Miembros de grupos neonazis se han afiliado a sindicatos de izquierda para conseguir llegar a los trabajadores y, en tiempos de crisis económica, inculcarles su discurso en contra de la inmigración y de que son los extranjeros quienes quitan el trabajo a los nacionales. Este mensaje está también presente en sus convocatorias de manifestaciones y en sus lemas, con continuas alusiones al movimiento obrero, que pretenden hacer suyo.
A modo de ejemplo, el sindicato de izquierdas Confederación General del Trabajo (CGT) ha albergado entre sus propias filas a miembros de la extrema derecha, entre los que se encuentra Juan Antonio Aguilar, destacado dirigente ultra que, antes de pertenecer a CGT, estuvo afiliado a CCOO.
Los infiltrados pueden acceder a información de futuras víctimas Aguilar ha sido presidente durante más de un año del comité de empresa de la compañía de informática Tecnocom, en Madrid. Recientemente fue a testificar al juicio que condenó a la red neonazi Blood and Honour y fue secretario general de Movimiento Social Republicano (MSR), partido de extrema derecha que promueve la xenofobia. ¿Por qué querría estar un ultraderechista en un sindicato de izquierdas? "Para controlar información de sus víctimas, tener poder y acceso a trabajadores a los que piensa que puede convencer con sus argumentos racistas y a favor de los españoles", señalan afiliados a CGT, que prefieren permanecer en el anonimato.
Algunos miembros del sindicato ya denunciaron en marzo pasado los hechos a varios miembros de la sección sindical de CGT en Tecnocom, pero la respuesta que recibieron por correo electrónico fue la siguiente: "Desde que le conocemos, el comportamiento de Juan Antonio, cuando formaba parte de CCOO y ahora que ha pasado a nuestras filas, siempre ha sido el mismo: coherencia en la defensa de los derechos de los compañeros y siempre intentando implicar a los mismos en su defensa. Es más, siempre ha trabajado por encima de la media del resto de representantes".
Los afiliados advirtieron también que al menos otros tres sindicalistas eran asimismo neonazis, pero CGT no emprendió durante meses ninguna acción contra ellos.
Los ultras pretenden, con la crisis, difundir sus tesis racista Sin embargo, no ha sido hasta ayer cuando, tras una llamada recibida por este diario, el sindicato no ha enviado un comunicado interno a sus miembros en el que asegura que "detectada la presencia de personas de ideología neonazi como afiliadas en una sección digital de CGT, la organización ha puesto en marcha sus procedimientos estatutarios y ya han dejado de pertenecer al sindicato de forma fulminante".
"Este tipo de personas"
El comunicado señala que si se vuelve a detectar una infiltración en sus filas "de este tipo de personas", se pondrán en marcha los mismos procedimientos y se producirán nuevas expulsiones. "CGT como organización anarcosindicalista mantiene un compromiso permanente de lucha contra el fascismo, el nazismo, la xenofobia, el racismo y todo tipo de ideologías totalitarias", sostiene la nota.
El caso de Juan Antonio Aguilar fue fácil de detectar porque su nombre, dentro de los movimientos sociales, es conocido. "De él hay información de sobra en internet. Pero seguro que hay otros muchos neonazis infiltrados, quizás menos conocidos, y que no podemos controlar", señalaron varios afiliados al sindicato afectado.
Otro neonazi que ha pertenecido a CGT es Juan Antonio Llopart, actual secretario de Movimiento Social Revolucionario y que no tiene ningún reparo en contarlo en su propio blog. En un apartado llamado "Me presento...", el propio Llopart escribe: "Trabajé de administrativo, comercial, encargado de almacén e incluso llegué a crear una empresa mayorista de CD. Estuve afiliado a FNT (Fuerza Nacional del Trabajo, sindicato de Fuerza Nueva) y a la CGT-metal". Llopartfue condenado en 2009 por apología del genocidio nazi y por distribuir libros sobre Adolf Hitler.
