lunes, 29 de octubre de 2012

ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS IDEAS ANARQUISTAS



      Es evidente que la teoría anarquista no surgió de una pieza, armada y presta a formularse, de una sola cabeza. Hasta llegar a la formulación de un Godwin, de un Proudhon, a la tesis polémica de un Bakunin, pasó por un largo período de maduración que se extiende desde los filósofos griegos, el pensamiento chino de Lao Tsé hasta nuestros días, pasando por la Edad Media, el Siglo de Oro español, el Renacimiento italiano, la Revolución francesa sin olvidar las agitaciones sociales del siglo XIX en Rusia, Italia, España, Francia, Alemania y la aportación de los economistas ingleses. 
      Sócrates, Heráclito, Demócrito, Epicuro, Epicteto Diógenes, Platón, Aristóteles, en el conjunto de su concepción filosófica aparecen ideas sobre el hombre, la vida, las pasiones, la sociedad, en las que hay atisbos de crítica común a lo que más tarde debía ser pensamiento anarquista. En los primeros apóstoles del cristianismo, las formulaciones aparecen aún más claras. En la propia Edad Media, calificada como período de máximo oscurantismo, fueron numerosos los pensadores que expusieron teorías audaces, demoledoras, socialmente hablando. En nuestro Siglo de Oro, el pensamiento ya se afina y se perfila. Baste sólo recordar el Discurso a los pastores del inmortal Cervantes. 
      Rabelais, Montaigne, Restif de la Bretonne, aportaron ya ideas concretas. El "Haz lo que quieras" rabelaisiano, inscrito en el pórtico de la abadía de Thelème, es todo un poema y todo un programa. 
      En las Utopías aparecidas por esa época -"La Ciudad del Sol", de Campanella y la "Utopía", de Tomás Moro- por el contrario, la obsesión autoritaria aparece muy presente. Pero, en cambio, en obras literarias del Renacimiento italiano, y sobre todo en las personas y el pensamiento de algunos de sus hombres -Vanini, Leonardo da Vinci, Giordano Bruno, Miguel Servet, Luis Vives, San Juan de la Cruz, por no citar más que algunos, se muestran las aspiraciones a la libertad, la concepción de un hombre en plena posesión de sus derechos individuales y deseando la justicia, la igualdad, la fraternidad sobre la tierra. 
      Pero es en el siglo XVIII, antes y durante la Revolución francesa, como las ideas más definidamente libertarias florecen y se manifiestan los llamados enciclopedistas y los hombres que prepararon en las conciencias la Revolución, llevaban ya en ellos las fórmulas que más tarde expresaran con mayor coordinación y fuerza, Proudhon en Francia, Pi y Margall en España. La aparición del famoso libro de Godwin "Investigación sobre la justicia política" y de la primera Declaración de los Derechos del Hombre de Paine,san ya considerados formando parte de los clásicos del anarquismo. En ellos, y en Coeurderoy, Rousseau, La Boetie, Bellegarrigue y Dejacques , encontraron Proudhon y Bakunin principios y críticas por ellos ampliados y profundizados. 
      En, los años II, III y IV de la Revolución francesa, cuando se escribe y se pronuncia por primera vez la palabra "anarquistas", como sinónimo de hombres con un pensamiento social y político revolucionario. El grupo de Los Iguales, Babeuf y sus amigos, fueron calificados de "anarquistas". Hubo incluso un joven barón alemán, Clotz, subyugado por los principios de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución, que los hizo suyos y que transformó su nombre patronímico convirtiéndolo en Anarchasis. 
      No es posible tampoco pasar sin citar la aportación al anarquismo de los individualistas americanos, sobre todo de Thoreau, Mackay, Tucker y Warren, que tanto contribuyeron a la evolución de la literatura y del pensamiento americano. No hay que olvidar que en un memento dado, hasta políticos como Jefferson, sintieron simpatía por el anarquismo. Ello explica el auge obtenido en Estados Unidos por el Movimiento Libertario, que llevó a la burguesía americana a buscar el pretexto para destruir la serie de organizaciones de grupos y de periódicos que existían en U.S.A. en los años 1880. El pretexto fue la huelga en la fábrica MacCormick de Chicago, la bomba arrojada contra la policía, obra probablemente de un agente provocador, el arresto y condena a muerte de los mártires de Chicago que dio origen al 1." de Mayo en 1886. 
      Figura señera del movimiento y de la literatura anarquista americana fue una mujer, muerta desgraciadamente muy pronto, Voltaire de Cleyre, hija de emigrados franceses y cuyo aporte como escritora y como poetisa es inestimable. 
      En otro capítulo de este estudio, al tratar del anarquismo internacional desde la Revolución rusa de 1917 a la Revolución española de 1936, hablaremos de otra mujer excepcional, Emma Goldmann. Aunque de origen ruso, la mayor parte de la vida de Emma Goldmann y del que fue su compañero, Alejandro Berkman, transcurrió en Norteamérica. 
      En Estados Unidos, como obra extraordinaria y perdurable, se citará siempre lo que fueron las joyas tipográficas, realizadas por un hombre que editó con amor y arte exquisitos diferentes obras maestras de la literatura libertaria universal y singularmente de Thoreau, Kropotkin, Reclus y Voltairine de Cleyre: Joseph Ishill, fundador de la célebre colección "Prensa de la Oropéndola". Nettlau lo admiraba profundamente y a la obra de Ishill dedicó un escrito. 
      Tampoco puede desdeñarse la aportación de los individualistas alemanes como Max Stirner, Nietzsche. Del primero citemos "EI Único y su Propietario" y del segundo "El Anticristo", "Así hablaba Zarathustra", "Genealogía de la Moral", "La Gaya Ciencia", etc., que tanta influencia tuvieron entre la juventud de fines del siglo XIX y principios del XX. Pero sería injusto olvidar lo que aportaron a las ideas libertarias, la obra y la acción de hombres como Juan Most, Gustavo Landauer, Rudolf Rocker, Max Nettlau, el austriaco Pierre Ramus y Fritz Kater, primer secretario de la Asociación Internacional de los Trabajadores, fiel a la Iínea bakuniniana, reconstruida en Berlín en 1922 y que pese a los múltiples avatares y persecuciones sufridas por las sindicales que la integran en los diversos países, la mayor parte caídos bajo regímenes de dictadura, aún existe. 
      Inglaterra fue, como Suiza, lugar de refugio, a últimos del siglo XIX, de perseguidos políticos. Allí fueron a parar Malatesta huyendo de Italia, Kropotkin, expulsado de Suiza y de Francia, Fernando Tarrida del Mármol, ingeniero y anarquista español, expulsado de España. Todos estos hombres aportaron al movimiento anarquista inglés y a la cultura británica en general contribuciones valiosas. Buena parte de la producción literaria de Kropotkin, así como Tarrida del Mármol, apareció en la famosa "Nineteenth Century", la célebre revista científica que fue exponente de las más audaces teorías. 
      Pero cabe recordar que Godwin y su "Investigación sobre la justicia política" están en los orígenes del anarquismo; que Darwin, con su teoría de la evolución de las especies, y Herbert Spencer, con su ·El Hombre contra el Estado·, sin ser anarquistas, verificaron y dieron base a numerosas afirmaciones libertarias. Es en inglés donde se editó, por primera vez, lo que consideramos obra fundamental de Kropotkin, "Ética: Origen y evolución de la moral" Sin calificarse específicamente de anarquistas, hubo hombres, como el poeta Shelley, primero, y el escritor William Morris, después, que expusieron ideas completamente libertarias y que nosotros consideramos como poetas y pensadores tan estrechamente emparentados con el anarquismo como lo fue Guyau en Francia. Tampoco es posible desdeñar el aporte de los economistas, como Stuart Mill y Henry James, entre muchos otros, cuya crítica y cuyo análisis fueron importantes y sirvieron de base a mucha argumentación libertaria. 
      En el terreno que nos es propio, la obra realizada por la revista "Freedom" llena varios años de actividades del movimiento libertario en Gran Bretaña. 
      En Bélgica, durante un período agitado de luchas políticas en Francia y en Alemania, se reencontraron allí también muchos hombres perseguidos por los gobiernos de los países en que nacieron o que, por oposición a los regímenes allí establecidos, en Bruselas buscaron asilo. Aparte el más conocido e ilustre de estos emigrados, Victor Hugo, no hay que olvidar la parte activa que tuvo en la creación y funcionamiento de la llamada Universidad Libre de Bruselas, nuestro compañero Eliseo Reclus, profesor en ella. 
      Naturales de Bélgica y figuras destacadas e insignes, cabe citar los nombres del filósofo Paul Gille, autor de "La gran metamorfosis" y del publicista Ernestan, cuyos escritos, de una limpidez y una elegancia de estilo inimitables, continúan siendo de actualidad permanente. 
      Más cerca de nosotros, tampoco es desdeñable la obra realizada por Hem Day y sus cuadernos "Pensamiento y acción". 
      En Holanda, una figura lo domina todo y ella sola basta para que el nombre de los Países Bajos ocupe lugar predilecto en este pequeño recuento de figuras libertarias: el de Domela Niewenhuis, uno de los pocos anarquistas que poseen un monumento público. La estatua de Domela domina el puerto de Amsterdam y dice el grado de influencia y el enorme prestigio adquirido por este hombre, uno de los mejores y más profundos pensadores anarquistas. 
