización de la sociedad. Sabemos que la existencia del Estado es una pesada carga para todos los pobres, que a cambio de mantener en la opulencia a un puñado de ricos, obtienen solo miseria, explotación, ignorancia y muerte para mayor bienestar de las clases acomodadas.
2.- En consecuencia la Federación Anarquista de México declara que conforme a sus ideas, el poder político no debe ser tomado y pensar que ello supondrá la conquista de la libertad. La Federación declara sin tapujos, que el objetivo de la revolución no es la conquista del poder político, sino su destrucción. No pretendemos solamente destruir y no construir algo. La Federación, inspirada por los principios del comunismo anarquista, lucha y alienta la toma de los medios de producción por los trabajadores; los campos, fábricas, talleres, escuelas, medios de comunicación y de transporte, así como los almacenes hoy detentados por la burguesía, han de ser socializados y puestos a disposición inmediata de los trabajadores que los sabrán poner en marcha. Los oficios inútiles de policía, militar, cura, monja, y toda la burocracia del Estado ha de ser eliminada. La Federación tiene como objetivo final una sociedad de productores y consumidores libres, organizados bajo los términos de la libre asociación y distribución equitativa. Eliminada la propiedad privada, y socializados los medios de producción y de consumo, la producción irá en sentido contrario al actual. En la actualidad se produce para satisfacer a un voraz capitalismo. En la sociedad anarquista comunista que propugna la FAM, se producirá pensando ante todo en la satisfacción de las necesidades del pueblo.
3. Consecuente con los dos puntos anteriores, la Federación Anarquista de México no admitirá en su seno a personas pertenecientes a ningún tipo de partido político, incluido aquí mismo los partidos políticos que, sin ser grandes (las llamadas “planillas ciudadanas”) aspiran también a un pedazo del pastel que los ricos se reparten, otorgando las migajas a los pobres. Pensamos que es incoherente hacer lo que hacen otros movimientos sociales, que mientras lanzan las más incendiarias diatribas al Estado y al capital, reciben de ellos los medios económicos o materiales para ejercer sus actividades. No es posible servir a dos causas a la vez. Si se sirve al Estado se está forzosamente en contra del pueblo; si se sirve al pueblo se está en contra de todo lo que significa gobierno, se es anarquista. La FAM prefiere su dignidad y sinceridad a la lucha por la libertad de todo el pueblo trabajador, a la indigna posición que le hace el juego al capitalismo y al Estado. La FAM, en consecuencia, no recibe ningún tipo de financiamiento proveniente del Estado, ni de institución alguna ligada al capital. 
4.- La FAM desea la eliminación de la propiedad privada. El capitalismo contemporáneo explota las más diversas fuerzas de trabajo (manual, intelectual, afectiva, comunicacional, etc.) y somete al dominio de la propiedad privada a bienes, saberes, afectos, cuerpos, información, y a la vida misma. En este contexto de barbarie, la FAM se propone subvertir el trabajo asalariado y enajenado, así como la propiedad privada y estatal, que en el mundo contemporáneo son algunos de los fundamentos económicos del capitalismo. La FAM se declara anticapitalista porque busca la libertad económica de l@s trabajadores atrapados en los grilletes del trabajo asalariado y enajenado. La libertad económica se logrará cuando la riqueza material e intangible sea propiedad común de tod@s l@s productores y el trabajo sea una actividad creativa autónoma y libremente asociada. El comunismo anarquista promulgado por la FAM pondrá a disposición de todo trabajador los medios necesarios para vivir y para producir.
5. La Federación Anarquista de México no reconoce fronteras nacionales. Reniega del nacionalismo porque divide a la humanidad y enfrenta a hermanos. Desea la Federación la destrucción de las fronteras, de las naciones y de toda barrera que divida a la especie humana. Desea la Federación la hermandad de todos los oprimidos por el Estado y el capitalismo sin importar su lugar de residencia. Por encima de las fronteras, la Federación extiende su solidaridad y apoyo mutuo a todos los explotados.
6. La Federación Anarquista de México aceptará en sus filas a todos los explotados y oprimidos del mundo trabajador, así como a estudiantes, amas de casa, desempleados, etc., que sufren las consecuencias del régimen estatal, capitalista y neoliberal, sin hacer exclusión de ninguno de ellos, ni tomando a ninguno de estos elementos como el principal en la lucha. Deseando la creación de una sociedad de hermanos liberados del capitalismo y del Estado, la FAM desea hacer de la lucha una semblanza de ese mundo nuevo que propugna, propagando la solidaridad y apoyo mutuo entre todos los componentes del mundo.
