lunes, 19 de noviembre de 2012

José Buenaventura Durruti


Ya en 1931, una pluma nada sospechosa de simpatía hacia el anarquismo, Ilya Ehremburg, escribía sobre él: «Era un obrero metalúrgico que había luchado en las barricadas. Luego, asaltado bancos, arrojado bombas y secuestrado jueces. Antes había sido condenado a muerte tres veces: en España, en Chile, en Argentina. Ha pasado por innumerables cárceles y ha sido expulsado de ocho países. Ningún escritor se propondría narrar la historia de su vida: ésta se parece demasiado a una novela de aventuras».
Nació en León en 1896, su padre le llevó siendo todavía muy joven a trabajar de aprendíz de mecánico con Melchor Mártinez, un socialista destacado de su ciudad natal que aseguró a su padre que haría de él un buen mecánico, “pero también un buen socialista”. En 1912, Durruti ingresó en la UGT, pero no tardaría en sentirse incómodo ante la moderación de la socialdemocracia. Después de abandonar el taller, trabajó como montador de lavaderos de carbón y pronto se vió envuelto en la lucha de unos mineros que pugnaban por expulsar a un ingeniero antiobrero. Entre todos lograron echarlo. Durante la huelga general de 1917, Durruti desplegó una intensa actividad, contribuyendo a la quema de locomotoras y al levantamiento del tendido de las vías de los trenes lo que conllevó el despido de la empresa, así como a ser buscado por la guardia civil que lo tenía fichado. También fué expulsado de la UGT, por su radicalismo.
Después de ingresar de la CNT, Durruti huyó a Francia, para volver a efectuar diferentes misiones de agitación hasta que fué detenido por la guardia civil y trasladado a San Sebastián, sometido a un Consejo de Guerra y encarcelado, pero logró evadirse. En 1920 se encuentra en Barcelona. Por aquella época organiza el grupo llamado «los justicieros», cuyo terreno de acción se repartía entre Aragón y Guipúzcoa. Una de las misiones que se plantearon fue la ejecución de Alfonso XIII que debía de asistir a la inauguración del Gran Kursaal de San Sebastián, pero el intento fracasó por una denuncia. En 1921 pasa por Andalucía trabajando en una campaña de propaganda anarquista. El 9 de marzo, un día después del asesinato de 
Eduardo Dato, fué detenido en Madrid, pero logró engañar a la policía y escapar a Barcelona; se ignora su grado de participación en el atentado.

Con el mismo grupo que se llamará también «Crisol» organiza una respuesta a la violencia gangsteril de la patronal catalana. En esta pequeña guerra civil de clases, el grupo se cohesiona con militantes que serán futuros cuadros cenetistas: Francisco Ascaso, Juan García Oliver, Miguel García Vivancos, Ricardo Sanz, etc. El acto más célebre perpetrado por el grupo será el atentado contra el reaccionario Cardenal-arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevila, que según Pío Baroja:
«conferenciaba en Reus con los jefes de la patronal de Barcelona y les daba consejos para atacar a la organización sindicalista obrera». Otro acto espectacular fué el atraco a mano armada del Banco de España de Gijón, Durruti logró huír y días más tarde liberar a su compañero Ascaso que se encontraba en prisión. Con éste se marcha a Francia, donde ambos organizaron con otros anarquistas «La Editorial Anarquista Internacional».
Poco antes de concluír 1924, los dos embarcaron hacia Latinoamérica. Sus actividades revolucionarias les llevaron a Cuba, donde ejecutaron a un patrón particularmente odiado, luego a México, Uruguay, Chile, Perú, Argentina. En una ocasión, necesitados de seis millones de pesetas para conseguir la libertad de 126 anarquistas, inician una serie de asaltos a casas bancarias que comienza en España, con el Banco de Cataluña, siguen en México y luego por los países del Pacífico, asientan sus bases en Chile, donde obtuvieron un buen botín, llegan a la Argentina, donde asaltan el Banco de San Martin, cruzan el Río de la Plata, llegan a Montevideo donde realizan otros asaltos con éxito.En sus actuaciones siempre había un trasfondo idealista y antiburgués, su violencia nunca fué gratuíta.
De regreso a Europa, al poco tiempo se encontraban en París donde conoció a Majno, que le causó una honda impresión. De nuevo trató inútilmente de asesinar a Alfonso XIII. Fueron detenidos por la policía francesa y una multitud de gobiernos, empezando naturalmente por el de Primo de Rivera, exigieron su extradición. No obstante, una importante campaña de solidaridad lo impidió, y en 1927 consiguió un indulto. Durruti por entonces tenía una compañera, Emilienne Morin, que no le abandonará nunca y con la que tendrá una hija.
Durruti se afilió a la FAI y se convirtió en su militante de base —siempre rechazó los cargos—. En los primeros años de la II República, fué uno de los inspiradores de la línea llamada de la «gimnasia revolucionaria» que lo llevaron a actuar en diversas insurrecciones locales en Cataluña hasta que fué detenido por los acontecimientos revolucionarios del Alto Llobregat y deportado a la Guinea llamada española, pero no fueron aceptados por el gobernador y se quedaron en Fuerteventura (Canarias). Fué liberado inmediatamente, y se dedicó a preparar una insurrección para principios de 1933, cuyo acto más conocido sería el de Casas Viejas. El fracaso hizo mella en su ánimo, consideró que «las condiciones no estaban maduras, aunque también es cierto que estamos atravesando un período revolucionario y no podemos permitir a la burguesía que domine la situación haciéndose fuerte desde el Estado». Su finalidad no era una revolución encabezada «por una minoría que después impondrá su dictadura al pueblo», y veía «el sistema capitalista y estatal, herido de muerte tras el levantamiento de los mineros del Alto Llobregat».
Continúa sus actividades hasta que es nuevamente detenido cuando formaba parte del Comité Nacional Revolucionario que preparaba un alzamiento -ajeno a la Huelga General que preparó la Alianza Obrera-, contra el gobierno radical-cedista. Liberado en víspera de las jornadas de julio de 1936 aboga por la unidad revolucionaria contra el fascismo. Durante estas jornadas, Durruti fué uno de los que animarpn la ocupación del cuartel de Atarazanas, y también uno de los del "petit comité" que se negó a asumir las responsabilidades de un poder revolucionario y apoyó la entrega de las riendas del gobierno catalán a Companys, contra el que había luchado en tantas ocasiones.
Forma parte del Comité Central de las Milicias Antifascistas y crea la legendaria «Columna Durruti» al frente de la cual asume tareas militares marchando hacia el Frente de Aragón, y más tarde, al de Madrid. Allí se distingue por su arrojo hasta que muere en condiciones dudosas. Su muerte es uno de los grandes enigmas de la guerra civil. Las hipótesis van desde el torpe accidente hasta un atentado estalinista, pasando por una traición dentro de sus propias filas, o una bala perdida de los fascistas. En este cuadro se inserta una polémica sobre la naturaleza de sus posiciones políticas. Para unos, Durruti se había plegado a las posiciones de la dirección de la CNT-FAI y había proclamado que había que renunciar a todo —la revolución menos a la a victoria —militar—; mientras que para otros, que se apoyan en sus declaraciones al periodista Van Passen del Star, de Toronto. En estas, Durruti sigue fiel a sus posiciones habituales, se pronuncia radicalmente desconfiado de la ayuda exterior —potencias democráticas, URSS— y del propio gobierno republicano «que podría necesitar estas fuerzas rebeldes para aplastar el movimiento de los trabajadores». Preconiza la revolución y afirma: 
«…Somos nosotros los que hemos construido estos palacios y estas ciudades aquí en España y en América y en todas partes. Nosotros, los trabajadores, podemos construir otras en su lugar y mejores. No nos asustan las ruínas. Vamos a heredar la tierra, no nos cabe la menor duda. Que la burguesía haga trizas y arruíne su propio mundo antes de abandonar la escena de la Historia. Nosotros llevamos un mundo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en estos instantes». 
Su entierro, celebrado en Barcelona, reunió a una impresionante multitud, se dice que es el entierro mas multitudinario que se ha visto en la ciudad condal, calculándose que acudiero más de millón y medio de personas. Su leyenda de gigante ha ido creciendo como una bola de nieve.
-Entre sus biografías, la más conocida es la de Abel Paz quién también será coautor del guión de la vibrante película documentalDurruti en la revolución española (Paco Ríos, 1998). 
-Otro film documental, Buenaventura Durruti, anarquista, fue dirigido por Jean Louis Comolli, y contó con la colaboración de Albert Boadella y Els Joglars.
-Durruti también será evocado en Libertarias (1996), de Vicente Aranda.
-También destaca el "collage" escrito por el ensayista germano Hans Magnus Enzensberger, El corto verano de la anarquía (Anagrama, Barcelona, 1998), sobre la que Pasolini escribiría que «Enzensberger ha dado una extraordinaria lección a los historiadores profesionales: ha inaugurado, 
nada menos, un método nuevo, ¡Vaya con el collage! La Historia sólo puede ser entendida si es interrogada desinteresadamente». 
-Joan Llarch escribió La muerte de Durruti (Plaza&Janés, 1979).
-Edmundo Marculata efectuó una edición propia de su inquisitiva Las seis muertes de 
Durruti 
(Barcelona, 1984).
-También Miquel Amorós le dedica un estudio historiográfico, centrado en las encrucijadas en las que Durruti, y en definitiva todos los libertarios, se vieron envueltos durante la Guerra Civil en Durruti en el laberinto(Muturreko burutazioak,2006).
-La novela policíaca "El hombre que mató a Durruti", de Pedro Paz, es también muy recomendable.