      Bakunin tuvo en Holanda amigos fieles, que le ayudaron en su combate, como César de Paepe, que apoyó la actitud de su compañero en sus luchas contra Marx, que no vaciló en calificar a Miguel Bakunin de "agente del zarismo". Tal infamia ha sido recogida por discípulos de Marx, cuando de atacar y de difamar a los anarquistas se ha tratado. 
      En Rusia el nihilismo fue poco a poco adquiriendo fisionomía ideológica. Primero fue un movimiento de protesta y de acción contra los abuses y atrocidades del zarismo. 
      Por ejemplo, los llamados diciembristas no tenían características ideológicas muy definidas. Estaban movidos por un espíritu de justicia y por la vaga influencia del hegelianismo, pero aún no habían llegado a conclusión alguna. En ese ambiente de agitación casi mística se forjó el joven Bakunin y, con él, los primeros socialistas revolucionarios que, más tarde, se definieron como anarquistas. 
      Fue asimismo en ese clima de luchas, de persecuciones, de sacrificios y de actos individuales desesperados, como se formaron, surgieron e irradiaron hacia el mundo, el anarquismo científico del príncipe Pedro Kropotkin y el anarquismo cristiano del conde Leon Tolstoy. 
      Hay países en donde las ideas libertarias adquirieron más rápidamente influencia y difusión. En Francia, después de La Commune, se produjo un período de enorme actividad anarquista. Figuras como la de Luisa Michel, Sebastián Faure, Carlos Malato, Juan Grave y tantos otros que sucedieron a los Reclus y demás pensadores que, a su vez, habían ampliado Y definido el pensamiento proudhoniano, crearon periódicos, revistas y, unidos a los obreros sindicalistas revolucionarios como Pataud, Pouget, Pelloutier, Grifuelhes, etc.., constituyeron en 1905 la C.G.T. 
      Señalemos, para ilustración de los lectores, que de ese período del anarquismo en Francia, extraordinariamente rico, en el que florecieron numerosas revistas, como «Le Temps Nouveauxu, fundada por Kropotkin y continuada por Grave y en que nació "Le Libertaire", fundado por Luisa Michel y Sebastián Faure, la historia general apenas hace referencia. Lo que de él retiene, son los nombres de los que realizaron actos de terror, movidos por la desesperación Y guiados por las reacciones de sus temperamentos. Se cita a Vaillant, a Emilio Henry, a Ravachol; pero no se habla de Reclus, de Kropotkin, de Jean-Marie Guyau, estrechamente emparentados con el anarquismo y tantos otros. 
      Se citan los actos de Ravachol, pero no se dice que en aquellos tiempos aparecieron obras fundamentales como "El Hombre y la Tierra" y la "Geografía Universal" de los hermanos Reclus, "La Conquista del Pan", "El Apoyo Mutuo", "Campos, fábricas y talleres" de Kropotkin, "Ensayo sobre una moral sin obligación ni sanción", "La irreligión del porvenir", "El Arte desde el punto de vista sociológico", de Guyau, "La sociedad moribunda y la anarquía", de Grave, "El dolor universal" de S. Faure. Y paramos la lista, que se haría interminable. Siempre se ha procurado desfigurar al anarquismo y destacar sólo de él los aspectos de violencia o de ilegalismo. Así también, de los anos que precedieron a la primera guerra mundial, al tratarse del anarquismo, en Francia, no se cita más que la "banda Bonnot". Para nada se habla de las actividades culturales, sociológicas y sindicales de los anarquistas, como hemos dicho antes, primeros y auténticos creadores de la C.G.T. y del sindicalismo revolucionario. 
      En Italia, al producirse la división de la Primera Internacional, una parte siguiendo el pensamiento político de Carlos Marx, partidario de la acción múltiple y de la intervención parlamentaria y otra, la posición de Miguel Bakunin, partidario de la acción directa y revolucionaria contra el Capitalismo y el Estado, sin admitir la actuación política y mucho menos parlamentaria, convencido de que los socialistas que intervendrían en ella serían fatalmente absorbidos por el Estado al servicio de las clases dirigentes y poseedoras en Italia, repetimos, el movimiento anarquista adquirió inusitado auge e influencia. Justo es decir que en Italia surgieron figuras magníficas de pensadores y de revolucionarios, pertenecientes a todas las clases sociales, desde el aristocrático Duque de Pisacane, protector de Bakunin al que tanto ayudó financieramente, hasta el humilde obrero electricista Enrique Malatesta, pasando por grandes abogados como Pedro Gori y hombres de acción y de pensamiento como Giovanni Bovio, Cafiero y Merlino. 
      La realidad es que en Italia ha existido siempre un movimiento anarquista prestigioso y respetado, hasta por Mussolini, que tuvo a gala conservar en vida y en libertad vigilada a Malatesta, considerando que con ese gesto se honraba al fascismo, que respetaba a la figura más prestigiosa de un ideal que nunca cesó de inspirar simpatía a los italianos. Por eso, al producirse en 1945 la caída del fascismo resurgió con fuerza en Italia el movimiento libertario, aunque tradicionalmente muy influenciado por el individualismo. 
      En Rusia a donde había acudido a aportar su concurso a la revolución de 1936. murió a manos de los agentes rusos, en mayo de 1937. el pensador e historiador Camilo Berneri. Diseminados por el mundo, sobre todo en América latina, actuaron y vivieron grandes figuras del pensamiento anarquista italiano como Luigi Fabbri, Hugo Treni, Armando Borghi, Virgilia d'andrea y muchos otros. 
      Durante todo el siglo XIX y parte del XX, Suiza fue uno de los centros de reunión internacional de las anarquistas. Los rusos, perseguidos, allí iban a parar. Allí murió Bakunin. Y cuando se produjo la división de la Internacional, la Federación del Jura, una de las más importantes de la Primera Internacional, siguió la línea bakuninista. Había una potente organización obrera -la de los relojeros- y hubo un hombre, amigo personal de Bakunin, que tuvo enorme influencia sobre el proletariado suizo y los diversos grupos étnicos en Suiza refugiados. Nos referimos a James Guillaume. Muerto éste, le sucedió, en la misma obra y con' considerable influencía, Luigi Bertoni, que publicó durante largos años, "Le Réveil-Il Risveglio", revista en francés y en italiano, que había sido fundada por el propio Kropotkin, que en Suiza vivió también varios anos refugiado. 
      En América latina, donde mayor influencia e irradiación adquirió el anarquismo fue en Argentina. Es allí donde existió la única organización obrera que se calificó a sí misma de anarquista, la F.O.R.A. Se publicó allí un diario anarquista, órgano de la F.O.R.A., "La Protesta", que además constituyó una de las mejores bibliotecas de ediciones existente en el mundo a fines y principios de siglo. Nettlau publicó en ella diferentes obras de historia y allí empezaron a editarse las obras completas de Bakunin en español. Allí apareció la primera edición española de "Ética: origen y evolución de la moral" de Pedro Kropotkin. 
      El anarquismo argentino contó con grandes escritores, como José Ingenieros, Rodolfo González Pacheco, Teodoro Antilli, Emilio López Arango, con excelentes poetas, como Alberto Ghiraldo y Herminia Brumana. A primeros de siglo realizaron Luisa Michel y Pedro Gori una histórica labor de propaganda. Que ganó para el anarquismo miles de adeptos en diferentes lugares de Hispano-America. Todo esto duró hasta que las dictaduras, de Incloyen primero, de Uriburu después. lo aniquilasen todo encarcelando, deportando a los hombres más representativos de la izquierda y suprimiendo la prensa, ediciones y organizaciones obreras y políticas.
      Hubo otros hombres, a caballo sobre diversas nacionalidades y países, como Rafael Barret, nacido en España, pero que vivió en la Argentina, hijo de padre inglés y de madre española, como Enrique Nido y Pierre Quiroule, asiduos colaboradores de "La Protesta", pero que habían ido a parar allí después de múltiples avatares. 
      En México. la Revolución de 1910 estuvo profundamente marcada por la influencia anarquista, a través de la acción y de la presencia de tres hombres, entre otros muchos, que dejaron huella indeleble: Librado Rivers, Ricardo Flores Magón y Práxedes G. Guerrero, a quien se debe la frase de que más tarde de apoderó la Pasionaria; "Vale más morir de pie que vivir de rodillas". De pie murió Guerrero, ya que dio su vida por la libertad y los derechos de los campesinos mexicanos. 
      En el Perú, el anarquista González Prada es hoy considerado como un maestro de periodistas y de escritores, pues su estilo, la profundidad de su pensamiento hacen de él un hombre realmente excepcional. 
      Es imposible detallar todo lo que ha sido la influencia anarquista en ambas Américas y a través de los diferentes países. 
      El mundo ignora lo que ha sido la labor propagandística, cultural, de liberación de las conciencias y simplemente las manifestaciones artísticas del pensamiento mundial del anarquismo. 
      No puede esta breve síntesis dar más que una ligera idea de ello. 
http://www.inventati.org/ingobernables/textos/anarcorigen.htm
 