7.- La Federación Anarquista de México considera que la lucha por la emancipación del pueblo debe incluir, de manera implícita y explicita, la emancipación de la mujer de todo tipo de opresión. En consecuencia se declara antipatriarcal. No puede comprenderse la libertad si un solo miembro de la humanidad es esclavizado bajo cualquier manera. Por eso, la Federación Anarquista de México propugna la equidad entre mujer y hombre. No pretendiendo solo cambiar el rol del opresor, la Federación se manifiesta contraria a que en la lucha se privilegie a algún género, masculino o femenino, sino que ambos deben luchar juntos, comprendiendo que la opresión de la que todos somos víctimas, se debe ante todo al régimen de poder, opresión y explotación que se impone ante nosotros.
8.- La Federación se declara antiteista. Esto es, no partidaria de los movimientos de tipo religioso, aun cuando estos presenten tintes pseudo socialistas. Respetuosos de la libertad de las personas, la FAM desea la eliminación del culto religioso, que hoy por hoy es una de las mayores fuerzas económicas y políticas. Enemiga de la ciencia y del progreso, la religión ha de ser eliminada de manera que lo que hoy son iglesias propagadoras de la ignorancia, mañana sean escuelas donde se estudie y supere la mitología religiosa. La Federación desea que la religión sea sustituida por la ciencia. Que nuestras y nuestros niños crezcan educados por igual en una educación científica y no religiosa, real y no fantasiosa. Considera la federación que órganos oscurantistas que propagan la ignorancia y el alejamiento de los problemas actuales, son precisamente aquellos que mejor sirven a los fines de esclavitud que ejercen los gobiernos de todo el mundo.
PRINCIPIOS ÉTICOS O ÉTICA ANARQUISTA EN LA ORGANIZACIÓN FEDERADA:
9.- La Federación Anarquista de México se propone trabajar con base a la solidaridad, la fraternidad y la igualdad remarcando la responsabilidad y el compromiso siendo estos puntos parte esencial de la militancia libertaria. La Federación, al luchar por la eliminación de la autoridad, recomienda también una buena autodisciplina, que no sólo acabe con la tutela de los dirigentes, gobernantes o curas, sino que haga más funcional la lucha y el trabajo de los adherentes a la FAM.
10.- Se enfatiza promover la libertad individual y colectiva, donde el individuo no se imponga al colectivo ni el colectivo al individuo. La Federación es respetuosa de la libertad tanto individual y colectiva de cada persona u organización que trabaje dentro de la federación.
11.- Enfatizar en el consenso y la descentralización de las funciones en la organización federada, la horizontalidad. La FAM no es un organismo vertical, ni su existencia responde a aspiraciones dictatoriales que manden e impongan la voluntad de una persona o de un grupo de personas. Aspirando a la libertad, la practicamos en nuestra organización. En la FAM no hay líderes ni dirigentes, se practica la libertad y la solidaridad.
12.- Rotatividad: Sobre la rotatividad de las funciones de los delegados y comisionados. Es de 6 meses. La decisión sobre el nombramiento de cada uno de ellos o ellas es una cuestión de cada grupo federado y se hace en asamblea general de la FAM
13.- Revocabilidad en las funciones: esta se dará por monopolio de la información, por sobrepasar sus funciones en otras comisiones o funcionalidades de las que no fue delegado, o por incumplimiento o falto de interés (según el caso) en torno a los trabajos de las que fueran delegados por los grupos y personas federadas. La revocabilidad de los miembros o de la comisión entera puede darse en asamblea general por consenso de los asistentes de acuerdo y previa preparación de la asamblea para que ésta sea lo más nutrida posible.
14.- En la FAM se practica la solidaridad y la fraternidad, que están estrechamente ligadas a la idea de apoyo mutuo, donde se expresa la fraternidad y la confianza, ser solidarios con personas o grupos que necesiten nuestra ayuda, como ser solidarios entre nosotros.
15.- Reciprocidad en funciones, tareas o actividades: compromiso real de las personas y que es lo que van hacer. Cuando algún compañero se propone para realizar alguna labor organizativa dentro de la FAM, debe ser consciente de que se deposita en ella/el la confianza de la FAM para que cumpla con su labor, apelando al sentido de autodisciplina del que hablamos líneas arriba.
16.- Basarse en la crítica y la autocrítica siempre en pro de la construcción y solidificación del proceso, nunca en la destrucción. No consideramos ser poseedores de la verdad absoluta, por lo que es sumamente importante que constantemente veamos la manera en mejorar nuestro actuar. Nuestras finalidades no son cosas sencillas, pero hacia ellas debemos encaminar nuestros esfuerzos.
17.- La Federación Anarquista de México respeta de hecho la autonomía de cada organización o individuo que milite en la misma, pero ruega a la vez que éstos pongan todo su empeño en el trabajo organizador y militante que precisa la Federación. No pensamos que nuestros fines vayan a realizarse por algún tipo de fatalismo. Precisamos la voluntad activa de todos los militantes, respetando la libertad de cada uno, pero conjugando nuestros esfuerzos en pro de una labor y fines comunes.
Comprendiendo que la Federación Anarquista de México es una organización específica del anarquismo, es como se comprenderá el carácter de los principios éticos presentes.