http://afilandonuestrasvidas.blogspot.com.es/2011/11/buenaventura-durruti.html

¡Siempre presente!


viernes, 16 de noviembre de 2012

Descarga gratuita del libro “Anarquismo básico”



La FAL pone, de manera gratuita, a disposición de internautas, activistas sociales y lectores en general, el libro “Anarquismo básico”. Para descargar el PDF del libro, pichar aquí:http://fal.cnt.es/sites/all/documentos/A_Basico.pdf
Prólogo de la edición de 2010:
La Fundación de estudios libertarios Anselmo Lorenzo es un órgano de la CNT, dedicado al ámbito cultural. Sus motivaciones principales se centran en:
-Ser el archivo histórico de la CNT y centro de documentación libertario, contando, además, con una importante biblioteca, fondos audiovisuales, prensa histórica, etc.
-La difusión cultural libertaria, atendiendo a la edición y distribución de libros, montaje de exposiciones, participación en conferencias y otros encuentros, etc.
Desde esta segunda faceta se publican diversas obras sobre la historia, el estudio y la actualidad del anarquismo y las ideas libertarias.
Aquí surge la reedición de este “Anarquismo básico” que revisa, actualiza y amplia los contenidos de la anterior obra, cuya primera edición fue publicada hace ya doce años. Se presenta en estas líneas un texto que ha de ser tomado como punto de partida en el conocimiento de las ideas anarquistas, un acercamiento a éstas, nunca como un compendio definitivo.
http://fal.cnt.es/?q=node/35173

domingo, 11 de noviembre de 2012

Un polémico episodio de la Guerra Civil «Amor Nuño no fue un asesino»


«Amor Nuño no fue un asesino», proclama la familia del cudillerense culpado de Paracuellos
Carmen Águeda García, sobrina de la mujer del anarquista asturiano, asegura que «salvó a muchos que luego declararon a su favor, por lo que estuvo a punto de ser indultado» 
Oviedo, L. Á. VEGA
«Amor Nuño no fue un asesino, fue una persona idealista y honrada, que durante la Guerra Civil no se aprovechó de su puesto para obtener ventajas para él y su familia», asegura Carmen Águeda García, sobrina y ahijada de la mujer del anarquista cudillerense, al que el escritor y periodista Jorge Martínez Reverte atribuye un papel esencial en la matanza de Paracuellos, perpetrada en noviembre y diciembre de 1936.
Águeda afirma que investigadores como Jesús Salgado, de la Universidad de Santiago, han demostrado que Nuño no pudo intervenir en la decisión de las sacas de presos. «Salvó a muchos durante la guerra. Los escondía en el número 41 de la calle O'Donnell de Madrid. Después de la guerra declararon a su favor y estuvo a punto de ser indultado, pero al final se lo cargaron el 17 de julio de 1940», explica esta mujer, que vive a caballo entre la localidad abulense de Cebreros y Madrid, junto a su madre, que tenía 11 años cuando el anarquista cudillerense fue ejecutado.
La visión que tiene la familia de Amor Nuño del papel del asturiano en la guerra difiere diametralmente del retrato que hacen de él Martínez Reverte en «La defensa de Madrid» o Paul Preston en «El holocausto español», donde se le muestra como un partidario a ultranza de los «paseos» o ejecuciones extrajudiciales. «No era partidario de esas prácticas. En cuanto se enteraba de que iba a haber uno, acudía rápidamente para evitarlo. Un cura al que salvó, a él no lo pudo salvar luego», sostiene Águeda.
Y también resaltan la entereza y el «increíble valor» con que encaró la muerte. «Escribió varias cartas, cuyos originales están ahora en Cudillero, llenas de dulzura y amor por su mujer, María Asunción Maestre, y en las que se muestra consciente del fin que le espera», asegura la familiar del anarquista.
Asunción Maestre murió con 59 años. Ella y Amor Nuño nunca tuvieron hijos. Cuando lo fusilaron, la mujer del anarquista y su madre, Carolina Pérez, «Carola», reclamaron el cuerpo. «Está enterrado en el cementerio de la Almudena, en una tumba individual, no en una fosa común», añade Águeda.
Carolina Pérez vivió en Brasil y cuando llegó la democracia regresó a España, donde residió en Cudillero junto a una hermana, hasta que murió, casi centenaria a principios de los años noventa. Carmen Águeda recuerda cómo al filo de 1980 acudió con la madre de Nuño -«una mujer luchadora, muy activa», según señala- a los archivos para reclamar una pensión. «Nos dejaron en una habitación llena de expedientes para que lo encontrásemos. Tuvimos suerte y no tardamos mucho. Los muy sinvergüenzas indicaban en el expediente que estaba prófugo, cuando lo habían fusilado cuarenta años atrás», relata.
La madre de esta mujer mantiene muy nítida la imagen de Amor Nuño, aunque era apenas una niña cuando le mataron. «Vivieron mucho tiempo juntos en la calle O'Donnell de Madrid, y me dice que era una persona muy honrada, que no se traía nada para casa, ni siquiera se apropió de una galleta», asegura.
Martínez Reverte sacó a la luz un documento fechado el 8 de noviembre de 1936, un acta de la ejecutiva de la CNT, en la que Amor Nuño daba cuenta del acuerdo alcanzado el día anterior con la «cúpula de JSU» en la Junta de Defensa de Madrid, esto es, el gijonés Santiago Carrillo, consejero de Orden Público, y su segundo, José Cazorla, por el que se dividía a los presos derechistas del Madrid de aquellos días, en riesgo de caer en manos de las tropas de Varela, en tres categorías: los peligrosos, a los que había que ejecutar de inmediato, «salvando las responsabilidades» de quienes lo hiciesen; los menos peligrosos, que debían ser encerrados a retaguardia, y los inocentes, a los que había que liberar para mejorar la imagen de la República.
Para el investigador Jesús Salgado, es imposible que Amor Nuño tuviese que ver con la decisión de fusilar a los presos, en primer lugar porque cuando se produjeron las primeras sacas, en la madrugada del 7 de noviembre, los anarquistas aún no formaban parte de la Junta de Defensa. El acuerdo al que alude Martínez Reverte se produjo en la tarde del 7 de noviembre, horas después de que se produjesen los primeros fusilamientos, en la mañana de esa misma jornada.
Pero es que Salgado niega que Amor Nuño estuviese en la citada reunión del Comité Nacional de la CNT. Sí aparece en el acta el nombre de Enrique García, suplente de Nuño en la Junta de Defensa, donde desempeñaba la Consejería de Industrias de Guerra. El investigador niega incluso que se hubiese producido el pacto secreto. A la hora en que supuestamente se produjo la reunión, Carrillo estaba en una entrevista con el diplomático Félix Schlayer, uno de los primeros en descubrir y divulgar las matanzas, y Amor Nuño en una reunión con Gregorio Gallego, otro libertario. Y va más allá. Sostiene que el acta de la CNT no da cuenta de un encuentro secreto, sino de la segunda reunión de la Junta de Defensa de Madrid, en la noche del 7 al 8 de noviembre, de lo cual se desprende que tanto Miaja como Carrillo participaron en la decisión de fusilar a los presos derechistas «más peligrosos».
Salgado también ha negado que Amor Nuño fuese expulsado de sus cargos de la CNT, como sostiene Reverte, y le coloca en Barcelona, detenido durante las Jornadas de Mayo en las que fueron aplastados los anarquistas.