miércoles, 24 de octubre de 2012

El anarquismo africano


Escrito por: Deirdre Hogan (en Inglés) como comentario del libro African Anarchism: The history of a movement de Sam Mbah y I.E. Igariwey. Texto sacado de Workers Solidarity No 55 publicado en Octubre de 1998)
Poca gente asocia anarquismo con África. Sin embargo, está ciertamente comenzando a arraigar allí. Este libro está escrito por dos miembros de la Awareness League, una organización anarcosindicalista con aproximadamente 2000 afiliados en Nigeria. Comenzando con una buena introducción al anarquismo, los autores perfilan su relación con África en un intento para "enriquecer el anarquismo y los principios anarquistas con una perspectiva africana y para hacer un camino para África en el mundo libertario".
Aunque el anarquismo como movimiento social consciente es relativamente nuevo en África, las sociedades precoloniales africanas contenían muchos "elementos anárquicos". Este libro presenta un estudio muy interesante de las tendencias anarquistas en las sociedades tradicionales de África. A pesar de no ser realmente anarquista, aquellas sociedades, basadas en el comunalismo, estaban autogestionadas y eran independientes donde "cada individuo sin excepción tomaba parte, directa o indirectamente en los asuntos de la comunidad a todos los niveles."
Mbah e Igariwey continúan ilustrando su punto de vista dando tres casos estudiados de sociedades sin-estado en el África precolonial: los Igbo, el pueblo del Delta del Níger y los Tallensi. Algunas características comunes a estas sociedades eran la falta de centralización, un modo comunal de producción, y la ausencia general de estratificación social.
Llega el Capitalismo.
Las influencias capitalistas fueron primero introducidas en África durante la expansión económica que acompañó la Revolución Industrial en Europa. Los tratantes de esclavos y otros comerciantes extranjeros que tenían sus intereses en las regiones costeras facilitaron la ruptura gradual del modo de producción comunal. Luego la conferencia de Berlin y la consecuente partición de África aseguró la "entronización de los intereses imperiales sobre los de las sociedades tradicionales".
Así el trabajo asalariado, los impuestos, la introducción del dinero, comercio, inversiones y las instituciones sociales y la burocracia fueron traídos para mantener el sistema imperialista y son citados como las principales armas empleadas para incorporar África al mundo de economía capitalista.
Los autores discuten cómo la incorporación africana a la economía global fue periférica y "no trajo la ascensión completa a una economía capitalista, el resultado final fue, en la mayoría de los casos, una estructura capitalista distorsionada, desequilibrada". Esto le creó a África una cultura de dependencia hacia los países avanzados que hizo que los beneficios fueran (y todavía van) constantemente de África a los países capitalistas avanzados.
Otro importante efecto del colonialismo fue la formación de una nueva clase social. Por ejemplo, debido a las nuevas leyes de impuestos hacia la gente indígena, emergió un nuevo grupo de emigrantes asalariados.
En respuesta al estatus socio-político y económico inferior impuesto a la vasta mayoría africanos, comenzaron a surgir sindicatos. Mbah e Igariwey ofrecen un análisis detallado del movimiento sindical en Nigeria y en Sudáfrica, criticando sus estructuras jerárquicas. La carencia de perspectiva revolucionaria y las ambiciones políticas de sus líderes son algunas de las razones por las que las trade unions fallaron en maximizar su potencial.
¿Una vía africana hacia el socialismo?
Tampoco "el Afro-socialismo" – en su mayoría basado en el modelo Soviético/Europeo Oriental - tuvo éxito en cambiar el status quo. La mayoría de los hombres de estado post-coloniales de África vieron a los gobiernos fuertes como algo de vital importancia. En vez de creer que al pueblo africano capaz de organizar sus propias vidas, el partido principal o gobierno de turno era el encargado de guiar al pueblo. "Algunos de los regímenes más retrógrados, más reaccionarios que jamás pisaron suelo africano fueron socialistas, algunos guiados por oficiales militares que marcaron su camino hacia el poder."
Mbah e Igariwey continúan discutiendo las presentes crisis de África: la abyecta pobreza del 90% del pueblo codo con codo con la vasta riqueza y decadencia de los líderes políticos, el apaleamiento de los derechos humanos por parte de la clase dirigente, la enorme deuda exterior de las economías subdesarrolladas y dependientes de África y la corrupción política e inestabilidad social en todo África. Los autores llegan a la conclusión de que la única salida a la crisis africana es el anarquismo.
"Para en particular, el desarrollo a largo plazo es sólo posible si hay una ruptura radical con el sistema capitalista y el sistema de estado – los principales instrumentos de nuestro estancamiento". Ellos ven la vuelta a los tradicionales "elementos anárquicos" en el comunalismo africano como el próximo e inevitable paso. "La meta para una sociedad autogestionada nacida del deseo del pueblo de librarse del autoritarismo es tan atractiva como realizable en un largo plazo".
Este libro tan bien estructurado e informativo da un análisis único de África. Los autores hacen un estudio en profundidad de las causas de la crisis de África, destacando claramente el potencial revolucionario de África y las muchas razones por las que el anarquismo es verdaderamente la única salida.

lunes, 22 de octubre de 2012

viernes, 19 de octubre de 2012

Juan Montseny Carrito (Federico Urales)


