Los habitantes del antiguo Egipto llamaban a su país Kemet, traducido como “tierra negra” debido a la fertilidad generada por los limos negros depositados tras las crecidas anuales del río Nilo; todo ello en contraposición al desheret o "la tierra roja", que caracteriza al árido desierto, a los países extranjeros (por oposición a Egipto) y al Dios Seth, representante de la muerte. No por nada, en sepulturas subterráneas de aquella cultura se han encontrado papiros con antiguas escrituras en colores negro y rojo.
“Color de sangre tiene el fuego, / color negro tiene el volcán. / Colores rojo y negro tiene/ nuestra bandera triunfal.”, es la letra de la Internacional Anarquista, uno de los himnos ácratas más interpretados por la Federación Anarquista Ibérica (FAI), durante la Guerra Civil Española (1936-1939), aunque la organización ya contaba con el rojinegro distintivo desde su fundación, en 1927. Tenemos otro ejemplo claro: “Viva la FAI y la CNT/ luchemos hermanos/ contra los tiranos/ y los requetés/ Rojo pendón, / negro color, / luchemos hermanos/ aunque en la batalla/ debamos morir.”
Las interpretaciones más frecuentes aluden a que la bandera rojinegra une el negro del anarquismo con el rojo del sindicalismo o movimiento obrero; normalmente los colores están cosidos en diagonal, aunque las primeras banderas lo estaban de forma horizontal.
El poeta chileno Pablo Neruda (1904- 1973) narra algunas particularidades observadas durante su experiencia española, en medio de la Guerra Civil: “Los anarquistas habían pintado tranvías y autobuses, la mitad roja y la mitad amarilla. Con sus largas melenas y barbas, collares y pulseras de balas, protagonizaban el carnaval agónico de España. Vi a varios de ellos calzando zapatos emblemáticos, la mitad de cuero rojo y la otra de cuero negro, cuya confección debía haber costado muchísimo trabajo a los zapateros.”
En Costa Rica el rojo y negro fueron utilizados por el Centro de Estudios Germinal, organización anarquista fundada en 1912. Aunque hay usos anteriores de banderas que conjugaban ambos colores en Italia y México, la popularización definitiva vino cuando la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de España tomó el distintivo como enseña del anarcosindicalismo, en la década de 1920.
Hasta hoy la bandera rojinegra es uno de los símbolos más populares del anarquismo en algunos sitios y ya no se limita a representar el anarcosindicalismo en exclusiva, sino que también es usada por anarcopunks, anarcocomunistas, anarcomutualistas, etc.
De manera opuesta, la extrema derecha utilizó aquellos colores como distintivo; recordemos que la bandera nazi es roja y en un círculo blanco se enmarca la esvástica negra. Del mismo modo, los Camisas negras (en italiano, camicie nere), nombre dado a los miembros del Escuadrón de Acción paramilitar fundado en la Italia fascista de Benito Mussolini (1883-1945); también mencionemos a las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), al Partido político español de ideología nacional-sindicalista, fundado en 1931 y que en 1934 se uniera a la Falange Española.
Pero vale aclarar que, mientras la simbología anarquista le da a ambos colores una significación por sí mismos (los colores como emblemas), los nazis los utilizan como instrumentos visuales. Por su parte, los falangistas trataron de vender la idea de organización obrera y popular para convencer así a los sectores menos ideologizados de la izquierda a pasarse a la derecha.
Podemos mencionar un film dramático o de ficción que trata de reflejar la participación de la resistencia falangista en el Madrid republicano durante la contienda civil: Rojo y Negro, dirigido por Carlos Arévalo (n. 1942) a finales de 1941 y principios de 1942.
Acerca de este film, el historiador de cine Carlos Fernández Cuenca (1904-1977) lo considera como “de auténtica concepción falangista que se ha realizado, desde la alusión en el título de los colores de la bandera de la Falange Española hasta la declarada filiación de la protagonista y de sus camaradas a los ideales y a las conductas que la acción exalta.”
Sin embargo, encuentra ilógico el prefacio: “Creemos que Rojo y Negro está inspirada en un buen deseo: pero su exposición es tan difusa, que se presta a consecuencias indudablemente desacertadas. ‘Rojo de sangre y negro de rencor’ dice el prefacio presentación de la película.”
La simbología se pone una vez más de manifiesto en “Gallo rojo”, canción de la guerra civil española, también conocida como “Los dos gallos” y en donde se aprecia una clara contradicción cromática: “Cuando canta el gallo negro/ es que ya se acaba el día/ Si cantara el gallo rojo/ otro gallo cantaría (…) Gallo negro, gallo negro/ Gallo negro, te lo advierto/ no se rinde un gallo rojo/ mas que cuando está ya muerto”.
lunes, 27 de febrero de 2012
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Interesante el artículo, sin embargo decir que la canción "Gallo rojo", que dice ser una "canción de la guerra civil española" es realmente de Chicho Sánchez Ferlosio (aunque no por eso deja de ser buena, sus canciones bien pudieran haber sido del año 36).
ResponderEliminarSalud!
Gracias por tu comentario compañero/a.
EliminarSalud