domingo, 22 de noviembre de 2015

Me he cargado a un rojo”, dijo, y huyó a Santo Domingo


Campamento de Fuerza Joven en 1980 en San Lorenzo de El Escorial (Madrid)

José Llobregat, 'El loco', se fugó de España en 1980 antes de ser juzgado por la muerte del joven anarquista Jorge Caballero. Hoy, se esconde en El Caribe
 Dos ultras, implicados en la muerte de un anarquista, condenados a   multa de 50.000 pesetas

JOAQUÍN GIL

José Llobregat Ferré es un deportista nato. Su pasión es el golf. Ha ganado competiciones en el campo Isabel Villas  de Santo Domingo, donde reside con su esposa y dos hijos. Tiene 51 años y trabajó hasta hace dos en un holding familiar de construcción. En la capital del país caribeño, donde pasa por ser el hijo de un adinerado clan, nadie conoce su secreto. “De lo que pasó no se habla en mi familia”, confiesa uno de sus seis hermanos.
La historia oculta de José Llobregat, El Loco, comienza a escribirse la noche del 28 de marzo de 1980 en la entrada del antiguo Cine Azul de la Gran Vía de Madrid. Tenía entonces 16 años y acompañaba a nueve camaradas de Fuerza Joven —las juventudes del partido ultraFuerza Nueva— a realizar pintadas conmemorativas del 1 de abril, el día de la victoria franquista en la Guerra Civil. Jorge Caballero, un administrativo de 21 años afiliado a la CNT que trabajaba en la constructora Agroman, se cruzó con la comitiva cuando salía con su novia del cine, de ver La naranja mecánica. El anarquista portaba en la solapa una “A” blanca sobre fondo negro bordada por su madre. Los ultras la emprendieron a golpes contra él con palos de kárate. Llobregat asestó a la víctima la puñalada definitiva que acabaría con su vida dos semanas después en la cama de un hospital, según la investigación. La secuencia se desarrolló bajo el grito de “¡Anarquista de mierda!”. El Loco se fugó de España antes de ser arrestado. Y ha estado escondido 35 años.

                                 José Llobregat, 'el Loco', en una imagen de 2004.
Durante este tiempo, Llobregat ha estudiado arquitectura. “Quiere montar una empresa”, confiesa un familiar. Y ha trabajado en la compañía de construcción y promoción inmobiliaria fundada en 2000 por sus padres en Santo Domingo. La firma, que tiene una delegación en Marbella, levanta torres de edificios de lujo. Y ha concebido proyectos como un rascacielos con vistas al mar caribeño. El complejo tiene 27 plantas, 1.500 metros de oficinas y 600 plazas de garaje.
Llobregat es alérgico a Internet. Carece de perfil en las redes sociales. No tiene teléfono fijo a su nombre (ni al de su esposa). Y hasta hace un año y medio residió en Arroyo Hondo, una zona de clase media en la capital de la República Dominicana, según confirma por teléfono su guardia de seguridad.
La facilidad con la que El Loco huyó del país fue un escándalo en la España de los ochenta. “La policía tenía localizados a todos los fascistas de Fuerza Nueva. Sin embargo, la noche que murió Jorge Caballero, los agentes arrestaron a todos sus agresores menos a José Llobregat”, recuerda la abogada Ángeles López Álvarez, que ejerció la defensa de la familia de la víctima. “Un policía me dijo que Llobregat se había fugado a EE UU pero desde 1980 no sabíamos dónde se encontraba”, añade la letrada. La única pista de su paradero fue un un aviso de Interpol Viena en junio de 1986 que nunca llegó a concretarse porque la justicia española no preguntó a la policía austriaca si tenía localizado al fugitivo.
El Loco no fue juzgado. Fue declarado en rebeldía tras su fuga de España. La sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid sí condenó en 1987 por la muerte del anarquista Caballero a los ultras José Miguel Gómez González, El Masa, y José María Vargas Villalba, El Jerezano. El tribunal les impuso sendas multas de 50.000 pesetas(300 euros) por desórdenes públicos. La acusación particular reclamaba para ellos 17 años por asesinato. “Fue todo una vergüenza. Una auténtica burla para la familia”, indica Eugenia Caballero, hermana de la víctima.