(Respuesta del Secretariado Permanente de CNT-AIT.
"A río revuelto": Paracuellos
Escrito originalmente para El País y no publicado por su extensión).
El 5 de noviembre pasado el escritor J. Martínez Reverte escribía en el diario El País un artículo claramente tendencioso (y extracto de su libro “novelado” La Batalla de Madrid) sobre una de las pocas matanzas sistemáticas, frías y calculadas ocurridas en la zona republicana durante la Guerra Civil (semejante a las que se venían repitiendo por centenares en la zona fascista, desde el mismo día en que se inaugura la violencia con el golpe de estado del 17 de julio en el Marruecos español), que segó la vida fundamentalmente a militares sublevados que se encontraban presos en un Madrid sitiado y bombardeado salvajemente por las tropas de Franco, y en prisiones que se situaban a pocos kilómetros, casi metros, del frente de guerra.
La matanza fue muy criticada por autoridades y periódicos republicanos de la época (algo que en ningún caso ocurría en la zona controlada por los sublevados, donde las máximas autoridades dirigían, promovían y bendecían la violencia) y supuso una quiebra importante de la imagen de la República frente a la opinión pública extranjera, y un símbolo franquista insistente de los desmanes de “las hordas marxistas” desde la misma “finalización” de la guerra, recuperando la memoria de las víctimas con la exhumación de los restos, la construcción de un cementerio con una inmensa cruz para dignificarlos y la compensación económica y moral, con ceremonias públicas y prebendas de todo tipo, a los familiares.
Ciertas autoridades republicanas, y sobre todo los mandos del Partido Comunista, no tuvieron entonces ningún argumento para responsabilizar de estos hechos “nada descontrolados” a los “descontrolados” libertarios, como poco después comenzarán a hacer de manera mecánica y habitual, primeramente al Consejo de Aragón (justificando así la represión republicana hacia la CNT y el POUM), y después de finalizada la guerra a los libertarios en general señalándolos como responsables de todos los males habidos en la zona republicana.
Sin embargo, de los estudios de historiadores como Julián Casanova y José Luis Ledesma se deduce que la represión en la zona republicana fue responsabilidad de todos los partidos y organizaciones, no siendo mayor la que se llevó a cabo desde los ambientes libertarios, “mito” interesadamente generalizado para explicar la violencia en zona republicana a cargo de “descontrolados anarquistas” que no responde a criterios objetivos de investigación. Estos autores señalan que las cifras de la violencia más o menos protagonizada por los libertarios en todo Aragón es similar a la de Madrid (donde el protagonismo es del Partido Comunista y PSOE), y que la llevada a cabo en Cataluña (con protagonismo libertario) es similar a la de Albacete (con protagonismo nuevamente del Partido Comunista y PSOE) pero con mucha menor población.
En el caso de Paracuellos la evidencia clara de la implicación de agentes soviéticos, de la propia Junta de Defensa de Madrid (como refleja el libro de actas de la JDM del día 8-11-36 publicadas por Aróstegui y Martínez) y en concreto del Partido Comunista y del PSOE que la controlaban entonces (Junta en donde estaban representados TODOS los partidos y organizaciones, estando la CNT-FAI en manifiesta minoritaria) hacían inviables las acusaciones a los libertarios.
Los documentos reflejan las órdenes dadas por Serrano Poncela (a las órdenes de San-tiago Carrillo, de las Juventudes Socialistas Unificadas, entonces consejero de Orden Público de dicha Junta) a los directores de prisiones para llevar a cabo los días 7 y siguientes los traslados de presos a cargo de la Milicia de Vigilancia en la Retaguardia (en su mayoría compuesta por miembros del PCE-JSU-PSOE).
Pero ahora J. Martínez Reverte “descubre” en la fundación libertaria Anselmo Lorenzo, y gracias a la labor de uno de sus colaboradores, un documento del acta de la reunión del 8 de noviembre de 1936 del Comité Nacional de la CNT en Madrid, reproducido (que no fotocopiado) en su libro como máxima aportación original (pero que aparece sin referencia ni nº de microfilm para ser cotejado), donde “se da cuenta de los acuerdos que se han tenido con los socialistas que tienen la Consejería de Orden Público sobre lo que debe hacerse con los presos” y que por tanto la CNT estaba al corriente del acuerdo, y de ahí infiere tendenciosamente el escritor la implicación directa de la CNT en la matanza. De esta manera, con la participación de los anarquistas, la matanza se explicaría mejor...y “a río revuelto” las responsabilidades de los máximos implicados quedarían rebajadas por la entrada en escena de los violentos anarquistas.
Lo que no cuenta J. Martínez Reverte en el artículo, o minimiza interesadamente en el libro, es que en las mismas actas que reproduce se habla de cómo hubo que frenar desde la organización de la CNT-FAI el intento de asalto a la embajada de Chile, donde se refugiaban señalados fascistas, e incluso de cómo se llegó al acuerdo de proteger con milicias anarquistas las sedes de varias de ellas; tampoco señala cómo García Oliver (señalado anarquista de la FAI y ministro de Justicia) ya el día 6 de noviembre se dirige al Ministerio de la Guerra para exigir a M. Nelken (diputada por el PSOE) que terminara con los excesos, amenazando incluso con su dimisión como ministro; tampoco menciona el escritor que Melchor Rodríguez (anarquista de la FAI), propuesto por el Colegio de Abogados para dirigir las prisiones, estuviera totalmente en contra de los fusilamientos (como analiza Alfonso Domingo en su biografía), y que una vez nombrado por García Oliver en ese cargo terminó acabando con las “sacas” (no sin fuertes enfrentamientos con sectores de las cúpulas del PCE y PSOE), poniendo incluso en riesgo su propia integridad física al enfrentarse personalmente a los que acudían para llevarse a los presos, salvando in extremis a muchos de ellos... actitud que no le evitaría pasar muchos años de prisión al finalizar la guerra.
Algo parecido ocurría con los editoriales y titulares del periódico anarquista Solidaridad Obrera llamando a acabar con los fusilamientos descontrolados, o con la actitud de otro afamado anarquista, Joan Peiró (Ministro de Industria) que en la Cataluña revolucionaria denunciaba desde las circulares del Comité Nacional de la CNT los desmanes que “deshonraban la revolución”, protegiendo personalmente a numerosos eclesiásticos y derechistas... aunque ello tampoco impidiera que le terminaran fusilando al término de la guerra.
Pero ya lo decía en los años 60 el gran pensador Noam Chomsky al referirse a la Gue-rra Civil española cuando criticaba la generalizada historiografía que denominó “liberal-comunista”, llena de prejuicios, muy poco objetiva y tendenciosa que convierte en chivos expiatorios a los libertarios españoles y los responsabiliza de todos los males, sin explicar, obviar, minusvalorar o directamente manipular y falsear la historia del movi-miento libertario durante la República y la Guerra Civil, “argumentos” interesados que vinieron muy bien para buscar equidistancias con los franquistas y propiciar de esa manera una Transición de olvido y página en blanco sin “extremistas”.
Mas como afirma el gran pensador, “sólo cuando abandonen estos prejuicios podrán los historiadores llevar a cabo un estudio serio del movimiento popular que transformó la España republicana en una de las revoluciones sociales más extraordinarias que se conocen en la historia” (N. Chomsky: La objetividad y el pensamiento liberal. Los intelectuales de izquierdas frente a la guerra de Vietnam y a la Guerra Civil española” Ed.Península –2004- pag.:105) ... con todos los errores que se quiera, pero desde luego con toda la grandeza de la honestidad, la coherencia y la generosidad.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Muere Juan Pérez Silva, el hijo de la Libertaria