miércoles, 24 de febrero de 2016

Breve historia del movimiento anarquista en Estados Unidos



En la elaboración de este pequeño libro han intervenido tantas personas, su génesis ha sido tan complicada, que, si el resultado obtenido no es lo óptimo que todos deseamos, muchos serán los que podrán hacernos responsables de su desengaño.
Sin embargo, séanos dado exponer las innúmeras dificultades con que hemos tropezado, la primera de las cuales es, evidentemente, la falta de archivos, de fuentes de consulta. Hemos tenido que dirigirnos a diestro y siniestro, buscando compañeros que, a base de recuerdos personales, pudieran ir reconstruyendo estas páginas de historia.
Además, en sus inicios, este libro no tenia que ser más que una biografía de Franck González. Pero pronto nos dimos cuenta de que no era posible escribir la biografía de ese compañero, sin abarcar la vida, las actividades de todo el movimiento anarquista en los Estados Unidos. Tampoco era posible situar a González solitario, en medio de un desierto. Había que mostrar las circunstancias en que su acción se desarrollara, explicar el clima, los antecedentes, incluso las influencias que lo formaron. ¿Y cómo describir todo esto, sin referirnos a Esteve, a los que con él constituyeron el grupo de «Cultura Obrera»? ¿Cómo, por otra parte, hablar de Esteve y de «Cultura Obrera», sin situar los antecedentes, sin explicar lo que encontró Esteve al llegar a América, ya de vivo, de cohesionado, de existente en los Estados Unidos? ¿Cómo hacer abstracción de los otros movimientos?
Hemos titulado este ensayo «Breve historia del movimiento anarquista en
Estados Unidos de América del Norte». Es más de un siglo lo que debe ser historiado. Y aún, desde luego, dejando múltiples lagunas; con omisiones lamentables, impuestas por la ausencia de datos, porque, faltados de fuentes, nuestra información solo puede llegar hasta donde llega la memoria y las bibliotecas de los compañeros que han colaborado con nosotros en esta obra, aportándonos su concurso. Ayuda preciosa han sido los archivos del compañero V. Muñoz, aunque incompletos.
Pero, si otro no tuviera, este libro tendrá el valor de ser lo primero que se ha escrito, en lengua española, sobre el esfuerzo realizado, en tierras norteamericanas, por la pléyade de luchadores que, desde diversas partes del mundo, en Estados Unidos se fincaron y constituyeron una colonia ideológica muy importante, formada por diversos grupos étnicos, sobre todo italianos, españoles e israelitas.
Su participación activa en las luchas obreras del país; su constante relación con los países de origen -en lo que se refiere a España el contacto fue permanente- la dinámica espiritual que fue el rasgo distintivo de estos hombres, muchos de los cuales ya no existen, les permitieron además constituir un auténtico vivero de anarquistas. La mayor parte de los que afluían a América eran emigrantes. Otra buena parte llegaron como marinos. La mayoría, al pisar tierra estadounidense, carecían de toda cultura social. No conocían ni las ideas ni ninguna organización. Y esta fue, ha sido y es todavía, aunque muy disminuida en eficacia, la gran obra de nuestros compañeros en Estados Unidos: atraer estas conciencias, formarlas, darles los conocimientos y las inquietudes que no tenían. En lo que a los españoles se refiere, muchos de ellos volvieron después a España, con una preparación militante que no tenían al abandonarla. Fueron la obra de la militancia anarquista de habla española en Estados Unidos que tanto ha contribuido a la vida internacional de nuestro movimiento. Al correr de la pluma recordamos los Olay, los Claro Sendon, los Estevez, los Baella y tanto otros más, sin contar los que, de Norteamérica, pasaron a América del Sur y allí se confundieron con los movimientos autóctonos.
Hora era ya de que todo esto fuera conocido, historiado, que toda esta labor perseverante y silenciosa recibiera, por lo menos, el premio del conocimiento.
He aquí las razones que explican este volumen y la finalidad que con él perseguimos; las razones por las que, de la simple biografía de un compañero muerto en Estados Unidos, pasa a ser la tentativa, no sabemos si feliz, de una cronología de la acción continuada de muchos hombres que, en el trabajo de la propaganda y de la solidaridad, de la divulgación de las ideas y de las luchas por una sociedad mejor, se han ido sucediendo sobre tierras americanas.
Es, sobre todo, un trabajo de equipo. Además, de Vladimiro Muñoz, de Federica Montseny y de Alberto Martin (alias José Marinero, alias Francisco López García) han facilitado datos inestimables otros compañeros, particularmente el incansable luchador y veterano compañero Marcelino García. De la documentación por él facilitada no hemos podido utilizar más que breves extractos, para no hacer excesivamente extenso este volumen. Otros compañeros han enviado detalles, fotos, recortes, cuanto les ha sido posible facilitar para que la obra pudiera realizarse.
Esta breve historia es, pues, el compendio de la labor efectuada por un conjunto de buenas voluntades.