El 19 de agosto de 1864 - algunas fuentes citan erróneamente 1863 - nace en Reus (Tarragona, Cataluña) el pedagogo, propagandista, intelectual y teórico del anarquismo catalán e hispano Juan Montseny y Carrito, más conocido como Federico Urales. Nacido en una familia humilde, su padre, de ideas republicanas, era alfarero y su madre, de familia carlista, obrera textil, aunque ambos alternaban estos trabajos con la venta de telas y mantas a los pueblos cercanos. Tuvo que compaginar desde jovencito del aprendizaje del oficio de botero con los estudios libres en clases nocturnas, y las lecturas, hasta que un profesor decidió ayudarle a costearse la carrera de Magisterio. En 1885 comenzó a militar en las luchas obreras y dos años después organizó las manifestaciones de protesta contra la ejecución de los anarquistas norteamericanos de Chicago. Comenzó como secretario de la Sección de Boters de Reus y en 1887 lo era de la Federación Comarcal Catalana adherida a la Federación Regional Española de la Asociación Internacional del Trabajo. En 1888 llegó a ser secretario general de la Federación de Boters de España. En 1890, debido a las manifestaciones y de las huelgas del Primero de Mayo, sufrió la primera detención gubernativa. El 19 de marzo de 1891 se unió civilmente con Teresa Mañé y Miravent, conocida ya en el mundo literario anarquista por el seudónimo de Soledad Gustavo, maestro de escuela como él, trabajaba como profesora de primera enseñanza en Vilanova y Geltrú (Garraf , Cataluña), donde había nacido. En 1892 se hará cargo, con su compañera, de la escuela laica de Reus. Ese mismo año, Federico Urales, fue nuevamente detenido por una hoja que publicó protestando por las ejecuciones de anarquistas en Jerez (Andalucía, España) de febrero del mismo año. Cuando el 7 de junio de 1896 explotó la bomba durante la procesión religiosa del Corpus Christi en la calle Cambios Nuevos de Barcelona, ​​Urales fue detenido de nuevo, considerado como un «elemento anarquista muy peligroso», en su escuela de Reus en medio de los alumnos, por la Guardia Civil y tuvo que recorrer los 115 kilómetros que separan esta ciudad de Barcelona, ​​a pie y esposado. Su actividad como escritor anarquista y como agitador había alcanzado pronto bastante eco en todo el ámbito estatal. De esta época son sus colaboraciones literarias e ideológicas en El Corsario, de A Coruña, y la publicación de sus primeros folletos doctrinarios y libros. Sus actividades sindicales y anarquistas y su acción educativa anticlerical pusieron en marcha los odios locales. Fue a consecuencia de la presión de las fuerzas reaccionarias reusenses que fue acusado e implicado en el proceso de Montjuic de 1897, incoado a resultas de la capacidad atentado del Corpus. Es desde las inmundas celdas del castillo de Montjuïc que comenzará a firmar bajo el seudónimo Federico Urales los artículos que saldrán clandestinamente, que serán publicados en el periódico madrileño El País, y que denunciarán la situación que padecían los presos anarquistas. Por su campaña en defensa de la libertad de los presos de Montjuïc sufrió un año de prisión y fue expulsado del país, junto con altas libertarios, y desembarcado en Liverpool (Reino Unido) en 1897. Después de pasar dos meses en el Reino Unido y otros dos en París, decidió volver a la península, entrando en Madrid clandestinamente el 28 de noviembre de 1897, cuando aún estaba en vigor el decreto de expulsión. Al llegar a Madrid, hizo contacto con Alejandro Lerroux, que entonces dirigía el periódico radical El Progreso, para proponerle una campaña de prensa y de opinión a favor de los presos encerrados en Montjuïc. La campaña de prensa, unida a manifestaciones públicas a todos los lugares importantes del Estado, sincronizada con otros grupos europeos, fue un éxito total, ya que Urales supo unir a la campaña de revisión del proceso todas las fuerzas progresistas de la Estado (republicanos, catalanistas, federalistas, etc.) y sólo disminuyó cuando España entró en guerra con los Estados Unidos. En junio de 1898 Federico Urales y Soledad Gustavo fundan La Revista Blanca, publicación quincenal que reunió las firmas más notables y brillantes de la izquierda intelectual de la época (Giner de los Ríos, Cossio, Ricardo Rubio, Azcárate, González Serrano, Dorado Montero, Miguel de Unamuno, Jacinto Benavente, Clarín, Anselmo Lorenzo, Teresa Claramunt, Fermín Salvochea, Ricardo Mella, Pi y Margall, Jaume Brossa, Pere Coromines, etc.). Un año después, La Revista Blanca amplió con un Suplemento semanal, que dos años después se independizó, recibiendo el nombre de Tierra y Libertad, uno de los diarios anarquistas más influyentes de toda la historia. Por aquella época Urales ya había sido procesado 95 veces y tomado, cinco, con la particularidad de que cuando estaba procesado no estaba preso y que cuando estaba preso no estaba procesado. Por estos años es acusado sin fundamento de enriquecerse, debido a una campaña orquestada por Camba, Azorín, Polo, Romeo y Nakens, entre otros. A partir de 1905 se retiró parcialmente de la propaganda activa y se consagró a escribir ya trabajar en diversos oficios, alternando Madrid y Cataluña. Para poder subsistir tuvo que solicitar una plaza de redactor en el periódico oficialista El Diario Universal. El 31 de mayo 1906 tuvo el atentado de Mateo Morral contra los reyes el día de su boda, y, como muchos otros anarquistas, Urales fue detenido varios días. Al ser liberado visitó en la cárcel a su amigo Francisco Ferrer Guardia, y cada día algún miembro de la familia le llevaba la comida. El conde de Romanones, propietario de El Diario Universal, hizo elegir a Urales entre el trabajo y Ferrer Guardia, acusado de complicidad de atentar contra los reyes. Urales no sólo renunció al trabajo sino que buscó abogado por Ferrer y fue testigo durante el juicio. Desterrado de Madrid por unos procesos de prensa, se instaló en Barcelona en 1911, y entró a trabajar en la redacción de El Liberal, al tiempo que escribía obras de teatro que eran estrenadas por Ricardo Puga el teatro barcelonés Romea (Flor deshojado, La conquista del pan, El aventurero desventurada, El último Quijote, fanatismos contra amor, etc.). Durante la Gran Guerra firmará un manifiesto a favor de los aliados. Retomó la publicación de La Revista Blanca el 1 de junio de 1923, que había sido suspendida desde 1905, ayudado ahora por su hija Federica Montseny, y que llegará a tener una tirada de 12.000 ejemplares. También comenzará a publicar unas populares novelitas sociales, respuesta anarquista a las populares series de la época (El cuento semanal, La novela corta, La novela de bolsillo, Los contemporáneos, etc.), En dos colecciones: «La Novela Ideal »(1925), con una tirada de 50.000 ejemplares, y« La Novela Libre "(1929), entre 25 y 30.000 ejemplares. A partir de enero de 1931 comenzará a publicar el semanario El Luchador, que publicará 182 números. En los últimos años de su vida desarrolló una incesante actividad, con el apoyo de su hija Federica, representante de la nueva generación. Durante la guerra civil no ocupó ningún cargo. Unas fiebres tifoidea aparecidas en 1935 habían disminuido su salud, pero siguió escribiendo novelas y material de propaganda. Tras la caída de Barcelona se trasladó a Montpellier (Occitania) y el 5 de febrero de 1939 moría en un hospital de Perpiñán su compañera Soldedad Gustavo. Luego fue a París para reunirse con el resto de su familia, pero tuvo que huir de la capital francesa cuando los nazis lo ocuparon. El gobierno de Vichy le asignó como lugar de residencia Salon (Aquitania, Occitania) donde murió, sin fuerzas físicas ni morales, el 12 de marzo de 1942. Entre sus obras podemos destacar Sociología anarquista (1890), Las preocupaciones de los despreocupados (1891), Consideraciones sobre el Hecho y muerte de Pallás (1893), La ley de la vida (1893), El Proceso de un gran crimen (1895 ), Sociología anarquista (1896), La religión y la Cuestión social (1896), La religión y la Cuestión social (1902), La anarquía en el Ateneo de Madrid (1903), Sembrando flores (1906), Una pelotera (1909) , Los hijos del amor (1922), Los grandes Delinqüentes (1923), El sindicalismo español y apoyo Orientación (1923), En la sociedad anarquista, la abolición del dinero (1924), Consideraciones morales sobre el Funcionamiento de una sociedad sin Gobierno ( 1926), La anarquía al alcance de todos (1928), Los Municipios libres. Ante Las Puertas de la anarquía (1932), El ideal y la revolución (1932), Mi vida (1932, autobiografía en tres volúmenes), La barbarie gubernamental en España (1933), La Evolución de la Filosofía en España (1934), entre otros. Además de Federico Urales, usó otros seudónimos, como Mario del Pilar, Siemens, Doctor Boudin, Remigio Olivares, Un profesor de la normal, Rudolf Sharfenstein, Ángel Cunillera, Antonio Galcerán, Ricardo Andrés, Un Trimardier, Charles Money, Ricos de Andes, etc.

jueves, 11 de octubre de 2012

EMMA GOLDMAN


Biografía y obras destacadas de Emma Goldman

·         Nace: 27 de junio de 1869
·         Lugar: Kaunas, Lituania
·         efemérides 27 de junio

·         Muere: 14 de mayo de 1940
·         Lugar: Toronto, Ontario, Canadá
·         efemérides 14 de mayo

