En el verano de 1936, primer año de la
Guerra Civil, mientras el marido de Juana se encontraba en el frente, ella
embarazada y sus seis hijos menores fueron expulsados del pueblo. Casi 80 años
después, sus cuerpos aparecieron en la sima de Legarrea confirmándose todos los
rumores e investigaciones realizadas a lo largo de años: el asesinato a manos
del fascismo de Juana Josefa, de 38 años; Asunción, de año y medio; José,
de 3 años; Martina, de 6 años; Pedro Julián, de 9 años; Antonio, de 12 años; y
Joaquín, de 16 años.
Representantes del Gobierno de
Navarra, de asociaciones memorialistas y del pueblo de Gaztelu han
rendido hoy un homenaje a Juana Josefa Goñi Sagardia y sus seis hijos,
asesinados el 30 de agosto de 1936.
Tras el hallazgo estos últimos meses en
la sima de Legarrea de los cuerpos de Juana Josefa Goñi Sagardía y
seis de sus siete hijos desaparecidos en el contexto de la Guerra Civil, hoy se
ha celebrado en la sima el acto de inauguración de un monolito en recuerdo de
estos hechos.
Posteriormente, ha tenido lugar en la
plaza de Gaztelu, en presencia de la consejera de Relaciones Ciudadanas e
Institucionales, Ana Ollo, representantes municipales y vecinos, la
entrega a los familiares de los restos mortales, acto en el que también ha
estado presente la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y
Administración Local, Isabel Elizalde.
En este lugar se ha realizado un
homenaje a la familia Goñi-Sagardia, en un acto de reparación en el que han
intervenido la consejera Ollo y una representación municipal, junto con los
vecinos y familiares, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado.
Ollo ha agradecido al Ayuntamiento de
Gaztelu “su trabajo y colaboración en este acto” y ha explicado que
la exhumación de Juana Josefa Goñi Sagardía y sus seis hijos ha requerido del
trabajo de muchas personas y asociaciones memorialistas.
Gracias a ellas, ha destacado,
“finalmente, el año pasado, en el marco del plan de exhumaciones impulsado por
el Gobierno de Navarra, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la colaboración
del grupo de espeleología Satorrak, consiguió culminar el trabajo y certificar
el relato que había llegado hasta nuestros días”.
Hoy, ha añadido, 81 años después,
“las instituciones, los familiares, las asociaciones memorialistas y la
sociedad en general participamos en este acto de homenaje y reconocimiento a
aquellas víctimas inocentes que finalmente van a encontrar un descanso digno y
un recuerdo permanente de esta dura lección de la historia”.
La consejera ha aludido al cariño que
tanto el Ayuntamiento de Gaztelu como los vecinos y los familiares han puesto
en la preparación de este momento, en el que “queremos acompañaros para
transmitiros el apoyo y afecto que os faltó durante demasiado tiempo”.
Tras el acto de homenaje, se ha
procedido al traslado de los cuerpos desde la plaza hasta el cementerio donde
han sido inhumados.
deia/eitb
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