El pasado miércoles 31 de Octubre “Juan el electricista”, como le conocían sus vecinos, ha hecho sus maletas. Despedimosa un amante de La Idea: un trabajador, un paladín de la justicia, uno de los nuestros, así son nuestros héroes: hombres y mujeres sencillas que hasta su último aliento defienden la libertad, el apoyo mutuo y la justicia social. Nuestr@s respetables son defensores de la persona nueva, de un futuro de justicia, igualdad, solidaridad y fraternidad.
Juan cerró su maleta en el pequeño municipio gaditano de San José del Valle, hijo de Miguel Pérez Cordón y María Silva Cruz "La Libertaria". Y nieto de Francisco Cruz Gutiérrez, Seisdedos asesinado en la matanza de Casas Viejas. Miguel, el padre de Juan, cubrió para el periódico homónimo los sucesos de Casas Viejas. De aquella matanza sobrevivió María, la cual tras pasar un tiempo presa en Cádiz , donde conoció a Miguel, regresó a su pueblo natal donde se ganaría su apodo. De la unión de Miguel y María nació Juan.Con el golpemilitar fascista Miguel huye a zona republicana y María queda con su bebé. Tanto María como Miguel murieron. El padre de Juan en Cartagena, estaba casi terminada la guerra y su madre a finales del verano de 1936 en un lugar indeterminado de La Janda. Juan quedó huérfano al cuidado de su familia.
El día de su último viaje llevaba sus 76 años buscando los restos de su madre, en una lucha incansable que tropezó con los años del franquismo, con los años de incomprensión y burocracia “democrática”, desgraciadamente ha partido y su madre sigue está desaparecida ; aunque logró inscribir su muerte en el Registro Civil, una batalla que le llenó de orgullo y mantenía más vivo su compromiso para encontrarla.
Quienes conocían a Juan lo describen como un hombre vital, pertinaz en su propósito, amable y entrañable. Recordamos su rostro marcado por los años, su nerviosismo, su interés en atender a los medios para reivindicar la figura de su madrey conseguir recuperarla y enterrarla. Le recordamos intentando mostrar su genética: sus seis dedos.
Le recordamos, como a tantas y tantos compañeros, enamorado de la justicia, reivindicando el pasado y trabajando por el futuro. Le recordamos con cariño, con respeto, con orgullo; así le debemos guardarle en nuestros corazones y continuar su lucha por reivindicar la justicia, nuestra justicia, continuar el trabajo para recuperar la memoria de l@s nuestr@s, hasta que todas las víctimas de la ignominia franquista tengan su justo homenaje,el que merecen,y la sepultura que les negaron, no las cunetas y fosas comunes. Debemos seguir luchando hasta que no quede ninguna desaparecida, hasta que tengan todos un lugar físico donde llevarles flores y rendirles respetuoso recuerdo. Esta es la lucha, este nuestro compromiso desde hace ya muchos años con la historia cotidiana, con nuestra Historia.
No podemos dejar pasar la oportunidad de recuperar a todos y cada uno de nuestros compañeros y compañeras este es nuestro compromiso con la Historia. Continuando su lucha construiremos nuestro futuro como lo hizo Juan sin descanso, hasta cerrar la maleta y partir ligeros de equipaje como todos los nuestros.
Juan ni tu esfuerzo, ni tu trabajo habrá sido estéril, la familia libertaria y memorialista tomaremos el relevo. Salud, que la tierra te sea leve, compañero.
Os sugerimos para conocer más del compañero:
Cristina Plaza Aguado