Biografía: Anarquista lituana, pionera en la lucha por la emancipación de la mujer. Emma Goldman nació en el seno de una familia judía encargada de la administración de un hotel. En 1882, la familia se trasladó a San Petersburgo (Rusia) y dos años después, tras la imposición del padre que se casara por conveniencia, Emma Goldman se trasladó con su hermanastra a Estados Unidos, donde ingresó en una fábrica textil y experimentó los maltratos que sufrían los trabajadores. La protesta obrera conocida como "Revuelta de Haymarket" (1886), la motivó a unirse al movimiento anarquista, donde junto a escritor anarquista Alexander Berkman, encabezaron una campaña a favor de la liberación de los hombres que fueron apresados. En 1889, Emma Goldman se casa con un inmigrante ruso y obtiene la ciudadanía estadounidense, aunque tiempo después se separa, trasladándose a Nueva York para vivir con Alexander Berkman. Tiempo después se convirtió en la principal dirigente del movimiento anarquista, siendo encarcelada por varios años. En 1893, estando en la penitenciaría de las islas Blackwell, siguió profundizando en sus estudios anarquistas al tiempo que se interesó por la educación de los niños. Emma Goldman volvió a caer presa en 1901, acusada de participar en el complot de asesinato contra el Presidente William McKinley, en 1916 por distribuir un manifiesto a favor de los métodos anticonceptivos y un año después por conspirar contra la ley que obligaba al servicio militar en los Estados Unidos. Entre los periodos de libertad entre arrestos publicó "Anarquismo y otros ensayos" (1910), donde expone sus pensamientos. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Emma Goldman publicó sus convicciones pacifistas al tiempo que editó la revista anarquista "Mother Earth" (1916-1917), mientras se trataba su expulsión de Estados Unidos. En 1920 fue expulsada de Estados Unidos por considerarla "una de las mujeres más peligrosas de América", por lo que se dirigió a Rusia. Emma Goldman participó de la sublevación anarquista de Kronstadt, donde apoyó a los bolcheviques en contra de la división entre anarquistas y comunistas, hecho que se produjo durante la Primera Internacional. La cruel represión política que se vivió en Rusia luego de la revolución, el autoritarismo, la violencia desatada y las duras condiciones de trabajo desilusionaron notablemente a Emma Goldman, influyendo en sus ideas. En 1923, habiendo abandonado Rusia e instalándose en Canadá, deja constancia de su frustración en "Mi desilusión en Rusia".
Obras Destacadas
·         Anarquismo y otros ensayos (1910)
·         Viviendo mi vida (1931)
·         Mi desilusión en Rusia (1923)

domingo, 7 de octubre de 2012

Fallece Floreal Samitier Arroyos


Nos deja inesperadamente nuestro amigo y compañero Samitier, otro gran aragonés exiliado en Francia, trabajador infatigable por las ideas libertarias, persona de gran talante humano, de infinita capacidad de trabajo y sacrificio por sus ideales, que lo han sido y lo son de tantos miles de explotados del mundo.
SAMITIER ARROYOS, Floreal
Zuera (Zaragoza), 1934 / Francia, 25-9-2012. Hijo de Tomás Samitier Uruén (Riglos (Huesca), 1900) y Teresa Arroyos de la Torre. De origen altoaragonés por parte paterna, su padre era un trabajador ferroviario destinado en el Barrio del Portazgo, también conocido como el Barrio de la Estación de Zuera, barrio en el que nació Floreal. Su dura infancia, criado en una minúscula casilla de ferroviarios, se vio truncada dramáticamente por la sublevación militar y la guerra civil. Su padre Tomás, destacado militante anarquista de la CNT y la FAI zufariense organizó la resistencia en el Portazgo, pero ante la superioridad de los sublevados se evadió precipitadamente a la zona republicana. Teresa, la madre, se refugió en Riglos, donde fue detenida y encarcelada en Jaca donde pasó parte de la guerra hasta ser liberada. Sin sus padres, fue recogido por su abuela materna, Dolores de la Torre García, hasta que esta fue fusilada en Villanueva de Gallego (Zaragoza) el 7-4-1937 a la edad de 63 años. No fue la única víctima del fascismo en su familia, dos tíos paternos ya habían sido fusilados, en Huesca, Pedro Samitier Uruén el 5-9-1936 con 24 años de edad y en Zaragoza lo fue Maximiliana Samitier Uruén el 23-12-1936, ambos militaban en la CNT oscense.
Acabada la guerra, sus padres, lograrían refugiarse en Francia, mientras Floreal era internado en un colegio orfanato de Zaragoza regentado por monjas. Catorce años después, tras pasar toda clase de calamidades, hambre y desprecios como hijo de rojo que era, logró pasar la frontera y reencontrarse con sus padres en Francia. Asentado en Toulouse, se integró en el Movimiento Libertario en el Exilio del que no ha dejado de formar parte hasta su fallecimiento. Como militante anarquista y confederal ha sido asiduo en ocupar cargos de responsabilidad, formar parte de delegaciones y destacar como reconocido orador. Secretario de Organización de FIJL nombrado en el XI Pleno del exilio (noviembre de 1957), secretario de Organización del SI en 1965-1967 y de Administración en 1969-1971, secretario de la regional del exterior en 1991 y de nuevo a comienzos de siglo hasta 2012. Delegado a los Congresos de Montpellier (1965) y Marsella (1975) y por la CNT del exilio al Congreso AIT de 1967 y al Pleno Nacional de Regionales de Madrid de 1980. Mítines y conferencias en Burdeos (1971), Toulouse (varios en 1971, 1973, 1976), Marsella (1971, 1974 y 1975), Oviedo (1978), Montpellier (1980), París (1981), León (1991), Madrid (25-2-1994, conferencia en el Ateneo sobre la Montseny), Huesca (1999, Congreso sobre el exilio), Badalona (2001, en la inauguración de la Fundación Federica Montseny). Colaboraciones en Cenit (al menos hasta 2000), CNT, Espoir (1968), Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad.
Junto a José Luis García Rúa, es autor del libro, Siempre volviendo a empezar. La CNT dentro y fuera de España 1939-2009, editado en enero de 2011.
Nos deja inesperadamente nuestro amigo y compañero Samitier, otro gran aragonés exiliado en Francia, trabajador infatigable por las ideas libertarias, persona de gran talante humano, de infinita capacidad de trabajo y sacrificio por sus ideales, que lo han sido y lo son de tantos miles de explotados del mundo. Persona de trato sencillo, directo, con su humor socarrón al que nos tenía acostumbrados, y que vamos a echar de menos, siempre dispuesto a viajar, visitando a compañeros, a familiares, haciendo de guía por el universo del exilio español en Francia y siendo el cordón umbilical de los libertarios a ambos lados de los Pirineos. Su último, viaje, su última misión podríamos decir, le trajo a España como otros cientos de viajes de su dilatada vida de exiliado, para participar como delegado al Pleno Confederal de la CNT del pasado sábado 22 de septiembre de 2012. No dejó de visitar su casa en Zuera, ni a los hijos de los viejos militantes cenetistas de la localidad, compañeros de fatigas de su padre, ni de regreso a Francia parar a ver a la familia Arnal exiliados de Angüés (Huesca), retornados a su pueblo, donde antes del fatal accidente de circulación que le segó la vida, tomó su último café entre compañeros, entre hermanos, entre los que eran su otra familia formando parte de su querida CNT.
¡Que la tierra te sea leve, compañero! Siempre permanecerás en nuestro recuerdo, un fuerte abrazo para ti y los tuyos, salud.
Raúl Mateo Otal, Secretario de Prensa, Propaganda, Cultura y Archivos de CNT Huesca
 http://www.cnt.es/noticias/fallece-floreal-samitier-arroyos

jueves, 4 de octubre de 2012

Listado de Fosas Comunes en la provincia de Málaga


Málaga cuenta con 76 fosas comunes
La Junta de Andalucía presenta el Mapa de Fosas Comunes siendo la de San Rafael (Málaga) la más numerosa, con 4.461
La Junta de Andalucía ha presentado este martes el Mapa de Fosas Comunes en la comunidad tras siete años de trabajo y ha concluido que existen 614 en 359 municipios con 47.399 personas asesinadas por la represión franquista, de las que el 50% están identificadas.

Así lo han explicado en rueda de prensa el comisario para la Memoria Histórica, Juan Gallo; y el viceconsejero de Gobernación y Justicia, José Antonio Gómez Periñán, quien ha subrayado que esta labor "estaba pendiente desde hace años" y que ahora "es el momento de la dignificación de las víctimas" de la Guerra Civil y la posguerra.

El mapa, que desde hoy estará disponible en la web de la Consejería de Gobernación y Justicia, incluye datos con la fecha de apertura de cada fosa, el número de enterrados, una descripción del lugar, fotos aéreas y explicaciones del contexto histórico de cómo se produjeron los acontecimientos.

La mayoría de las fosas están en el interior de los cementerios (415), 21 están en el exterior de los camposantos, 54 en carreteras o caminos, 36 en vaguadas o barrancos, 17 en zonas edificadas y 71 en el capítulo denominado "otros".

Para elaborar el mapa de las fosas, lo que ya han hecho en Asturias, Cataluña y País Vasco, se ha contado con el trabajo de investigadores de las universidades públicas de Andalucía, asociaciones de memoria histórica, familiares de las víctimas y ayuntamientos.