                       http://kclibertaria.comyr.com/lpdf/l203.pdf



viernes, 19 de febrero de 2016

La resistencia está justificada,cuando el estado es totalitario con su pueblo



 "Solo existe un sentimiento mayor que el amor a la libertad, el odio al que te la quita"

martes, 16 de febrero de 2016

Octubre negro de París


17 de octubre de 1961. La Guerra en Algeria está en curso. En París, los algerianos salen a calle para protestar contra el toque de queda. El Frente de Liberación Nacional argelino (FLN), entonces el enemigo número uno del Estado francés, es el convocante de la manifestación. Los manifestantes son perseguidos, la atmósfera se carga de tensión y una manifestación pacífica termina en un baño de sangre.
Maurice Papon, a la sazón prefecto de París, es el responsable. Más de 11.000 argelinos fueron transportados en autobuses al Palais du Sport, donde originalmente tenía que celebrarse un concierto del cantante Ray Charles, e internados al aire libre. Papon --en su día un alto funcionario del régimen de Vichy que permitió la deportación de judíos de Burdeos– da la orden de abrir fuego a las unidades desplegadas de las Compagnies Républicaines de Sécurité (CRS). Unos 200 algerianos murieron, muchos de ellos fueron arrojados aún con vida desde el Pont Saint Michel al Sena. Los cadáveres flotaron durante semanas en el río.
El grueso de los medios de comunicación franceses minimizaron la masacre o la silenciaron por completo. Según la versión oficial, se produjeron choques entre la policía y unos cuantos criminales. "El origen de este drama se encuentra en el terrorismo islamista", se pudo leer el 19 de octubre de 1961 enLe Monde. Los rorativas de izquierdas expresaron su indignación, la escritora Marguerite Duras comparó en el France-Observateur del 9 de noviembre de 1961 los suburbios de Nanterre con el gueto de Varsovia, en alusión a la situación de los 180.000 algerianos que vivían en los grises bloques de viviendas de cemento de la periferia y con frecuencia trabajaban como empleados sin cualificación en la Renault.
La memoria de la masacre
Didier Daeninckx vivía en esta época en Seine-Saint-Denis, uno de los suburbios parisinos habitados por gente de la Cabilia. Las tensiones entre los inmigrantes y la policía están a la orden del día. En una ocasión –Didier tenía doce años– tuvo que ver como disparaban a una vecina, de la que todo el mundo en el barrio sabía que simpatizaba con el FLN. 20 años después tomó Daeninckx los sucesos del 17 de octubre de 1961 como base para una novela policíaca. En Meurtres pour mémoire, el profesor de instituto Roger Thiraud, un francés ejemplar con debilidad por el cine fantástico, es asesinado un día por las fuerzas especiales. Años después su hijo Bernard investiga la muerte de su padre y es igualmente asesinado en la calle a plena luz del día. Investigando el caso, el inspector Cadin se ve arrojado al lado más oscuro de la historia reciente. Del año 1961 regresa a la época de la ocupación alemana entre 1940 y 1944 y al campo de concentración de Drancy. "Olvídelo", le aconsejan sus colegas, "a nadie le interesa volver a ver determinados fantasmas." Pero el comisario sigue rebuscando en archivos, localiza a policías retirados y se reúne con convictos de la época de Vichy.
De los funcionarios que fueron acusados de los sucesos del 17 de octubre de 1961, ninguno fue depurado ni asumió responsabilidades. La amnistía aprobada poco después del final de la guerra de Algeria en 1962 impidió un nuevo proceso y expiación. No fue hasta 1981, con François Mitterrand como presidente socialista, que los hechos volvieron nuevamente y de repente a la palestra: testigos presenciales fueron entrevistados, las escenas de horror de aquella jornada reconstruidas para un film documental. En este clima aparecióMeurtres pour mémoire en 1984. Apenas hubo críticas, pero el libro fue leído y su historia consiguió abrirse paso. A través de esta bouche à l´oreille, profesores e historiadores se acercaron al infierno a orillas del Sena. La novela recibió varios galardones y su versión filmada se convirtió en el programa más visto de televisión en 1985.