Los neonazis no han contactado sólo con CGT. En 2009, miembros del Movimiento Social Republicano fueron invitados por afiliados de CCOO a participar en una protesta de trabajadores de la empresa de seguridad Prosegur.
http://m.publico.es/331567
A modo de ejemplo, el sindicato de izquierdas Confederación General del Trabajo (CGT) ha albergado entre sus propias filas a miembros de la extrema derecha, entre los que se encuentra Juan Antonio Aguilar, destacado dirigente ultra que, antes de pertenecer a CGT, estuvo afiliado a CCOO.
Los infiltrados pueden acceder a información de futuras víctimas Aguilar ha sido presidente durante más de un año del comité de empresa de la compañía de informática Tecnocom, en Madrid. Recientemente fue a testificar al juicio que condenó a la red neonazi Blood and Honour y fue secretario general de Movimiento Social Republicano (MSR), partido de extrema derecha que promueve la xenofobia. ¿Por qué querría estar un ultraderechista en un sindicato de izquierdas? "Para controlar información de sus víctimas, tener poder y acceso a trabajadores a los que piensa que puede convencer con sus argumentos racistas y a favor de los españoles", señalan afiliados a CGT, que prefieren permanecer en el anonimato.
Algunos miembros del sindicato ya denunciaron en marzo pasado los hechos a varios miembros de la sección sindical de CGT en Tecnocom, pero la respuesta que recibieron por correo electrónico fue la siguiente: "Desde que le conocemos, el comportamiento de Juan Antonio, cuando formaba parte de CCOO y ahora que ha pasado a nuestras filas, siempre ha sido el mismo: coherencia en la defensa de los derechos de los compañeros y siempre intentando implicar a los mismos en su defensa. Es más, siempre ha trabajado por encima de la media del resto de representantes".
Los afiliados advirtieron también que al menos otros tres sindicalistas eran asimismo neonazis, pero CGT no emprendió durante meses ninguna acción contra ellos.
Los ultras pretenden, con la crisis, difundir sus tesis racista Sin embargo, no ha sido hasta ayer cuando, tras una llamada recibida por este diario, el sindicato no ha enviado un comunicado interno a sus miembros en el que asegura que "detectada la presencia de personas de ideología neonazi como afiliadas en una sección digital de CGT, la organización ha puesto en marcha sus procedimientos estatutarios y ya han dejado de pertenecer al sindicato de forma fulminante".
"Este tipo de personas"
El comunicado señala que si se vuelve a detectar una infiltración en sus filas "de este tipo de personas", se pondrán en marcha los mismos procedimientos y se producirán nuevas expulsiones. "CGT como organización anarcosindicalista mantiene un compromiso permanente de lucha contra el fascismo, el nazismo, la xenofobia, el racismo y todo tipo de ideologías totalitarias", sostiene la nota.
El caso de Juan Antonio Aguilar fue fácil de detectar porque su nombre, dentro de los movimientos sociales, es conocido. "De él hay información de sobra en internet. Pero seguro que hay otros muchos neonazis infiltrados, quizás menos conocidos, y que no podemos controlar", señalaron varios afiliados al sindicato afectado.
Otro neonazi que ha pertenecido a CGT es Juan Antonio Llopart, actual secretario de Movimiento Social Revolucionario y que no tiene ningún reparo en contarlo en su propio blog. En un apartado llamado "Me presento...", el propio Llopart escribe: "Trabajé de administrativo, comercial, encargado de almacén e incluso llegué a crear una empresa mayorista de CD. Estuve afiliado a FNT (Fuerza Nacional del Trabajo, sindicato de Fuerza Nueva) y a la CGT-metal". Llopartfue condenado en 2009 por apología del genocidio nazi y por distribuir libros sobre Adolf Hitler.
Los neonazis no han contactado sólo con CGT. En 2009, miembros del Movimiento Social Republicano fueron invitados por afiliados de CCOO a participar en una protesta de trabajadores de la empresa de seguridad Prosegur.
http://m.publico.es/331567
No hay comentarios:
Publicar un comentario