lunes, 29 de octubre de 2012

ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS IDEAS ANARQUISTAS



      Es evidente que la teoría anarquista no surgió de una pieza, armada y presta a formularse, de una sola cabeza. Hasta llegar a la formulación de un Godwin, de un Proudhon, a la tesis polémica de un Bakunin, pasó por un largo período de maduración que se extiende desde los filósofos griegos, el pensamiento chino de Lao Tsé hasta nuestros días, pasando por la Edad Media, el Siglo de Oro español, el Renacimiento italiano, la Revolución francesa sin olvidar las agitaciones sociales del siglo XIX en Rusia, Italia, España, Francia, Alemania y la aportación de los economistas ingleses. 
      Sócrates, Heráclito, Demócrito, Epicuro, Epicteto Diógenes, Platón, Aristóteles, en el conjunto de su concepción filosófica aparecen ideas sobre el hombre, la vida, las pasiones, la sociedad, en las que hay atisbos de crítica común a lo que más tarde debía ser pensamiento anarquista. En los primeros apóstoles del cristianismo, las formulaciones aparecen aún más claras. En la propia Edad Media, calificada como período de máximo oscurantismo, fueron numerosos los pensadores que expusieron teorías audaces, demoledoras, socialmente hablando. En nuestro Siglo de Oro, el pensamiento ya se afina y se perfila. Baste sólo recordar el Discurso a los pastores del inmortal Cervantes. 
      Rabelais, Montaigne, Restif de la Bretonne, aportaron ya ideas concretas. El "Haz lo que quieras" rabelaisiano, inscrito en el pórtico de la abadía de Thelème, es todo un poema y todo un programa. 
      En las Utopías aparecidas por esa época -"La Ciudad del Sol", de Campanella y la "Utopía", de Tomás Moro- por el contrario, la obsesión autoritaria aparece muy presente. Pero, en cambio, en obras literarias del Renacimiento italiano, y sobre todo en las personas y el pensamiento de algunos de sus hombres -Vanini, Leonardo da Vinci, Giordano Bruno, Miguel Servet, Luis Vives, San Juan de la Cruz, por no citar más que algunos, se muestran las aspiraciones a la libertad, la concepción de un hombre en plena posesión de sus derechos individuales y deseando la justicia, la igualdad, la fraternidad sobre la tierra. 
      Pero es en el siglo XVIII, antes y durante la Revolución francesa, como las ideas más definidamente libertarias florecen y se manifiestan los llamados enciclopedistas y los hombres que prepararon en las conciencias la Revolución, llevaban ya en ellos las fórmulas que más tarde expresaran con mayor coordinación y fuerza, Proudhon en Francia, Pi y Margall en España. La aparición del famoso libro de Godwin "Investigación sobre la justicia política" y de la primera Declaración de los Derechos del Hombre de Paine,san ya considerados formando parte de los clásicos del anarquismo. En ellos, y en Coeurderoy, Rousseau, La Boetie, Bellegarrigue y Dejacques , encontraron Proudhon y Bakunin principios y críticas por ellos ampliados y profundizados. 
      En, los años II, III y IV de la Revolución francesa, cuando se escribe y se pronuncia por primera vez la palabra "anarquistas", como sinónimo de hombres con un pensamiento social y político revolucionario. El grupo de Los Iguales, Babeuf y sus amigos, fueron calificados de "anarquistas". Hubo incluso un joven barón alemán, Clotz, subyugado por los principios de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución, que los hizo suyos y que transformó su nombre patronímico convirtiéndolo en Anarchasis. 
      No es posible tampoco pasar sin citar la aportación al anarquismo de los individualistas americanos, sobre todo de Thoreau, Mackay, Tucker y Warren, que tanto contribuyeron a la evolución de la literatura y del pensamiento americano. No hay que olvidar que en un memento dado, hasta políticos como Jefferson, sintieron simpatía por el anarquismo. Ello explica el auge obtenido en Estados Unidos por el Movimiento Libertario, que llevó a la burguesía americana a buscar el pretexto para destruir la serie de organizaciones de grupos y de periódicos que existían en U.S.A. en los años 1880. El pretexto fue la huelga en la fábrica MacCormick de Chicago, la bomba arrojada contra la policía, obra probablemente de un agente provocador, el arresto y condena a muerte de los mártires de Chicago que dio origen al 1." de Mayo en 1886. 
      Figura señera del movimiento y de la literatura anarquista americana fue una mujer, muerta desgraciadamente muy pronto, Voltaire de Cleyre, hija de emigrados franceses y cuyo aporte como escritora y como poetisa es inestimable. 
      En otro capítulo de este estudio, al tratar del anarquismo internacional desde la Revolución rusa de 1917 a la Revolución española de 1936, hablaremos de otra mujer excepcional, Emma Goldmann. Aunque de origen ruso, la mayor parte de la vida de Emma Goldmann y del que fue su compañero, Alejandro Berkman, transcurrió en Norteamérica. 
      En Estados Unidos, como obra extraordinaria y perdurable, se citará siempre lo que fueron las joyas tipográficas, realizadas por un hombre que editó con amor y arte exquisitos diferentes obras maestras de la literatura libertaria universal y singularmente de Thoreau, Kropotkin, Reclus y Voltairine de Cleyre: Joseph Ishill, fundador de la célebre colección "Prensa de la Oropéndola". Nettlau lo admiraba profundamente y a la obra de Ishill dedicó un escrito. 
      Tampoco puede desdeñarse la aportación de los individualistas alemanes como Max Stirner, Nietzsche. Del primero citemos "EI Único y su Propietario" y del segundo "El Anticristo", "Así hablaba Zarathustra", "Genealogía de la Moral", "La Gaya Ciencia", etc., que tanta influencia tuvieron entre la juventud de fines del siglo XIX y principios del XX. Pero sería injusto olvidar lo que aportaron a las ideas libertarias, la obra y la acción de hombres como Juan Most, Gustavo Landauer, Rudolf Rocker, Max Nettlau, el austriaco Pierre Ramus y Fritz Kater, primer secretario de la Asociación Internacional de los Trabajadores, fiel a la Iínea bakuniniana, reconstruida en Berlín en 1922 y que pese a los múltiples avatares y persecuciones sufridas por las sindicales que la integran en los diversos países, la mayor parte caídos bajo regímenes de dictadura, aún existe. 
      Inglaterra fue, como Suiza, lugar de refugio, a últimos del siglo XIX, de perseguidos políticos. Allí fueron a parar Malatesta huyendo de Italia, Kropotkin, expulsado de Suiza y de Francia, Fernando Tarrida del Mármol, ingeniero y anarquista español, expulsado de España. Todos estos hombres aportaron al movimiento anarquista inglés y a la cultura británica en general contribuciones valiosas. Buena parte de la producción literaria de Kropotkin, así como Tarrida del Mármol, apareció en la famosa "Nineteenth Century", la célebre revista científica que fue exponente de las más audaces teorías. 
      Pero cabe recordar que Godwin y su "Investigación sobre la justicia política" están en los orígenes del anarquismo; que Darwin, con su teoría de la evolución de las especies, y Herbert Spencer, con su ·El Hombre contra el Estado·, sin ser anarquistas, verificaron y dieron base a numerosas afirmaciones libertarias. Es en inglés donde se editó, por primera vez, lo que consideramos obra fundamental de Kropotkin, "Ética: Origen y evolución de la moral" Sin calificarse específicamente de anarquistas, hubo hombres, como el poeta Shelley, primero, y el escritor William Morris, después, que expusieron ideas completamente libertarias y que nosotros consideramos como poetas y pensadores tan estrechamente emparentados con el anarquismo como lo fue Guyau en Francia. Tampoco es posible desdeñar el aporte de los economistas, como Stuart Mill y Henry James, entre muchos otros, cuya crítica y cuyo análisis fueron importantes y sirvieron de base a mucha argumentación libertaria. 
      En el terreno que nos es propio, la obra realizada por la revista "Freedom" llena varios años de actividades del movimiento libertario en Gran Bretaña. 
      En Bélgica, durante un período agitado de luchas políticas en Francia y en Alemania, se reencontraron allí también muchos hombres perseguidos por los gobiernos de los países en que nacieron o que, por oposición a los regímenes allí establecidos, en Bruselas buscaron asilo. Aparte el más conocido e ilustre de estos emigrados, Victor Hugo, no hay que olvidar la parte activa que tuvo en la creación y funcionamiento de la llamada Universidad Libre de Bruselas, nuestro compañero Eliseo Reclus, profesor en ella. 
      Naturales de Bélgica y figuras destacadas e insignes, cabe citar los nombres del filósofo Paul Gille, autor de "La gran metamorfosis" y del publicista Ernestan, cuyos escritos, de una limpidez y una elegancia de estilo inimitables, continúan siendo de actualidad permanente. 
      Más cerca de nosotros, tampoco es desdeñable la obra realizada por Hem Day y sus cuadernos "Pensamiento y acción". 
      En Holanda, una figura lo domina todo y ella sola basta para que el nombre de los Países Bajos ocupe lugar predilecto en este pequeño recuento de figuras libertarias: el de Domela Niewenhuis, uno de los pocos anarquistas que poseen un monumento público. La estatua de Domela domina el puerto de Amsterdam y dice el grado de influencia y el enorme prestigio adquirido por este hombre, uno de los mejores y más profundos pensadores anarquistas. 
      Bakunin tuvo en Holanda amigos fieles, que le ayudaron en su combate, como César de Paepe, que apoyó la actitud de su compañero en sus luchas contra Marx, que no vaciló en calificar a Miguel Bakunin de "agente del zarismo". Tal infamia ha sido recogida por discípulos de Marx, cuando de atacar y de difamar a los anarquistas se ha tratado. 
      En Rusia el nihilismo fue poco a poco adquiriendo fisionomía ideológica. Primero fue un movimiento de protesta y de acción contra los abuses y atrocidades del zarismo. 
      Por ejemplo, los llamados diciembristas no tenían características ideológicas muy definidas. Estaban movidos por un espíritu de justicia y por la vaga influencia del hegelianismo, pero aún no habían llegado a conclusión alguna. En ese ambiente de agitación casi mística se forjó el joven Bakunin y, con él, los primeros socialistas revolucionarios que, más tarde, se definieron como anarquistas. 
      Fue asimismo en ese clima de luchas, de persecuciones, de sacrificios y de actos individuales desesperados, como se formaron, surgieron e irradiaron hacia el mundo, el anarquismo científico del príncipe Pedro Kropotkin y el anarquismo cristiano del conde Leon Tolstoy. 
      Hay países en donde las ideas libertarias adquirieron más rápidamente influencia y difusión. En Francia, después de La Commune, se produjo un período de enorme actividad anarquista. Figuras como la de Luisa Michel, Sebastián Faure, Carlos Malato, Juan Grave y tantos otros que sucedieron a los Reclus y demás pensadores que, a su vez, habían ampliado Y definido el pensamiento proudhoniano, crearon periódicos, revistas y, unidos a los obreros sindicalistas revolucionarios como Pataud, Pouget, Pelloutier, Grifuelhes, etc.., constituyeron en 1905 la C.G.T. 
      Señalemos, para ilustración de los lectores, que de ese período del anarquismo en Francia, extraordinariamente rico, en el que florecieron numerosas revistas, como «Le Temps Nouveauxu, fundada por Kropotkin y continuada por Grave y en que nació "Le Libertaire", fundado por Luisa Michel y Sebastián Faure, la historia general apenas hace referencia. Lo que de él retiene, son los nombres de los que realizaron actos de terror, movidos por la desesperación Y guiados por las reacciones de sus temperamentos. Se cita a Vaillant, a Emilio Henry, a Ravachol; pero no se habla de Reclus, de Kropotkin, de Jean-Marie Guyau, estrechamente emparentados con el anarquismo y tantos otros. 
      Se citan los actos de Ravachol, pero no se dice que en aquellos tiempos aparecieron obras fundamentales como "El Hombre y la Tierra" y la "Geografía Universal" de los hermanos Reclus, "La Conquista del Pan", "El Apoyo Mutuo", "Campos, fábricas y talleres" de Kropotkin, "Ensayo sobre una moral sin obligación ni sanción", "La irreligión del porvenir", "El Arte desde el punto de vista sociológico", de Guyau, "La sociedad moribunda y la anarquía", de Grave, "El dolor universal" de S. Faure. Y paramos la lista, que se haría interminable. Siempre se ha procurado desfigurar al anarquismo y destacar sólo de él los aspectos de violencia o de ilegalismo. Así también, de los anos que precedieron a la primera guerra mundial, al tratarse del anarquismo, en Francia, no se cita más que la "banda Bonnot". Para nada se habla de las actividades culturales, sociológicas y sindicales de los anarquistas, como hemos dicho antes, primeros y auténticos creadores de la C.G.T. y del sindicalismo revolucionario. 
      En Italia, al producirse la división de la Primera Internacional, una parte siguiendo el pensamiento político de Carlos Marx, partidario de la acción múltiple y de la intervención parlamentaria y otra, la posición de Miguel Bakunin, partidario de la acción directa y revolucionaria contra el Capitalismo y el Estado, sin admitir la actuación política y mucho menos parlamentaria, convencido de que los socialistas que intervendrían en ella serían fatalmente absorbidos por el Estado al servicio de las clases dirigentes y poseedoras en Italia, repetimos, el movimiento anarquista adquirió inusitado auge e influencia. Justo es decir que en Italia surgieron figuras magníficas de pensadores y de revolucionarios, pertenecientes a todas las clases sociales, desde el aristocrático Duque de Pisacane, protector de Bakunin al que tanto ayudó financieramente, hasta el humilde obrero electricista Enrique Malatesta, pasando por grandes abogados como Pedro Gori y hombres de acción y de pensamiento como Giovanni Bovio, Cafiero y Merlino. 
      La realidad es que en Italia ha existido siempre un movimiento anarquista prestigioso y respetado, hasta por Mussolini, que tuvo a gala conservar en vida y en libertad vigilada a Malatesta, considerando que con ese gesto se honraba al fascismo, que respetaba a la figura más prestigiosa de un ideal que nunca cesó de inspirar simpatía a los italianos. Por eso, al producirse en 1945 la caída del fascismo resurgió con fuerza en Italia el movimiento libertario, aunque tradicionalmente muy influenciado por el individualismo. 
      En Rusia a donde había acudido a aportar su concurso a la revolución de 1936. murió a manos de los agentes rusos, en mayo de 1937. el pensador e historiador Camilo Berneri. Diseminados por el mundo, sobre todo en América latina, actuaron y vivieron grandes figuras del pensamiento anarquista italiano como Luigi Fabbri, Hugo Treni, Armando Borghi, Virgilia d'andrea y muchos otros. 
      Durante todo el siglo XIX y parte del XX, Suiza fue uno de los centros de reunión internacional de las anarquistas. Los rusos, perseguidos, allí iban a parar. Allí murió Bakunin. Y cuando se produjo la división de la Internacional, la Federación del Jura, una de las más importantes de la Primera Internacional, siguió la línea bakuninista. Había una potente organización obrera -la de los relojeros- y hubo un hombre, amigo personal de Bakunin, que tuvo enorme influencia sobre el proletariado suizo y los diversos grupos étnicos en Suiza refugiados. Nos referimos a James Guillaume. Muerto éste, le sucedió, en la misma obra y con' considerable influencía, Luigi Bertoni, que publicó durante largos años, "Le Réveil-Il Risveglio", revista en francés y en italiano, que había sido fundada por el propio Kropotkin, que en Suiza vivió también varios anos refugiado. 
      En América latina, donde mayor influencia e irradiación adquirió el anarquismo fue en Argentina. Es allí donde existió la única organización obrera que se calificó a sí misma de anarquista, la F.O.R.A. Se publicó allí un diario anarquista, órgano de la F.O.R.A., "La Protesta", que además constituyó una de las mejores bibliotecas de ediciones existente en el mundo a fines y principios de siglo. Nettlau publicó en ella diferentes obras de historia y allí empezaron a editarse las obras completas de Bakunin en español. Allí apareció la primera edición española de "Ética: origen y evolución de la moral" de Pedro Kropotkin. 
      El anarquismo argentino contó con grandes escritores, como José Ingenieros, Rodolfo González Pacheco, Teodoro Antilli, Emilio López Arango, con excelentes poetas, como Alberto Ghiraldo y Herminia Brumana. A primeros de siglo realizaron Luisa Michel y Pedro Gori una histórica labor de propaganda. Que ganó para el anarquismo miles de adeptos en diferentes lugares de Hispano-America. Todo esto duró hasta que las dictaduras, de Incloyen primero, de Uriburu después. lo aniquilasen todo encarcelando, deportando a los hombres más representativos de la izquierda y suprimiendo la prensa, ediciones y organizaciones obreras y políticas.
      Hubo otros hombres, a caballo sobre diversas nacionalidades y países, como Rafael Barret, nacido en España, pero que vivió en la Argentina, hijo de padre inglés y de madre española, como Enrique Nido y Pierre Quiroule, asiduos colaboradores de "La Protesta", pero que habían ido a parar allí después de múltiples avatares. 
      En México. la Revolución de 1910 estuvo profundamente marcada por la influencia anarquista, a través de la acción y de la presencia de tres hombres, entre otros muchos, que dejaron huella indeleble: Librado Rivers, Ricardo Flores Magón y Práxedes G. Guerrero, a quien se debe la frase de que más tarde de apoderó la Pasionaria; "Vale más morir de pie que vivir de rodillas". De pie murió Guerrero, ya que dio su vida por la libertad y los derechos de los campesinos mexicanos. 
      En el Perú, el anarquista González Prada es hoy considerado como un maestro de periodistas y de escritores, pues su estilo, la profundidad de su pensamiento hacen de él un hombre realmente excepcional. 
      Es imposible detallar todo lo que ha sido la influencia anarquista en ambas Américas y a través de los diferentes países. 
      El mundo ignora lo que ha sido la labor propagandística, cultural, de liberación de las conciencias y simplemente las manifestaciones artísticas del pensamiento mundial del anarquismo. 
      No puede esta breve síntesis dar más que una ligera idea de ello. 
http://www.inventati.org/ingobernables/textos/anarcorigen.htm
 