Didier Daenickx se consideraría más tarde fundador de la nueva Roman noir, cuyos autores se arredran a la hora de abrir las heridas suturadas de la República –la colaboración con los nazis o los pesadillescos años de la Guerra de Algeria (1955-1962)–. A Daenickx le preguntaron en una ocasión si se veía a sí mismo como un ecrivain engagée (escritor comprometido), a lo que respondió: "no quería simplemente ser cómplice del silencio." Y citó a renglón seguido a Jean-Paul Sartre: "¿De qué sirve saber algo si no se dice?" Desde entonces cada vez más escritores y directores buscan explicaciones a la brutalidad descarnada de aquella noche de octubre en París. El austríaco Michael Haneke hizo que en su film Caché (con Juliette Binoche) el héroe se enfrentase a su infancia, en la que hizo quitarse de enmedio rápidamente a un joven algeriano. En el 2005 llegó a los cines Nuit noire 17 octobre 1961, una recreación documental de Alain Tasma, que se proyectó en festivales en los que fue premiada. Parece como si apenas se pudiera hablar sobre la Francia de hoy y sus conflictos internos sin ocuparse antes de este pasado: con el lado más oscuro de una República que pretende erigirse en paladín de los derechos humanos.
A mediados de los noventa la Band La Tordue se dio a conocer con la chanson"Paris, Oct. 61", cuya letra dice: "calles ensangrentadas, pero el orden es el orden. El Sena es hermoso, pero en el fondo descansa lo inhumano, lo olvidado, un baño de sangre. Los valientes policías persiguen a estas ratas de sucia sangre negra." Pero el mundo de la alta política se mostró reservado. En el 40° aniversario de la masacre, el 17 de octubre de 2001, Bertrand Delanoë, el alcalde socialista de París, descubrió una placa conmemorativa en el Pont Saint-Michel. La ceremonia que fue saboteada por la oposición conservadora en el ayuntamiento de París. Cuando en el 2002 el rapero Hamé, hijo de un emigrante algeriano, acusó al entonces ministro del Interior Nicolas Sarkozy de que su ministerio no había considerado nunca necesario conmemorar a los "hermanos" que fueron asesinados el 17 de octubre por la policía francesa ni castigar a los culpables, vio cómo se iniciaba un proceso de ocho años contra él. Sarkozy le demandó por difmación y amplió su cruzada contra otros raperos. Hamé fue finalmente juzgado inocente.
Una generación a la deriva
También ahora, medio siglo después de la masacre, Nicolas Sarkozy no puede articular ninguna palabra de arrepentimiento o disculpa. Como Presidente, él prefiere hablar más del glorioso papel de Francia en Libia que sobre un crimen contra patriotas algerianos. El 17 de octubre de 1961 no es ninguna fecha en el calendario francés. A Benjamin Stora, hsitoriador y profesor de orígenes algerianos, todo esto le resulta irritante. "Acordarse de ello es para los hijos de los manifestantes una manera de permanecer fieles a sus padres, los padres de la independencia... y a los ideales de la República." Libertad, igualdad, fraternidad: de todo ello parece la Francia de hoy muy alejada, opina Daenickx, que también trabajó como asistente social.
Razón no le falta. La situación de los beurs, los hijos de emigrantes norafricanos nacidos en Francia, es desoladora. El 40 por ciento de ellos carece de trabajo. "Una generación a la deriva", cree Daenickx, editor, entre otros, de la novela gráfica Octrobe Noir, que reconstruye el día a día de los inmigrantes en los bidonvilles, los tristes barrios de la periferia francesa de los años sesenta. Esta historia explica la trayectoria de Vincent, un joven cantante de rock que de hecho se llama Mohammed, que toca la tarde del 17 de octubre en el Varieté Olympia y poco después se ve arrojado al torrente de los manifestantes, viéndose de nuevo en el "París de la guerra" y perdiendo a su hermana en los sucesos. El dolor personal se mezcla con la tragedia política.
El director Jacques Panijel reconstruyó a finales de 1961 algunas escenas de esta sangrienta noche de octubre con actores aficionados para su documentalOctobre à Paris, situado en el contexto histórico de los crímenes de estado. Cuando se iba a proyectar el metraje en Cannes, la sala fue evacuada por la policía en el último minuto y las copias secuestradas. Sólo ahora, medio siglo después, podrá proyectarse esta obra por vez primera en París.
Maxi Leinkauf escribe para el semanario alemán Freitag.
Traducción para www.sinpermiso.info: Àngel Ferrero
Fuente:
Freitag, 23 de octubre de 2011