El 90 por ciento de las fuentes de información usadas han sido testimonios orales y el resto de datos se han obtenido de registros civiles, de archivos judiciales y de los cementerios, según el viceconsejero, que ha destacado la labor "coral" para este trabajo y especialmente de los voluntarios.

Las 614 fosas sitúan a Andalucía como la comunidad con más enterramientos de este tipo del país, donde hubo 130.199 represaliados por el franquismo, según los datos de la Junta, que cita a Espinosa Maestre.

Gallo y Gómez Periñán han señalado que el cien por cien de los restos no se podrán identificar nunca porque algunos están en mal estado debido al uso de cal viva o porque no existen familiares para contrastar la información del ADN.

Además, en algunas fosas no hay restos porque sus familiares los sacaron a los pocos días para darles sepultura o porque también se llevaron al Valle de los Caídos "para rellenar", según Gallo.

La mayoría de las fosas están localizadas en Andalucía occidental y la Junta no descarta que existan más cubiertas por viviendas o bajo los nichos de algunos cementerios, aunque "no serán muchas más", ha precisado Gallo.

En Sevilla hay 130 fosas, en Huelva 120, en Cádiz cien, en Granada 86, en Málaga 76, en Córdoba 69, en Jaén 24 y en Almería nueve, y la más numerosa es la fosa de San Rafael (Málaga), con 4.461 cadáveres.

Existen fosas de pueblos con 1.400 enterrados, como en Nerva (Huelva), o con mil, como en Lora del Río (Sevilla), lo que resulta "sobrecogedor" por el número de represaliados en relación a sus habitantes, según el viceconsejero, quien ha agregado que ahora esperan "cerrar heridas y dignificar a personas destacadas por su entereza personal y coraje cívico".

De las 614 fosas, se han exhumado cadáveres a petición de los familiares en seis de ellas, y de los 359 municipios en los que hay fosas, en 172 existen o se harán monumentos a la memoria de los asesinados con subvención de la Junta.

La mayoría de las fosas se abrieron en el momento inicial de la guerra y la más reciente, en Sierro (Almería), es de 1947, donde se enterraron a maquis.

La consejería cifra en 8.367 los muertos por la violencia republicana en Andalucía de los 49.272 que hubo en todo el país. 

Numero de fosas en la provincia

Málaga. Existen un total de 76, con 7.471 víctimas
Por pueblosAlameda (1), Alfarnate (1), Alfarnatejo (2), Alhaurín el Grande (1), Almáchar (1), Almogía (2), Álora (3), Alozaina (1), Antequera (2), Archidona (2), Ardales (1), Arriate (1), Benaoján (1), Campillos (1), Cañete la Real (1), Cártama (19, Casarabonela (1), Casares (3), Coín (1), Colmenar (1), Cortes de la Frontera (1), Cuevas Bajas (1), Cuevas de San Marcos (2), El Burgo (1), Estepona (2), Fuengirola (2), Fuente de Piedra (1), Gaucín (1) Guaro (1), Humilladero (1), Jimena de Líbar (3), Málaga (1), Marbella (2), Mollina (1), Montejaque (1), Ojén (1), Periana (1), Pizarra (1), Riogordo (1), Ronda (2), Sierra de Yeguas (1), Teba (1), Tolox (2), Torremolinos (2), Torrox (1), Valle de Abdalajís (3), Vélez-Málaga (1), Villanueva de Algaidas (3), Villanueva de Tapia (1), Villanueva del Rosario (3), Villanueva del Trabuco (2) y Yunquera (1).
Exhumaciones. Cementerio de San Rafael de Málaga, la mayor fosa común de represaliados de la Guerra Civil y el franquismo, con más de 4.500 fusilamientos documentados. También se han recuperado los cuerpos de otras siete personas de ambos bandos en Alfarnatejo.
Proyectos. Se proyectan nuevas excavaciones en Villanueva de Cauche, Torrox y Álora.


·         Estos datos fueron dado oficialmente por a la junta de Andalucía en el años 2011, a la fecha de hoy  el numero  aumentado, ya que se está encontrando y exhumando nuevas fosas como la de este verano en Istán

El olvido es el peor de los castigos.
Quien olvida el pasado, no es digno del presente.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Memorias del guerrillero José Moreno Salazar


Esta es la historia de un hombre que anduvo en la guerrilla anarquista en Andalucía hasta que todo su grupo fue aniquilado por la guardia civil. Sobrevivió malherido, y desde entonces hubo de llevar una vida de huido durante toda la Dictadura franquista. Nunca dejó de ser un verdadero luchador libertario, pero a través de una vida clandestina y la necesidad le obligó a vivir retirado muchas veces sin poder seguir participando de una lucha directa que la organización ya no podía mantener.
Su nombre fue José Moreno Salazar, y falleció el pasado 2007 a los 84 años de edad. Había nacido en Bujalance, Córdoba en 1923. Era el tercero de los siete hijos de una familia de braceros del campo. Se crió en el seno de unas gentes y un pueblo de larga y sólida tradición libertaria. Vivió la guerra en Córdoba y Jaén como refugiado en condiciones durísimas.
Durante la guerra el pueblo estuvo gobernado, hasta su ocupación por las tropas franquistas, por un Comité del Frente Popular organizado por militantes de la CNT. El principal dirigente político del municipio era Francisco Rodríguez Muñoz que presidió el comité local, luego fue comandante de la 88 Brigada Mixta del Ejército Popular, y acabó la guerra al mando de la 38 División. Junto a él destacarían después en la resistencia sus dos hermanos Juan y Sebastián.
Tras la guerra y con 14 años, José Moreno Salazar formó parte de la red de enlaces que intentaba sostener a los milicianos huidos que mantenían la lucha guerrillera en la campiña y la sierra cercanas a Bujalance, Montoro, y un amplio territorio entre las provincias de Córdoba y Jaén. Prácticamente toda la familia, y hasta una mayoría de vecinos, colaboraba activamente con la guerrilla.
Tras la derrota, la represión llevó a la cárcel al padre de José Moreno Salazar, luego fueron detenidos sus hermanos Antonio y Francisco, y también su madre, y ferozmente torturados hasta dejar inválido para toda su vida a Antonio, que fue condenado a 20 años de cárcel que hubo de cumplir en Burgos casi en su totalidad. El padre fue condenado a 12 años y trasladado al penal de Vitoria.
El grupo de resistentes en la sierra llegó a contar con unos catorce combatientes, todos de filiación anarquista, dirigido por los hermanos Rodríguez. La red de enlaces en los diferentes pueblos y cortijos abarcaba a cientos de vecinos.
La serie de detenciones y torturas sobre la familia siguió hasta el punto de que él mismo hubo de huir a la sierra a unirse al grupo guerrillero en 1941. En el pueblo se había fusilado en ese periodo de posguerra a numerosos conocidos y amigos de José Salazar, algunos en su presencia. Él había sufrido dos detenciones más que le costaron tremendas palizas por parte de la Guardia Civil.
Durante dos años permaneció en la resistencia armada en el monte participando de numerosas acciones en diferentes pueblos y caseríos, entre las que se encuentran choques con fuerzas de la Guardia Civil que fueron mermando la capacidad de resistencia del grupo.
Al final esta guerrilla fue aniquilada en el caserío de Mojapiés, provincia de Córdoba, en enero de 1944, por la delación de un chivato de la Guardia Civil infiltrado.
Sólo hubo dos supervivientes, un compañero que estaba lejos de la zona en ese momento y al que haría preso la guardia civil poco después y que sería torturado y fusilado al poco tiempo, y él mismo.
Tras durísimos interrogatorios pasó José Moreno a la cárcel de Córdoba en espera de juicio. Sabiendo que le pedirían varias penas de muerte, consiguió evadirse en diciembre de aquel año.
Tras la evasión consiguió llegar, primero a Manzanares, en la provincia de Ciudad Real, donde permaneció refugiado en casa de compañeros de la organización en la clandestinidad, y luego a Madrid.
En Madrid trabajó de peón de albañil en diferentes obras en situación muy precaria, en contacto con la organización que estaba casi totalmente desarticulada y sin medios de supervivencia, hasta que acosado por la Guardia Civil hubo de volver a huir, esta vez hacia Valencia.
Al cabo de agotadoras peripecias y huidas se instaló en Algemesí, provincia de Valencia, en 1945, donde se dedicó a todo tipo de trabajos y consiguió sobrevivir gracias al estraperlo de arroz de acuerdo con algunos compañeros de la zona.
Nuevamente huido para no ser reconocido, trabajó en el campo en Cataluña y Aragón y acabó instalándose en Barcelona con un negocio de venta de fruta en el barrio chino, de donde hubo nuevamente de huir ante la posibilidad de ser descubierto por los numerosos hijos de Bujalance, Montoro, Bailén, y otros lugares próximos a su lugar de nacimiento y actividades clandestinas, que se habían instalado en la ciudad y amenazaban con acabar reconociéndole.
En 1949, la Guardia Civil de Córdoba mató a un guerrillero solitario que quedaba en el monte. No sabiendo quien era y estando sumamente desfigurado el cadáver certifican la muerte de José Moreno, y dan la noticia a la prensa local. A partir de ese momento José Moreno deja de ser buscado, pero no puede dejarse ver por nadie que le hubiera conocido sin peligro de echar abajo toda su estrategia de huido.
Consiguió comprar documentación falsificada a nombre de Antonio Pérez Sánchez y con ella se instaló nuevamente en pueblos de Valencia donde trabajó en todo tipo de faenas y llegó a casarse, tuvo hijos, que nunca llevaron, ni siquiera en la actualidad, sus verdaderos apellidos, pero al cabo de los años se hubo de trasladar nuevamente a lugares más escondidos donde nadie pudiera conocerle. Se acabó refugiando en unos pueblos de la zona de Cuenca donde trabajó irónicamente vendiendo seguros de defunción.
Años después de la llegada de la democracia consiguió documentación real a su verdadero nombre, y siguió trabajando en Osa de la Vega como agente de seguros hasta su jubilación. No percibió ningún apoyo del Estado, ni económicamente, ni de ningún otro tipo, por sus años de guerrillero, de cárcel o de huido sin posibilidades de trabajo formal. Vivió con su mujer con una pensión mínima y falleció en casa de su hija en el año 2007.
En 1954 recogió en una libreta, que escondía cuidadosamente, su memoria de la vida de guerrillero y de huido. Años después pasó a máquina sus apuntes y en 1982 añadió un colofón con lo más significativo de esos últimos años, además de corregir y aumentar el texto.
Este es el documento del que disponemos en la actualidad, acompañado de un buen número de fotografías de su familia en los años de la resistencia. Es un relato impresionante de su vida, incluyendo una continua descripción de aquellos años de hambre y represión violenta puesta en primera persona por un hombre muy lúcido que nunca perdió sus ideales anarquistas y que hubo de desenvolverse en condiciones extremas para sobrevivir.
Recientemente el excelente historiador cordobés Ignacio Muñiz consiguió localizar en la Capitanía General de Sevilla el legajo con el Consejo de Guerra al que fueron sometidos tanto José Moreno como casi un centenar de vecinos del pueblo tras la desarticulación y muerte de todos los guerrilleros a excepción de él y el otro que fue preso en lugar muy alejado y fusilado. La lectura del Consejo de Guerra con las declaraciones de todos los detenidos a la guardia civil y a los jueces militares, establecieron con absoluta claridad que estas memorias son totalmente verídicas, y que José Moreno contó en ellas las cosas exactamente como, por desgracia, brutalmente ocurrieron. 
publicaciones de :La guerrilla libertaria cordobesa de los jubiles
El guerrillero que no pudo bailar - resistencia anarquista en la posguerra andaluza
Las luchas libertarias del campesinado
Los perseguidos
http://www.lamalatesta.net/product_info.php/products_id/4423