miércoles, 24 de octubre de 2012

El anarquismo africano


Escrito por: Deirdre Hogan (en Inglés) como comentario del libro African Anarchism: The history of a movement de Sam Mbah y I.E. Igariwey. Texto sacado de Workers Solidarity No 55 publicado en Octubre de 1998)
Poca gente asocia anarquismo con África. Sin embargo, está ciertamente comenzando a arraigar allí. Este libro está escrito por dos miembros de la Awareness League, una organización anarcosindicalista con aproximadamente 2000 afiliados en Nigeria. Comenzando con una buena introducción al anarquismo, los autores perfilan su relación con África en un intento para "enriquecer el anarquismo y los principios anarquistas con una perspectiva africana y para hacer un camino para África en el mundo libertario".
Aunque el anarquismo como movimiento social consciente es relativamente nuevo en África, las sociedades precoloniales africanas contenían muchos "elementos anárquicos". Este libro presenta un estudio muy interesante de las tendencias anarquistas en las sociedades tradicionales de África. A pesar de no ser realmente anarquista, aquellas sociedades, basadas en el comunalismo, estaban autogestionadas y eran independientes donde "cada individuo sin excepción tomaba parte, directa o indirectamente en los asuntos de la comunidad a todos los niveles."
Mbah e Igariwey continúan ilustrando su punto de vista dando tres casos estudiados de sociedades sin-estado en el África precolonial: los Igbo, el pueblo del Delta del Níger y los Tallensi. Algunas características comunes a estas sociedades eran la falta de centralización, un modo comunal de producción, y la ausencia general de estratificación social.
Llega el Capitalismo.
Las influencias capitalistas fueron primero introducidas en África durante la expansión económica que acompañó la Revolución Industrial en Europa. Los tratantes de esclavos y otros comerciantes extranjeros que tenían sus intereses en las regiones costeras facilitaron la ruptura gradual del modo de producción comunal. Luego la conferencia de Berlin y la consecuente partición de África aseguró la "entronización de los intereses imperiales sobre los de las sociedades tradicionales".
Así el trabajo asalariado, los impuestos, la introducción del dinero, comercio, inversiones y las instituciones sociales y la burocracia fueron traídos para mantener el sistema imperialista y son citados como las principales armas empleadas para incorporar África al mundo de economía capitalista.
Los autores discuten cómo la incorporación africana a la economía global fue periférica y "no trajo la ascensión completa a una economía capitalista, el resultado final fue, en la mayoría de los casos, una estructura capitalista distorsionada, desequilibrada". Esto le creó a África una cultura de dependencia hacia los países avanzados que hizo que los beneficios fueran (y todavía van) constantemente de África a los países capitalistas avanzados.
Otro importante efecto del colonialismo fue la formación de una nueva clase social. Por ejemplo, debido a las nuevas leyes de impuestos hacia la gente indígena, emergió un nuevo grupo de emigrantes asalariados.
En respuesta al estatus socio-político y económico inferior impuesto a la vasta mayoría africanos, comenzaron a surgir sindicatos. Mbah e Igariwey ofrecen un análisis detallado del movimiento sindical en Nigeria y en Sudáfrica, criticando sus estructuras jerárquicas. La carencia de perspectiva revolucionaria y las ambiciones políticas de sus líderes son algunas de las razones por las que las trade unions fallaron en maximizar su potencial.
¿Una vía africana hacia el socialismo?
Tampoco "el Afro-socialismo" – en su mayoría basado en el modelo Soviético/Europeo Oriental - tuvo éxito en cambiar el status quo. La mayoría de los hombres de estado post-coloniales de África vieron a los gobiernos fuertes como algo de vital importancia. En vez de creer que al pueblo africano capaz de organizar sus propias vidas, el partido principal o gobierno de turno era el encargado de guiar al pueblo. "Algunos de los regímenes más retrógrados, más reaccionarios que jamás pisaron suelo africano fueron socialistas, algunos guiados por oficiales militares que marcaron su camino hacia el poder."
Mbah e Igariwey continúan discutiendo las presentes crisis de África: la abyecta pobreza del 90% del pueblo codo con codo con la vasta riqueza y decadencia de los líderes políticos, el apaleamiento de los derechos humanos por parte de la clase dirigente, la enorme deuda exterior de las economías subdesarrolladas y dependientes de África y la corrupción política e inestabilidad social en todo África. Los autores llegan a la conclusión de que la única salida a la crisis africana es el anarquismo.
"Para en particular, el desarrollo a largo plazo es sólo posible si hay una ruptura radical con el sistema capitalista y el sistema de estado – los principales instrumentos de nuestro estancamiento". Ellos ven la vuelta a los tradicionales "elementos anárquicos" en el comunalismo africano como el próximo e inevitable paso. "La meta para una sociedad autogestionada nacida del deseo del pueblo de librarse del autoritarismo es tan atractiva como realizable en un largo plazo".
Este libro tan bien estructurado e informativo da un análisis único de África. Los autores hacen un estudio en profundidad de las causas de la crisis de África, destacando claramente el potencial revolucionario de África y las muchas razones por las que el anarquismo es verdaderamente la única salida.

lunes, 22 de octubre de 2012

viernes, 19 de octubre de 2012

Juan Montseny Carrito (Federico Urales)