domingo, 14 de febrero de 2016

COMUNICADO DE LOS TITIRITEROS

En primer lugar queremos agradecer inmensamente todo el apoyo que hemos recibido, tanto de nuestros familiares y amigos, como de toda la gente que se ha organizado para ayudarnos de una u otra manera, tanto en la calle, como en los medios de comunicación, de manera individual y de manera colectiva. Nos llena de emoción y es lo que nos hace mantenernos fuertes. De verdad, gracias.
Queremos decir que estos días han supuesto una experiencia difícil; hemos sido detenidos y posteriormente encarcelados por realizar nuestro oficio, por representar la obra que, con tanta ilusión y trabajo, habíamos creado. Hemos sido difamados por algunos medios de comunicación mientras permanecíamos en prisión y ahora estamos sintiendo las heridas que han abierto en nuestros seres queridos.
Con nuestra obra no pretendíamos aleccionar a nadie y muchos menos a los niños y niñas, sino tan sólo contar una historia de ficción que por desgracia tiene muchas similitudes con la realidad que nos ha tocado vivir estos días. Nosotros no somos todo lo que cada títere pueda decir o le pueda ocurrir en cada escena. Es importante subrayar que la obra de títeres que representamos el pasado viernes era una sátira. Con ella pretendíamos reflexionar sobre algunas situaciones, a nuestro juicio injustas e inmorales, que se dan hoy en día en nuestra sociedad. Y lo queríamos hacer, además, recuperando a don Cristóbal, ese oscuro personaje tradicional que rondó los teatrillos populares de este país hasta que llegó la guerra civil, esa que acabó con muchas cosas, como con el propio don Cristóbal, o con la libertad de expresión.
Esa libertad de expresión que creíamos que era un derecho fundamental, la misma que permite decir las cosas que al de al lado no le gustan, o no le apetece oír, o incluso le horroriza escuchar. Porque la libertad de expresión no es el derecho de decir sólo lo que uno quiere escuchar. Quien la entienda así, en realidad no cree en ella.
No pretendíamos ofender a nadie con nuestro espectáculo y por eso advertimos al público antes de comenzar de que los personajes realizaban actos atroces y violentos. A las personas que decidieron quedarse y se sintieron ofendidas les pedimos disculpas pues esta nunca fue nuestra intención, como tampoco lo fue enaltecer el terrorismo, ni incitar a la violencia o al odio.
Tan solo nos queda destacar la preocupación que sentimos ahora. Que sentimos nosotros, Alfonso y Raúl, pero también todos y todas las que inventamos historias, las que les damos forma, y las que las interpretamos. La preocupación de que un día llegue don Cristóbal con su cachiporra y nos golpee, como hizo el otro día, porque no le gustó la función.
Alfonso y Raúl

sábado, 6 de febrero de 2016

La libertad de expresión, no es un delito, es un derecho.


Los integrantes de Títeres desde Abajo detenidos “por hacer apología del terrorismo”



La libertad de expresión es un derecho fundamental , señalado en el artículo 19.º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y dice así:: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."