miércoles, 26 de septiembre de 2012

lunes, 24 de septiembre de 2012

LOS MALAGUEÑOS DE MAUTHAUSEN



Desde el final de la Guerra Civil española, la gran mayoría de los exiliados republicanos y revolucionarios se refugiaron en Francia y fueron internados en campos de refugiados próximos a la frontera española. La mayor parte de ellos se alistó luego en las Compañías de Trabajadores Extranjeros, dirigidos por el mando militar francés, o participaron en las actividades clandestinas de la Resistencia gala, tras la ocupación alemana. Los que tuvieron la desgracia de ser capturado ejercitando algún tipo de actividad contra el ejército de ocupación fueron enviados a diversos campos de concentración, particularmente al centro austriaco de Mauthausen.
Sobre la gran puerta que accedía al recinto había colocado un frontal en el que se podía leer: “Vosotros que entráis, dejad aquí toda esperanza”.
-El infierno de Mauthausen-
Pocas semanas después de producirse en 1938 la anexión de Austria por Alemania, se empezó a construir en el municipio austriaco de Mauthausen un campo de concentración destinado para los adversarios declarados del régimen nacional- socialista. La entrada del campo estaba coronada por una enorme águila hitleriana y sobre la gran puerta que accedía al recinto había colocado un frontal en el que se podía leer: “Vosotros que entráis, dejad aquí toda esperanza”. Con el paso de los meses, se convirtió en uno de los centros con mayor mortandad del Reich alemán, al servirse, sobre todo, de los prisioneros para la realización de trabajos, en unas condiciones inhumanas, en la cantera que existe en el lugar.
De los 200.000 presos que entraron en el campo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, más de la mitad de ellos murieron por la fatiga física derivada de los durísimos trabajos a que eran sometidos, la deficiente alimentación y las devastadoras epidemias causadas por las infrahumanas condiciones higiénicas del campo. En muchas ocasiones fueron torturados hasta la muerte, matados a tiros por los guardias de las SS o ahogados en las cámaras de gas de Mauthausen, en el campo dependiente de Gusen o en el Instituto de Eutanasia de Hartheim. Por este lugar pasaron más de 7.000 republicanos y revolucionarios españoles y sólo alrededor de 2.000 sobrevivieron a los años de cautiverio, convirtiéndose en el campo nazi que vio morir a más españoles en este período.
Mauthausen no fue un campo en el que se aplicase la “solución final” contra los judíos, como lo fueron Auschwitz, Sobibor o Treblinka, pero sí se puede catalogar como centro de exterminio por el uso de las cámaras de gas y los extenuantes trabajos forzados que sufrieron los prisioneros que llegaron a él. A ello se añade los numerosos casos de experimentación médica con humanos, que hizo que miles de personas fueran utilizadas como cobayas por parte de médicos alemanes para comprobar, por ejemplo, la eficacia de las inyecciones letales.
A partir del campo central de Mauthausen, se fue desarrollando gradualmente, y de manera reforzada en el año 1943, un complejo sistema de campos dependientes, a los cuales los prisioneros fueron distribuidos y forzados, principalmente, al trabajo en la industria del armamento.
Estos campos desarrollaron su actividad en dos fases. Una primera sería el exterminio puro y simple, que va desde su creación en 1939 hasta el año 1942. La segunda fase, hasta el 7 de mayo de 1945 en que quedó liberado el campo, se organizaba a base de trabajos de esclavo, debido a las necesidades crecientes de la guerra.
-Los cerdos del capitán-
La forma como los responsables del campo de Mauthausen lograron deshacerse de muchos de los allí confinados fue mediante la innecesaria construcción de un escalinata de 186 peldaños que la hacían subir cargados de enormes piedras procedentes de una cantera que estaba situada en el nivel más bajo del campo, con el fin de aumentar la penalidad y fatigas de su ascenso; las condiciones insalubres del campo, una insuficiente alimentación y la mala asistencia médica hacieron el resto.
Imagen de la escalinata de 186 peldaños que los judíos habían de subir diariamente cargados de enormes piedras.
Según dejaron escrito en su libro Los cerdos del capitán Eduardo Pons Prados y Mariano Constante (Editorial Argos/Vergara, 1978), “los judíos, nada más entrar en el campo, eran enviados a la llamada Sección Disciplinaria, que era la de los hombres encargados de subir las piedras durante toda la jornada, a un ritmo demoledor. Cada mañana, antes de empezar a acarrear piedras, los SS encargados de vigilarlos preguntaban si había algún voluntario para el suicidio, arrojándose escaleras abajo. A estas barbaridades, como es lógico, nadie respondía, pero después del primer viaje de piedras, volvían a repetir la pregunta. Entonces, algunos de ellos, desesperados, se lanzaban al vacío. Y así cada viaje”.
-Ciento cuarenta y dos malagueños- 
En el campo de Mauthausen, durante seis años fueron maltratadas, humilladas, escarnecidas y reducidas a peleles humanos por agotamiento físico criaturas de diferentes nacionalidades, y también de España… y muchos malagueños. Aunque se tenía constancia de que muchos paisanos nuestros habían sido internados en ese campo en concreto, hasta hace relativamente poco tiempo desconocíamos el número de los que no llegaron a salir con vida de él: 142 malagueños no lograron escapar de aquel infierno.
Ninguno de esos 142 pudo sobrevivir a aquel horrendo holocausto, pero quienes lograron salir con vida de aquel ignominioso cautiverio se unieron en la Internacional Amical Mauthausen, no sólo para dar a conocer al mundo los horrores de la etapa que vivieron, sino para rendir homenaje a los compañeros que fueron víctimas del sistema represor que los estuvo masacrando de manera tan impune.
Se sabía que muchos malagueños encontraron la muerte en este campo de concentración, pero se ignoraban sus nombres y lugar de nacimiento. Esta relación de 142 personas formaba parte del material literario y gráfico de la exposición que, con motivo de unas Jornadas sobre Racismo y Medios de Comunicación, se abrió en la Facultad de Ciencias de la Información de Málaga, desde el 28 de enero de 1997 hasta el 15 del siguiente mes.