El 19 de agosto de 1864 - algunas fuentes citan erróneamente 1863 - nace en Reus (Tarragona, Cataluña) el pedagogo, propagandista, intelectual y teórico del anarquismo catalán e hispano Juan Montseny y Carrito, más conocido como Federico Urales. Nacido en una familia humilde, su padre, de ideas republicanas, era alfarero y su madre, de familia carlista, obrera textil, aunque ambos alternaban estos trabajos con la venta de telas y mantas a los pueblos cercanos. Tuvo que compaginar desde jovencito del aprendizaje del oficio de botero con los estudios libres en clases nocturnas, y las lecturas, hasta que un profesor decidió ayudarle a costearse la carrera de Magisterio. En 1885 comenzó a militar en las luchas obreras y dos años después organizó las manifestaciones de protesta contra la ejecución de los anarquistas norteamericanos de Chicago. Comenzó como secretario de la Sección de Boters de Reus y en 1887 lo era de la Federación Comarcal Catalana adherida a la Federación Regional Española de la Asociación Internacional del Trabajo. En 1888 llegó a ser secretario general de la Federación de Boters de España. En 1890, debido a las manifestaciones y de las huelgas del Primero de Mayo, sufrió la primera detención gubernativa. El 19 de marzo de 1891 se unió civilmente con Teresa Mañé y Miravent, conocida ya en el mundo literario anarquista por el seudónimo de Soledad Gustavo, maestro de escuela como él, trabajaba como profesora de primera enseñanza en Vilanova y Geltrú (Garraf , Cataluña), donde había nacido. En 1892 se hará cargo, con su compañera, de la escuela laica de Reus. Ese mismo año, Federico Urales, fue nuevamente detenido por una hoja que publicó protestando por las ejecuciones de anarquistas en Jerez (Andalucía, España) de febrero del mismo año. Cuando el 7 de junio de 1896 explotó la bomba durante la procesión religiosa del Corpus Christi en la calle Cambios Nuevos de Barcelona, ​​Urales fue detenido de nuevo, considerado como un «elemento anarquista muy peligroso», en su escuela de Reus en medio de los alumnos, por la Guardia Civil y tuvo que recorrer los 115 kilómetros que separan esta ciudad de Barcelona, ​​a pie y esposado. Su actividad como escritor anarquista y como agitador había alcanzado pronto bastante eco en todo el ámbito estatal. De esta época son sus colaboraciones literarias e ideológicas en El Corsario, de A Coruña, y la publicación de sus primeros folletos doctrinarios y libros. Sus actividades sindicales y anarquistas y su acción educativa anticlerical pusieron en marcha los odios locales. Fue a consecuencia de la presión de las fuerzas reaccionarias reusenses que fue acusado e implicado en el proceso de Montjuic de 1897, incoado a resultas de la capacidad atentado del Corpus. Es desde las inmundas celdas del castillo de Montjuïc que comenzará a firmar bajo el seudónimo Federico Urales los artículos que saldrán clandestinamente, que serán publicados en el periódico madrileño El País, y que denunciarán la situación que padecían los presos anarquistas. Por su campaña en defensa de la libertad de los presos de Montjuïc sufrió un año de prisión y fue expulsado del país, junto con altas libertarios, y desembarcado en Liverpool (Reino Unido) en 1897. Después de pasar dos meses en el Reino Unido y otros dos en París, decidió volver a la península, entrando en Madrid clandestinamente el 28 de noviembre de 1897, cuando aún estaba en vigor el decreto de expulsión. Al llegar a Madrid, hizo contacto con Alejandro Lerroux, que entonces dirigía el periódico radical El Progreso, para proponerle una campaña de prensa y de opinión a favor de los presos encerrados en Montjuïc. La campaña de prensa, unida a manifestaciones públicas a todos los lugares importantes del Estado, sincronizada con otros grupos europeos, fue un éxito total, ya que Urales supo unir a la campaña de revisión del proceso todas las fuerzas progresistas de la Estado (republicanos, catalanistas, federalistas, etc.) y sólo disminuyó cuando España entró en guerra con los Estados Unidos. En junio de 1898 Federico Urales y Soledad Gustavo fundan La Revista Blanca, publicación quincenal que reunió las firmas más notables y brillantes de la izquierda intelectual de la época (Giner de los Ríos, Cossio, Ricardo Rubio, Azcárate, González Serrano, Dorado Montero, Miguel de Unamuno, Jacinto Benavente, Clarín, Anselmo Lorenzo, Teresa Claramunt, Fermín Salvochea, Ricardo Mella, Pi y Margall, Jaume Brossa, Pere Coromines, etc.). Un año después, La Revista Blanca amplió con un Suplemento semanal, que dos años después se independizó, recibiendo el nombre de Tierra y Libertad, uno de los diarios anarquistas más influyentes de toda la historia. Por aquella época Urales ya había sido procesado 95 veces y tomado, cinco, con la particularidad de que cuando estaba procesado no estaba preso y que cuando estaba preso no estaba procesado. Por estos años es acusado sin fundamento de enriquecerse, debido a una campaña orquestada por Camba, Azorín, Polo, Romeo y Nakens, entre otros. A partir de 1905 se retiró parcialmente de la propaganda activa y se consagró a escribir ya trabajar en diversos oficios, alternando Madrid y Cataluña. Para poder subsistir tuvo que solicitar una plaza de redactor en el periódico oficialista El Diario Universal. El 31 de mayo 1906 tuvo el atentado de Mateo Morral contra los reyes el día de su boda, y, como muchos otros anarquistas, Urales fue detenido varios días. Al ser liberado visitó en la cárcel a su amigo Francisco Ferrer Guardia, y cada día algún miembro de la familia le llevaba la comida. El conde de Romanones, propietario de El Diario Universal, hizo elegir a Urales entre el trabajo y Ferrer Guardia, acusado de complicidad de atentar contra los reyes. Urales no sólo renunció al trabajo sino que buscó abogado por Ferrer y fue testigo durante el juicio. Desterrado de Madrid por unos procesos de prensa, se instaló en Barcelona en 1911, y entró a trabajar en la redacción de El Liberal, al tiempo que escribía obras de teatro que eran estrenadas por Ricardo Puga el teatro barcelonés Romea (Flor deshojado, La conquista del pan, El aventurero desventurada, El último Quijote, fanatismos contra amor, etc.). Durante la Gran Guerra firmará un manifiesto a favor de los aliados. Retomó la publicación de La Revista Blanca el 1 de junio de 1923, que había sido suspendida desde 1905, ayudado ahora por su hija Federica Montseny, y que llegará a tener una tirada de 12.000 ejemplares. También comenzará a publicar unas populares novelitas sociales, respuesta anarquista a las populares series de la época (El cuento semanal, La novela corta, La novela de bolsillo, Los contemporáneos, etc.), En dos colecciones: «La Novela Ideal »(1925), con una tirada de 50.000 ejemplares, y« La Novela Libre "(1929), entre 25 y 30.000 ejemplares. A partir de enero de 1931 comenzará a publicar el semanario El Luchador, que publicará 182 números. En los últimos años de su vida desarrolló una incesante actividad, con el apoyo de su hija Federica, representante de la nueva generación. Durante la guerra civil no ocupó ningún cargo. Unas fiebres tifoidea aparecidas en 1935 habían disminuido su salud, pero siguió escribiendo novelas y material de propaganda. Tras la caída de Barcelona se trasladó a Montpellier (Occitania) y el 5 de febrero de 1939 moría en un hospital de Perpiñán su compañera Soldedad Gustavo. Luego fue a París para reunirse con el resto de su familia, pero tuvo que huir de la capital francesa cuando los nazis lo ocuparon. El gobierno de Vichy le asignó como lugar de residencia Salon (Aquitania, Occitania) donde murió, sin fuerzas físicas ni morales, el 12 de marzo de 1942. Entre sus obras podemos destacar Sociología anarquista (1890), Las preocupaciones de los despreocupados (1891), Consideraciones sobre el Hecho y muerte de Pallás (1893), La ley de la vida (1893), El Proceso de un gran crimen (1895 ), Sociología anarquista (1896), La religión y la Cuestión social (1896), La religión y la Cuestión social (1902), La anarquía en el Ateneo de Madrid (1903), Sembrando flores (1906), Una pelotera (1909) , Los hijos del amor (1922), Los grandes Delinqüentes (1923), El sindicalismo español y apoyo Orientación (1923), En la sociedad anarquista, la abolición del dinero (1924), Consideraciones morales sobre el Funcionamiento de una sociedad sin Gobierno ( 1926), La anarquía al alcance de todos (1928), Los Municipios libres. Ante Las Puertas de la anarquía (1932), El ideal y la revolución (1932), Mi vida (1932, autobiografía en tres volúmenes), La barbarie gubernamental en España (1933), La Evolución de la Filosofía en España (1934), entre otros. Además de Federico Urales, usó otros seudónimos, como Mario del Pilar, Siemens, Doctor Boudin, Remigio Olivares, Un profesor de la normal, Rudolf Sharfenstein, Ángel Cunillera, Antonio Galcerán, Ricardo Andrés, Un Trimardier, Charles Money, Ricos de Andes, etc.

