En ocasión del 204
aniversario de su nacimiento, recordamos a Tatiana Bakunin, hermana del
revolucionario anarquista Mijaíl Bakunin. Sobre la base de toda la información
disponible, Tatiana y sus hermanas fueron tan valientes y creativas como
Mijaíl. Tatiana desempeñó repetidamente un papel fundamental detrás de escena
en la vida de su hermano y en el desarrollo intelectual de varios otros
pensadores importantes. El hecho de que su nombre e ideas no sean ampliamente
conocidas hoy atestigua las barreras que enfrentó y las deficiencias del modelo
de la historia del «gran hombre».
Casi
todo lo que sabemos sobre Tatiana aparece en los márgenes de las historias
escritas sobre hombres. Es una de las innumerables personas que permanecen
invisibles a través del lente de la memoria patriarcal, que oculta tanto sus
contribuciones como las cosas que podría haber logrado si las instituciones y
convenciones de su tiempo no hubieran negado su personalidad. Su
correspondencia y escritos aún no se han traducido fuera del idioma ruso.
Tatiana y sus hermanas crecieron en el campo ruso estudiando literatura, música
e historia. Su padre las crió para hablar varios idiomas, trayendo tutores de
Europa occidental; él había recogido ideas liberales durante su juventud
trabajando en Italia como diplomático, aunque su visión política cambió luego,
tornándose en reaccionario a medida que envejecía. En este entorno, Tatiana
Bakunin se distinguió por su amor por la lectura y la escritura y su espíritu
reflexivo.
Mientras
su hermano Mijaíl se fue de su casa a la edad de catorce años para asistir a la
academia militar, Tatiana y sus hermanas continuaron sus estudios hasta la edad
adulta. Desarrollaron un misticismo privado basado en la poesía, el sentimiento
poderoso y el ascetismo, al que se refirieron entre ellas como la religión. Las
hermanas fueron las primeras en la familia en rebelarse, alzándose contra el
papel prescrito para las mujeres en la Rusia del siglo XIX como esposas y
madres. Cuando sus padres presionaron a la hija mayor, Lyubova, para que se
casara con un oficial militar, las hermanas se opusieron a esta elección y
finalmente obligaron a sus padres a dejarla romper el compromiso. Tatiana misma
nunca se casó.
En
1835, Mijaíl se desempeñaba como oficial de artillería en la ocupación rusa de
Polonia. Probablemente inspirado por el rechazo de sus hermanas a ese papel
socialmente impuesto, Mijaíl se ausentó y dejó el ejército. Cuando llegó a
casa, Tatiana y Lyubova lo llevaron a Moscú para presentarle a sus amigos,
incluido Nikolai Stankevich, un estudiante de filosofía y organizador de un
grupo de lectura independiente. Juntos, Nikolai, Mijaíl, Tatiana y las otras
hermanas Bakunin estudiaron, Kant, Fichte y Hegel, y comenzaron a desarrollar
los ideales por las cuales Mijail se hizo famoso más tarde.
Tatiana también mantuvo
relaciones intelectuales apasionadas con Vissarion Belinski, uno de los
críticos más influyentes en la historia de la literatura rusa, y más tarde, con
Ivan Turgenev, el autor que popularizó el concepto de nihilismo con su
novela Padres e hijos.
Mi amor no cabe en ninguna de tus categorías. Llámalo
locura o lo que quieras. Estaba simplemente enamorada; y antes de darme cuenta,
pasé días que incluso ahora es una alegría recordar … Viví con todo mi corazón
y alma, cada vena en mí palpitaba de vida, todo a mi alrededor estaba
transfigurado. ¿Por qué debo renunciar ahora a todo esto?
-Tatiana Bakunin, reflexionando sobre su relación con Turgenev en correspondencia con su hermano en la década de 1850Después de la represión de las revoluciones de 1848, Mijaíl Bakunin fue capturado y sentenciado a muerte en tres países, luego condenado a cadena perpetua en Rusia. Desafiando la hostilidad del gobierno ruso, Tatiana lo visitó repetidamente y sacó de contrabando mensajes secretos de la prisión con un gran riesgo para sí misma. Al pedirlo a las autoridades, ella, su madre y sus hermanas finalmente lograron realizar el traslado de Mijaíl a Siberia, de donde finalmente él escaparía para reanudar sus actividades revolucionarias. Si no fuera por Tatiana, el nombre de Mijail Bakunin también podría ser desconocido para nosotros hoy.
En
sus contribuciones al desarrollo del anarquismo contemporáneo, Mijaíl siempre
enfatizó la importancia de la liberación de las mujeres. El crédito por esto se
debe a Tatiana y sus hermanas, quienes dieron el ejemplo al abogar por ellas
mismas y enseñarle mucho de lo que sabían sobre la autoemancipación. La mejor
manera en que podemos honrar a Tatiana es reconociendo los papeles importantes
que han jugado en la historia todas aquellas mujeres cuyos nombres nos son aún
desconocidos:
Las mujeres en
casi todas partes son esclavas, y nosotras mismas somos esclavos de su
esclavitud; sin su liberación, sin su libertad completa e ilimitada, nuestra
libertad es imposible; y sin libertad, no hay belleza, ni dignidad, ni amor
verdadero. Amamos solo en la medida en que deseamos y pedimos la libertad e
independencia del otro: independencia total en relación con todo e incluso y
especialmente en relación con nosotros mismos. El amor es la unión de los seres
libres y solo este amor eleva, nos ennoblece. Todo otro amor deshonra al
oprimido y al opresor y es una fuente de depravación.
-Mijaíl Bakunin, carta a sus hermanas, 1° de mayo, 1845.
-Mijaíl Bakunin, carta a sus hermanas, 1° de mayo, 1845.
[Nota final de El
Libertario: Las feministas de habla inglesa han hecho una insistente
crítica de la visión patriarcal y hasta misógina que predomina en la «His-tory»
escrita por y para varones, proponiendo la alternativa de una «Her-story»
que reivindica el rol de las mujeres.]
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