martes, 21 de junio de 2016

Franco me hizo terrorista. Memorias del anarquista que intentó matar al dictador.



En el verano de 1964 y con 18 años recién cumplidos, el anarquista escocés Stuart Christie viajó a España desde su Escocia natal, escondiendo una carga de explosivos bajo su ropa y con una misión: matar a Franco y cambiar así el rumbo de la historia española. Su temprana obsesión con el dictador había nacido algunos años antes, en los albores de su adolescencia, cuando sus familiares y su círculo de amigos adultos nutrían sus reuniones con anécdotas sobre la Guerra Civil y las Brigadas Internacionales en las que muchos de ellos habían participado. Pero quien más influyó en su vocación anarquista y antifranquista no fue ninguno de estos ex combatientes, sino una figura mucho más fuerte y determinante en el ideario de Christie: su abuela. « Básicamente, lo que ella hizo fue proveerme de un barómetro moral en el que se fusionaban el socialismo libertario y el anarquismo. Ella me dio la estrella que siempre seguí». Siempre guiado por su curiosa musa inspiradora, Christie comenzaría a contactar con algunos exiliados de la España franquista. En agosto de 1964, cuando su mundo aún no se extendía más allá del sur de Inglaterra, Christie recibió instrucciones para cumplir con su primera misión internacional. Y así comenzó un viaje lleno de insólitas peripecias, que acabó de una manera ciertamente insospechada por su protagonista.

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