jueves, 11 de octubre de 2012

EMMA GOLDMAN


Biografía y obras destacadas de Emma Goldman

·         Nace: 27 de junio de 1869
·         Lugar: Kaunas, Lituania
·         efemérides 27 de junio

·         Muere: 14 de mayo de 1940
·         Lugar: Toronto, Ontario, Canadá
·         efemérides 14 de mayo

Biografía: Anarquista lituana, pionera en la lucha por la emancipación de la mujer. Emma Goldman nació en el seno de una familia judía encargada de la administración de un hotel. En 1882, la familia se trasladó a San Petersburgo (Rusia) y dos años después, tras la imposición del padre que se casara por conveniencia, Emma Goldman se trasladó con su hermanastra a Estados Unidos, donde ingresó en una fábrica textil y experimentó los maltratos que sufrían los trabajadores. La protesta obrera conocida como "Revuelta de Haymarket" (1886), la motivó a unirse al movimiento anarquista, donde junto a escritor anarquista Alexander Berkman, encabezaron una campaña a favor de la liberación de los hombres que fueron apresados. En 1889, Emma Goldman se casa con un inmigrante ruso y obtiene la ciudadanía estadounidense, aunque tiempo después se separa, trasladándose a Nueva York para vivir con Alexander Berkman. Tiempo después se convirtió en la principal dirigente del movimiento anarquista, siendo encarcelada por varios años. En 1893, estando en la penitenciaría de las islas Blackwell, siguió profundizando en sus estudios anarquistas al tiempo que se interesó por la educación de los niños. Emma Goldman volvió a caer presa en 1901, acusada de participar en el complot de asesinato contra el Presidente William McKinley, en 1916 por distribuir un manifiesto a favor de los métodos anticonceptivos y un año después por conspirar contra la ley que obligaba al servicio militar en los Estados Unidos. Entre los periodos de libertad entre arrestos publicó "Anarquismo y otros ensayos" (1910), donde expone sus pensamientos. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Emma Goldman publicó sus convicciones pacifistas al tiempo que editó la revista anarquista "Mother Earth" (1916-1917), mientras se trataba su expulsión de Estados Unidos. En 1920 fue expulsada de Estados Unidos por considerarla "una de las mujeres más peligrosas de América", por lo que se dirigió a Rusia. Emma Goldman participó de la sublevación anarquista de Kronstadt, donde apoyó a los bolcheviques en contra de la división entre anarquistas y comunistas, hecho que se produjo durante la Primera Internacional. La cruel represión política que se vivió en Rusia luego de la revolución, el autoritarismo, la violencia desatada y las duras condiciones de trabajo desilusionaron notablemente a Emma Goldman, influyendo en sus ideas. En 1923, habiendo abandonado Rusia e instalándose en Canadá, deja constancia de su frustración en "Mi desilusión en Rusia".
Obras Destacadas
·         Anarquismo y otros ensayos (1910)
·         Viviendo mi vida (1931)
·         Mi desilusión en Rusia (1923)

domingo, 7 de octubre de 2012

Fallece Floreal Samitier Arroyos


Nos deja inesperadamente nuestro amigo y compañero Samitier, otro gran aragonés exiliado en Francia, trabajador infatigable por las ideas libertarias, persona de gran talante humano, de infinita capacidad de trabajo y sacrificio por sus ideales, que lo han sido y lo son de tantos miles de explotados del mundo.
SAMITIER ARROYOS, Floreal
Zuera (Zaragoza), 1934 / Francia, 25-9-2012. Hijo de Tomás Samitier Uruén (Riglos (Huesca), 1900) y Teresa Arroyos de la Torre. De origen altoaragonés por parte paterna, su padre era un trabajador ferroviario destinado en el Barrio del Portazgo, también conocido como el Barrio de la Estación de Zuera, barrio en el que nació Floreal. Su dura infancia, criado en una minúscula casilla de ferroviarios, se vio truncada dramáticamente por la sublevación militar y la guerra civil. Su padre Tomás, destacado militante anarquista de la CNT y la FAI zufariense organizó la resistencia en el Portazgo, pero ante la superioridad de los sublevados se evadió precipitadamente a la zona republicana. Teresa, la madre, se refugió en Riglos, donde fue detenida y encarcelada en Jaca donde pasó parte de la guerra hasta ser liberada. Sin sus padres, fue recogido por su abuela materna, Dolores de la Torre García, hasta que esta fue fusilada en Villanueva de Gallego (Zaragoza) el 7-4-1937 a la edad de 63 años. No fue la única víctima del fascismo en su familia, dos tíos paternos ya habían sido fusilados, en Huesca, Pedro Samitier Uruén el 5-9-1936 con 24 años de edad y en Zaragoza lo fue Maximiliana Samitier Uruén el 23-12-1936, ambos militaban en la CNT oscense.
Acabada la guerra, sus padres, lograrían refugiarse en Francia, mientras Floreal era internado en un colegio orfanato de Zaragoza regentado por monjas. Catorce años después, tras pasar toda clase de calamidades, hambre y desprecios como hijo de rojo que era, logró pasar la frontera y reencontrarse con sus padres en Francia. Asentado en Toulouse, se integró en el Movimiento Libertario en el Exilio del que no ha dejado de formar parte hasta su fallecimiento. Como militante anarquista y confederal ha sido asiduo en ocupar cargos de responsabilidad, formar parte de delegaciones y destacar como reconocido orador. Secretario de Organización de FIJL nombrado en el XI Pleno del exilio (noviembre de 1957), secretario de Organización del SI en 1965-1967 y de Administración en 1969-1971, secretario de la regional del exterior en 1991 y de nuevo a comienzos de siglo hasta 2012. Delegado a los Congresos de Montpellier (1965) y Marsella (1975) y por la CNT del exilio al Congreso AIT de 1967 y al Pleno Nacional de Regionales de Madrid de 1980. Mítines y conferencias en Burdeos (1971), Toulouse (varios en 1971, 1973, 1976), Marsella (1971, 1974 y 1975), Oviedo (1978), Montpellier (1980), París (1981), León (1991), Madrid (25-2-1994, conferencia en el Ateneo sobre la Montseny), Huesca (1999, Congreso sobre el exilio), Badalona (2001, en la inauguración de la Fundación Federica Montseny). Colaboraciones en Cenit (al menos hasta 2000), CNT, Espoir (1968), Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad.
Junto a José Luis García Rúa, es autor del libro, Siempre volviendo a empezar. La CNT dentro y fuera de España 1939-2009, editado en enero de 2011.
Nos deja inesperadamente nuestro amigo y compañero Samitier, otro gran aragonés exiliado en Francia, trabajador infatigable por las ideas libertarias, persona de gran talante humano, de infinita capacidad de trabajo y sacrificio por sus ideales, que lo han sido y lo son de tantos miles de explotados del mundo. Persona de trato sencillo, directo, con su humor socarrón al que nos tenía acostumbrados, y que vamos a echar de menos, siempre dispuesto a viajar, visitando a compañeros, a familiares, haciendo de guía por el universo del exilio español en Francia y siendo el cordón umbilical de los libertarios a ambos lados de los Pirineos. Su último, viaje, su última misión podríamos decir, le trajo a España como otros cientos de viajes de su dilatada vida de exiliado, para participar como delegado al Pleno Confederal de la CNT del pasado sábado 22 de septiembre de 2012. No dejó de visitar su casa en Zuera, ni a los hijos de los viejos militantes cenetistas de la localidad, compañeros de fatigas de su padre, ni de regreso a Francia parar a ver a la familia Arnal exiliados de Angüés (Huesca), retornados a su pueblo, donde antes del fatal accidente de circulación que le segó la vida, tomó su último café entre compañeros, entre hermanos, entre los que eran su otra familia formando parte de su querida CNT.
¡Que la tierra te sea leve, compañero! Siempre permanecerás en nuestro recuerdo, un fuerte abrazo para ti y los tuyos, salud.
Raúl Mateo Otal, Secretario de Prensa, Propaganda, Cultura y Archivos de CNT Huesca
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