COMUNICADO DE LA CNT-AIT DE GRANADA RESPECTO A LA DETENCIÓN DE LOS INTEGRANTES DE “TÍTERES DESDE ABAJO” POR SUPUESTO ENALTECIMIENTO DEL TERRORISMO

La carretera de la muerte



"Imaginaos 150.000 hombres, mujeres y niños que huyen en busca de refugio, temerosos del ejército nacionalista del general Queipo de Llano. No hay más que un camino. No hay más vía de escape. La ciudad que buscan es Almería, y hay que andar hasta allí cerca de 200 kilómetros (...) Tienen que caminar mujeres, ancianos y niños... tambaleándose, tropezando, abriéndose los pies en los pedernales polvorientos, mientras que los fascistas los bombardean sin piedad desde los aviones y los cañonean desde el mar".
El testimonio pertenece a la libreta de anotaciones de Norman Bethune, reputado cirujano pulmonar canadiense que acudió a la Guerra Civil española como voluntario del Socorro Rojo. Su testimonio escrito y las fotos de su ayudante, Hazen Size, es de lo poco se conserva de uno de los episodios más trágicos, y desconocidos, de la Guerra Civil: la llamada desbandá.
El 6 de febrero de 1937 las tropas del general Gonzalo Queipo de Llano llegaron a Málaga. La mayoría de los pueblos de la parte occidental de la provincia ya estaba en manos de Franco, y la única salida que quedaba para los milicianos republicanos, las mujeres, los niños y los ancianos era la ruta de la costa, un camino que hoy se recuerda como "la carretera de la muerte" (la actual N-340).
"Por tierra, mar y aire, las tropas franquistas, apoyadas por italianos y alemanes, atacaron a miles de civiles inocentes"
Por el norte de Málaga llegaban las tropas italianas; por el oeste, el ejército de Queipo de Llano; y por mar, los buques del bando franquista. "Por tierra, mar y aire, las tropas franquistas, apoyadas por italianos y alemanes, atacaron a miles de civiles inocentes", asegura la historiadora de la Universidad de Málaga, Encarna Barranquero, autora del libro Población y Guerra Civil en Málaga: Caída, éxodo y refugio.
Entre 100.000 y 150.000 personas salieron de Málaga hacia Almería por la ruta de la costa. Saber con precisión cuánta gente murió es imposible, aunque algunas fuentes hablan de entre 5.000 y 7.500 personas. Muchos cadáveres acabaron en fosas comunes o se los llevó el río Guadalfeo. "Sólo en la fosa común del cementerio de San Rafael de Málaga ya se han identificado a más de 4.300 víctimas", señala Andrés Fernández, arqueólogo y responsable científico de las investigaciones en el cementerio de San Rafael.
"Los niños llevaban solamente su pantalón y las niñas su vestido ancho, medio desnudos todos bajo el sol... Niños con los bracitos y las piernas enredados en trapos ensangrentados: niños sin zapatos, con los pies hinchados; niños que lloraban desesperados de dolor, de hambre, de cansancio... cuatro días perseguidos por los aviones de los bárbaros fascistas, y cuatro noches de caminar en grupo compacto hombres, mujeres, niños, mulas, burros y cabras, tratando de mantenerse juntas las familias, llamándose por el nombre propio, buscándose en las sombras", prosigue el relato de Bethune.
"Lo peor que una persona puede ver"
Una de esas niñas que caminaba junto a su familia es Natalia Montasaroa. Tenía 13 años aquel 7 de febrero de 1937. Hoy, 76 años después, recuerda para Público, con voz temblorosa, lo que vivió durante aquellos días.
"Salimos de Málaga el día 7 a las diez de la noche. Teníamos miedo porque oíamos a Queipo de Llano por la radio, que decía: 'Malagueños, maricones, ponedle pantalones a la luna'. La carretera estaba llena de gente. No se me olvidará nunca una mujer con un niño pequeño en brazos; habían disparado desde el barco un proyectil, y las piedras que saltaron le dieron a la mujer en la cara: ella quedó muerta con el niño en brazos, al que no le pasó nada...", recuerda Natalia, quien en 1937 tenía apenas 13 años.
La familia de Natalia, no obstante, no llegó nunca a Málaga. El ejército italiano los alcanzó antes. "La cuarta noche de travesía recuerdo que veíamos muchas luces detrás nuestra. Le pregunté a mi padre que qué era y me dijo que se trataría del alumbrado de alguna localidad. No era cierto. Se trataba de los tanques italianos. La gente se escondió en el monte. Desde los tanques disparaban con las ametralladoras a todo lo que se movía. Al día siguiente regresamos al camino, una mujer escondida en la cuneta había sido aplastada por los tanques. Ya no tenía sentido seguir adelante, los nacionales habían cortado la carretera de Motril", asegura.