Los malagueños que dejaron su existencia en el campo de Mauthausen eran oriundxs de Málaga capital y de 44 pueblos de su provincia, así como de las barriadas de Churriana y Olías y pedanía de Gibralgalia.
Por el número de muertes, a la cabeza figura la capital con 38 personas; segunda, Antequera, con 11; Vélez-Málaga, con 7; Marbella, con 6; Carratraca, con 5; Ronda y Ardales, con 4, y, entre 1 y 3, pueblos, pedanías y barriadas, como Fuengirola, Nerja, Alhaurín el Grande, Cortes de la Frontera, Campillos, San Pedro de Alcántara, Valle de Abdalajís, Jimera de Líbar, Genalguacil, Gaucín, Arriate y Arenas.
De los 200.000 presos que entraron en el campo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, más de la mitad de ellos murieron por la fatiga física derivada de los durísimos trabajos a que eran sometidos, la deficiente alimentación y las devastadoras epidemias causadas por las infrahumanas condiciones higiénicas del campo.
Los malagueños de la capital muertos, con los posibles errores que puedan existir en el orden y grafía de los apellidos, por haber sido tomados muchas veces de oído por compañer@s del mismo campo de exterminio, son los siguientes:
José Domingo Cruz de la Diego, Eduardo Brandi Martín, Antonio Díaz Salas, Cristóbal Díaz Villega, Andrés Díaz Valderrama, José Cobos Sánchez, Eduardo Nieto González, Manuel Rojas Palomo, Laureano Vallejo Román, Lázaro Sardá Cánovas, Juan Ruiz Alguera, Manuel Sánchez Rodríguez, Francisco Pérez Sánchez, José Romero García, Francisco Román Román, Manuel Ramírez Vaca, Enrique Ríos Llorente, Manuel Silva Cabello, Francisco Benítez Mariano, Juan Vicario Román, José Pérez Bardenas, Antonio Sepúlveda Rueda, Manuel Martínez Jiménez, Lorenzo Torres Hijora, Antonio Solves Laborda, Emilio Moreno Medrano, Andrés Montiel Lucas, Rafael Montillo Vaquero, Ángel Palomar Caladrín , Antonio Pérez Burgos, Eduardo Díaz Lagos, José Gil Molina, Luís García López, Manuel Méndez Molina, Francisco Fernández Vidal, Tomás Gil Guillén, Eduardo Nieto Ramírez y Ramón Lozano Martínez.
-De la provincia-
La relación de malagueños muertos en Mauthausen de las barriadas, pedanías y pueblos de la provincia totalizan, como ya se ha comentado más arriba, 104 personas. Las fechas de sus muertes se anotan en 1940, 1941, 1942 y 1943, y, de estos años citados, corresponde el mayor número de víctimas a 1941, con 84 muertos.
Alameda: Juan Corredera Pérez.
Alhaurín el Grande: Pedro Rueda Vázquez.
Almáchar: Adolfo España López.
Almogía: Pedro Leiva Pino y Pedro Díaz González.
Álora: Antonio Ramos Sánchez, Juan Rodríguez Gil, Antonio Díaz Gutiérrez.
Antequera: Francisco García Villalón, Antonio García Méndez, Francisco Lara Moreno, José Hidalgo Reguero, Antonio Muñoz Guerrero, José Navarro Bravo, Antonio Morea Lara, Francisco Zurita Cuenca, Juan Martín Padilla, Rafael Rubio García y Antonio Escobar Navarro.
Archidona: Serafín Suárez Luque y Manuel Pena Lara.
Ardales: Antonio Trigo Ortega, Joaquín Cantalejo Sánchez, Juan Rodríguez Naranjo y Pedro Sánchez Muñoz.
Arenas: Antonio Ariza Hurtado. Arriate: Juan López Sánchez.
Benagalbón: Lucas Carne Escaño, Manuel Montaner Amaya y Bernardo Ruiz Rodríguez.
Benamargosa: Antonio Hijazo Clavera y Antonio Gómez Jiménez. Juan Gutiérrez Pera. Campanillas: Francisco Suárez Cánovas.
Campillos: Juan Verdún Verdún.
Canillas de Albaida: Celedonio Gallardo Pérez.
Cañete la Real: Francisco Rodríguez Navarro, Antonio Braceo Martín y José Gómez Gómez
Carratraca: Miguel Guerrero Casido, Federico Aureoles Rubín, Juan Ponce López, Salvador Moreno León, Miguel Guerrero Rodríguez y José González Jiménez.
Cartaojal: Manuel Carvajal Vázquez.
Casarabonela: Diego Cantarero Ballestero.
Comares: Miguel Bustos Muñoz.
Cortes de la Frontera: Sebastián Aguilar García, Antonio García Arillo y Manuel Vega Gutiérrez.
Cuevas Bajas: José Gómez Artacho y Andrés Cruz Valle, Sebastián Aguilar García, Antonio García Arillo y Manuel Vega Gutiérrez. José Gómez Artacho y Andrés Cruz Valle.
Cuevas del Becerro: Rafael Villarejo Nieblas y Francisco Perujo González.
Cártama: Francisco Gómez Cañete.
Churriana: Francisco Castillo Briales.
Estepona: Antonio Guerrero Reyes, Francisco Berrocal Palacios.
Fuengirola: José Marfil Escalona, José Leyva González y Francisco Díaz Burgos.
Gaucín: Andrés Ortega Mateos y Cristóbal Tineo Vázquez.
Genalguacil: Juan Rodríguez Trujillo y Domingo Trujillo Herrera.
Gibralgalia: Juan Gómez Marcilla.
Guaro: Diego Ruiz Agüera y Felipe Fernández Sánchez.
Igualeja: Lisboa Ruiz González.
Istán: Francisco Granados Ortiz y Gonzalo Granados Ortiz.
Jimera de Líbar: Fernando Téllez Carrasco, Juan Téllez Moreno y Domingo García López.
Junquera: José Mateo Rivas y Antonio Piñeiro Mateo.
Marbella: Manuel Pérez Matera, Miguel Morelló Cerece, José Martín Bizano y Andrés López Cubas.
Nerja: Antonio Cerezo Cutilla.
San Pedro de Alcántara: Álvaro Mayen Cuellas.
Torrox: Antonio Rico Rodríguez.
Totalán: Francisco Montaner Castillo.
Valle de Abdalajís: Juan Castillo Pérez, Antonio Rico Rodríguez. Francisco Montaner Castillo.
Vélez-Málaga: Juan García Fernández, Francisco Jiménez Salido, Antonio Pérez Galindo, Juan Pérez Díaz, José Martín Ortiz, Juan García Quintana y Antonio Gálvez Gálvez.
El afán de los dominadores era reducir a los deportados, por una doble acción física y moral, a la condición de bestias antes de hacerlos morir.
-Absurdo universo-
En los campos de exterminio, no existía ninguna posibilidad de redención, perdón, piedad ni ley. El afán de los dominadores era reducir a los deportados, por una doble acción física y moral, a la condición de bestias antes de hacerlos morir. Y ello, por distintos procedimientos: la degradación física por agotamiento, la sed y el frío, en interminables esperas en las noches de invierno, desnudos en la nieve, para pasar una revista médica; por falta de descanso, por los golpes que les llovían por todas partes.
A todos estos posibles azares hay que unir la degradación moral que, al actuar sobre organismos debilitados, creaba un estado de angustia perpetua, una soledad de tensión en medio de elementos hostiles. En este universo espantoso, absurdo y perverso, sin norte preciso, sin seguridad, sin justicia, sin esperanza, en donde todo era posible.
Fuente: G.A.S. (Grupo de Acción Social) 
Extraido de: http://www.gibralfaro.uma.es/historia/pag_1699.htm