La Sauceda es un pequeño territorio enclavado en pleno Parque Natural de
los Alcornocales, perteneciente al término gaditano de Cortes de la Frontera.
Cuenta la historia que en el siglo XVI sus habitantes se negaron en redondo a
obedecer las leyes y órdenes de Felipe II y que incluso llegaron a disponer de
un mínimo "ejercito" para enfrentarse a la todopoderosa monarquía de
entonces. Una zona desconocida para la mayoría de los españoles cuya principal
actividad económica en la actualidad se basa en el turismo rural y el producto
de la explotación controlada de los montes. Lo que la historia reciente de
España oculta o en el mejor de los casos nos ofrece ensombrecido son los
sucesos que allí tuvieron lugar durante los primeros meses de la Guerra Civil
española.
Cuando en 1936 las tropas sublevadas procedentes de África en su avance
hacia Sevilla y Madrid llegaron a La Sauceda y se hicieron militarmente con la
zona, hombres, mujeres y niños fueron torturados, asesinados y arrojados a
fosas comunes. Casas incendiadas, pertenencias y víveres expoliados como rapiña
de guerra, mujeres violadas barbaremente varias veces por la tropas, un
panorama de terror y un ensañamiento ajeno a la condición humana. Unos sucesos
escalofriantes a manos de la aviación nazi y el ejército franquista contra lo
que era el último bastión republicano en la zona de Cádiz. El cercano cortijo
del Marrufo, fue convertido por las fuerzas falangistas en centro de tortura y
exterminio, prisión improvisada y paredón de fusilamiento para los republicanos
de la zona y la de aquellos que, procedentes de la campiña jerezana y otras
poblaciones próximas de la provincia, habían elegido el valle como refugio ante
las represalias franquistas o fueron allí conducidas en cuerdas de presos. Las
victimas llevan casi 80 años esperando justicia.
En el mes de marzo del recién despedido 2014 ve la luz un documental
producido por el Foro de la Memoria del Campo de
Gibraltar bajo la dirección y guión de Juan Miguel León Moriche, realizado y
montado por Antonio Bermejo Canúa, su título: "La Sauceda, de
la utopía al horror", en el que a través de supervivientes a la
tragedia, o hijos y nietos de los asesinados o desaparecidos se deja testimonio
de lo allí sucedido junto a la exposición de la labor realizada desde el año
2011 para localizar las fosas comunes. En el verano de 2012 se encontraron los
primeros 28 cadáveres, el número estimado de restos humanos enterrados en la
zona es de 600.
A un trailer del documental puede accederse desde AQUÍ .
Un episodio más de terror, de crímenes contra la población civil a añadir a
la larga lista de los llevados a cabo por las tropas sublevadas contra la
República y de los perpetrados durante los largos años de represión franquista.
Unos crímenes aún impunes, unos crímenes que se intentan ocultar y dejar en el
olvido a pesar de las presiones internacionales para que en España se haga
justicia. Una actitud vergonzosa no solo atribuible al Partido Popular, también
la responsabilidad alcanza a otras fuerzas políticas, además de poner en tela
de juicio el comportamiento de la justicia española.
Según Floren Dimas, Delegado de AGE (Archivo,Guerra y Exilio) en la Región de
Murcia:
Dada su
naturaleza, los asesinatos del Marrufo están tipificados como Crímenes contra
la Humanidad por la legislación de la ONU, y su persecución objeto de la lucha
contra la impunidad y a favor de los Derechos Humanos, integrados en la
legislación española en virtud del capítulo III, artículo 96.1 de la
Constitución española de 1978, por tratarse de acuerdos internacionales de
obligado cumplimiento, suscritos y ratificados por el Estado español.
La impunidad
de aquellos hechos hasta el día de hoy, señala a la Justicia y al Gobierno de
España (el actual y los anteriores desde la extinción de Franco) bajo el
estigma de haber incurrido en el delito de denegación de auxilio a las
victimas, a los supervivientes, a sus familiares y representantes
legítimos.
La Ley
52/2007 de la Memoria Histórica, promulgada por el gobierno socialista del
PSOE, con la complicidad necesaria de IU, constituyó una "ley de
impunidad" complementaria y subsidiaria de la Ley de Amnistía de 1977,
para servir de marco a unas supuestas medidas, a unas "reparaciones"
al margen de la jurisdicción de justicia, por lo que dichas medidas carecen de
efectos jurídicos, además de resultar inútiles por carecer de partida
presupuestaria, estratagema en la que se ha venido amparando el Tribunal
Supremo para archivar cuantos recursos y querellas le han sido elevados, tanto
desde España como desde otros continentes
Las fosas
comunes de victimas del franquismo convierten a España en el país del
mundo, tras Camboya, con el mayor número de fosas sin exhumar y con el
triste primer puesto en el ranking mundial de países en número de
personas asesinadas desaparecidas.
Desde 1936 a
2015 ningún responsable franquista ha sido juzgado por aquellos crímenes.
Efectivamente el camino trazado no es el correcto, por él no se llega a
ningún lado. Las leyes de Memoria Histórica y de Amnistía lo impiden. Solo
siguiendo la doctrina creada e impulsada desde 2004 por el Grupo Nizkor se puede conseguir
una fiel exposición de la verdad y una justicia plena. Llevamos años oyendo
hablar de los innumerables defectos provocados por el ya popularmente conocido
como "régimen del 78", recientemente las nuevas formaciones políticas
llaman a su revisión cuando no a su derribo, pero nada se oye en relación con
la impunidad de los crímenes franquistas, unos crímenes a los que su naturaleza
de crímenes contra la humanidad hace imprescriptibles por mucho que la Ley de
Amnistía de 1977 se empeñe en mantenerlos impunes aún en contra de los muy
claros dictámenes de la ONU y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Por si el agravio a las victimas no fuera suficiente, el gobierno del
Partido Popular acaba de llevar a cabo una nueva repatriación, con cargo al
erario público, de restos de combatientes de la 250.ª División de Infantería de
la Wehrmacht, denominación germana de la División Azul, integrada por
voluntarios para luchar al lado de las fuerzas nazis en el frente soviético
durante la II Guerra Mundial, entre 1941 y 1943. Mientras esto sucede las
victimas republicanas no solo disfrutan del más absoluto olvido por parte del
gobierno español, además tienen que soportar su desprecio, tal y como lo
evidenció recientemente el actual portavoz del Partido Popular en el Congreso,
Rafael Hernando, declarando públicamente que "los familiares de las víctimas
de la dictadura franquista sólo se acuerdan de ellas cuando buscan
subvenciones". A raíz de estas declaraciones la Asociación para la
Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) interpuso una querella, querella
que como era de esperar fue rápidamente archivada por la justicia española.
Impunidad total y nuevo agravio a los familiares de las víctimas del
franquismo. ¿Hasta cuándo?
Benito Sacaluga
No hay comentarios:
Publicar un comentario