No obstante, la peor parte del camino aún no había llegado para la familia de Natalia. A pesar de que ya no corrían el peligro de ser atacados por el ejército italiano, el camino de vuelta a casa dejó marcadas en su retina "lo peor que una persona puede ver".
"Por la carretera vimos muchos muertos: milicianos ahorcados; una familia entera (el padre miliciano, la madre y tres niños) con tiros en la cabeza; muchos prefirieron suicidarse y dar muerte a su familia antes de caer en manos de los nacionales. Cuando llegamos a Málaga a mucha gente la encerraron en un barco que había en el puerto, y a otros muchos los fusilaron", sentencia Natalia.
"Lo más cercano al infierno"
Salvador Guzmán, de 85 años, sí consiguió llegar a Almería con su familia. Su padre, José Guzmán, era el primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Coín (Málaga), gobernado por una coalición de PCE y PSOE. Su huida arrancó la madrugada del 7 de febrero. En un coche, "similar al Renault 4-L de los 60", la familia del alcalde de la ciudad y la suya emprendieron un largo camino con destino en Almería. En total, diez personas en un coche de 1937.
"Lo primero que se queda en mi retina sucedió nada más salir de Málaga. En un cruce, vi como un hombre le pegó un tiro en la sien a sus dos hijas, después a su mujer y, por último, a él mismo. Fueron los primeros muertos que vi en mi vida pero, desgraciadamente, no fueron los últimos", recuerda para Público Salvador, que asegura que a lo largo de su travesía su vehículo fue objeto de los disparos de los buques del bando franquista el Cervera y el Canarias.
"Los primeros misiles los tiraron a nuestro coche porque pensarían que éramos tropa. Aquello era lo más cercano al infierno que he visto nunca. Conseguimos refugiarnos en un corte de la carretera. Entonces, vimos a unos paisanos de Coín que también huían. Les dijimos que no pasaran, pero no nos hicieron caso. Vimos como su coche reventaba en cientos de pedazos", asegura Salvador.
“Vimos como abrieron las compuertas de un pantano llevándose a muchísima gente por delante”, recuerda un superviviente
Cuatro días después, la familia de Salvador consiguió llegar a Almería. Por el camino quedaron cientos de víctimas. "Vimos como abrieron las compuertas de un pantano llevándose a muchísima gente por delante entre gritos de desesperación de sus familiares", recuerda. La llegada a la capital almeriense, no obstante, no puso fin al peligro.
La aviación italiana estaba esperando a los fugitivos. "Los aviones italianos vinieron todas las noches. Bombardeaban el centro de la ciudad donde había miles de refugiados", relata Salvador, que se encontraba refugiada en la casa de unos amigos de la familia. Las noches de bombardeos sobre la capital de Almería serían los últimos que la familia de Salvador pasara unida. Terminada la guerra su padre fue detenido, humillado públicamente y encarcelado. En 1947, fue fusilado.
El bombardeo sobre Almería fue recogido por el doctor canadiense, quien llegó a la ciudad tras cuatro días trasladando enfermos desde Málaga a la ciudad almeriense. "Cuando aquellas 50.000 personas exangües habían llegado al sitio que creían un abrigo seguro, los aeroplanos fascistas, alemanes e italianos, desataron sobre la población un nutrido bombardeo... arrojaron diez bombas en el centro mismo de la ciudad, en la calle principal de Almería, donde, amontonados en el pavimento, dormían exhaustos los refugiados. La calle parecía un degolladero, con los muertos y los agonizantes, alumbrado por las llamas de los edificios que ardían", escribe Norman Bethune en su cuaderno.
“Su único crimen había sido el de votar por un Gobierno del pueblo”, sentencia el doctor Bethune
La dureza de la imagen y la crueldad del destino de los republicanos que huyeron de Málaga llevó a a Bethune, a los supervivientes y a los historiadores contactados por este diario a pensar que la operación de los ejércitos del bando franquista se trataba de un plan organizado de exterminio. "¿Qué crimen habían cometido estos hombres de la ciudad para ser asesinados de modo tan sangriento?", se pregunta Bethune en la conclusión de sus escritos. "Su único crimen había sido el de votar por un Gobierno del pueblo; moderado paliativo contra la carga aplastante de siglos de codicia del capitalismo", concluye.