                         La víctima, Jorge Caballero, en una imagen de archivo.
Los partidos de izquierda y sindicatos como CNT, CC OO y UGT no pudieron personarse como acusación popular por carecer de los 3,4 millones de pesetas (20.434 euros) de la época impuestos de fianza por la Audiencia de Madrid. “Todo se hizo para despolitizar la causa”, opina la abogada López Álvarez. La letrada recuerda que los dos únicos condenados fueron defendidos durante la fase de instrucción del caso por el abogado Antonio Muñoz Perea, entonces yerno del dirigente de Fuerza Nueva Blas Piñar.
Cuchillo ensangrentado
El ultra José Miguel Gómez González, El Masa, confesó en noviembre de 1981 al semanario Cambio 16 el papel de Llobregat en la muerte de Jorge Caballero. “De pronto llegó El Loco corriendo y me dijo: ‘vámonos rápido de aquí que me he cargado a un rojo. Salimos corriendo todos y no paramos hasta llegar a la plaza de España, donde José Llobregat se detuvo para lavar el cuchillo ensangrentado”, relató el Masa. Gómez González señaló al entonces subjefe de Fuerza Nueva, Ricardo Alba, como artífice de la compra de los billetes de avión para la huida del asesino. Alba, que actualmente ocupa la secretaría general de la Fundación Francisco Franco, ha declinado atender a EL PAÍS.
La orden de busca y captura de Interpol que pesaba sobre El Loco permaneció activa hasta 1999, según fuentes policiales. José Llobregat es desde entonces un hombre libre. Su crimen ha quedado impune.
investigacion@elpais.es
Otras víctimas del terrorismo azul
Yolanda González. El ultra Emilio Hellín Moro fue condenado en 1982 a 43 años de cárcel por asesinar a esta estudiante. EL PAÍS reveló en 2013 que Hellín trabajaba para la Guardia Civil y la policía.
Juan Carlos García. En 1980 moría este joven en el bar San Bao de Madrid. El Supremo condenó a 32 años de cárcel por su asesinato al ultra Juan Domingo Martínez Lorenzo, Perón, y a 18 años a Jesús Alfredo Fernández de Landa.
Arturo Ruiz. Una bala mató a este estudiante en 1977. La Audiencia Nacional condenó a cinco años de prisión al ultra Jorge Cesarsky. Sin embargo, el presunto asesino, José Ignacio Fernández, se declaró en rebeldía.
Matanza de Atocha. Tres pistoleros ultras asesinaron en 1977 a cinco trabajadores de un bufete laboralista de CC OO en Madrid.


viernes, 20 de noviembre de 2015

Los altos cargos del franquismo que acabaron mandando también en democracia



Los consejos de administración de Endesa, La Caixa, Telefónica o Iberdrola fueron el cobijo en democracia de la mitad de los últimos ministros franquistas. La otra mitad recalaron en la política. También en la justicia hubo puerta giratoria: 10 de los 16 jueces del Tribunal de Orden Público franquista ascendieron al Tribunal Supremo o la Audiencia Nacional.
Recuerda Julián Casanova, uno de los historiadores de referencia del siglo XX en España, que la generación de investigadores de la transición llegó a obsesionarse con la II República y la Guerra Civil después de 40 años de silencio académico impuesto por la dictadura. La república, el golpe, la guerra, el exilio… Y fue el hispanista Paul Preston el que le advirtió del error que estaban cometiendo los jóvenes historiadores españoles en democracia: “El verdadero desconocido, lo que realmente está por investigar, es el franquismo”. Cuatro décadas después de que casi medio Madrid abarrotara el Palacio Real para llorar, curiosear o atestiguar el ataúd de Francisco Franco, la siguiente generación de historiadores, la que nació después de aquel primer 20 N, ha dado un paso más y se pregunta si la gran desconocida no fue la transición a una democracia que ascendió a todos los poderosos con Franco.
Un replanteamiento histórico de la transición que llevó al politólogo y periodista Lluc Salellas (Girona 1984) a publicar El franquisme que no marxa (Edicions Saldonar) (El franquismo que no marcha). El libro investiga cómo le fue a los que mandaban durante la dictadura. “Investigué las vidas de los últimos 50 ministros de Franco y encontré que ninguno fue degradado por la democracia. Al revés, la mitad fueron a parar a los consejos de administración de las grandes empresas, la otra mitad a la política”, explica.
Durante los últimos años es recurrente el caso de Rodolfo Martín Villa, ministro de Gobernación en 1976, cuando fueron asesinados cinco manifestantes en Vitoria y que acabó siendo consejero de Endesa y luego presidente de Sogecable. “No sé si el franquismo inventó las puertas giratorias, pero desde luego la pusieron de moda”, detalla Salellas. Pone otro ejemplo. “El presidente de honor de La Caixa, José Vilarasau Salat, fue nombrado director general de Telefónica en 1966 y posteriormente tuvo varios altos cargos del Ministerio de Hacienda”. Este tecnócrata y asesor del régimen de Franco encontró en democracia un gran futuro en la banca.
La banca precisamente fue otro cobijo bien remunerado para los cargos del franquismo. El historiador Ángel Viñas reveló que el banquero Juan March costeó el avión que trasladó a Francisco Franco a la península el 18 de julio de 1936. Fue el inicio de una buena relación. Un ejemplo es el de Antonio Barrera de Irimo, vicepresidente primero del Gobierno franquista que asesinó a Salvador Puig Antich. Después fue consejero de Telefónica, Banco Hispano Hipotecario e Hispamer. “Lo decía Félix Millet. Somos 400 familias y siempre somos los mismos”, apunta Salellas.
El libro de Salellas habla de otros casos como el de Demetrio Carceller, falangista y ministro de Franco, que aprendió que los negocios se hacían mejor con contactos desde fuera del Gobierno y fundó el imperio Estrella Damm. O el caso de la familia Urquijo en la que un hermano era ministro y el otro presidente de Iberdrola. Capitalismo de amiguetes como definen los críticos del sistema económico actual a los negocios cosechados gracias a grandes contratos públicos a empresas financiadoras de partidos políticos con exministros en sus consejos de administración. “Todos se colocaron en empresas estratégicas”, concluye Salellas.

A los protagonistas conocidos de la dictadura les fue de maravilla en la democracia. Sus hijos, como Enrique Fernández Miranda (hijo de Torcuato Fernández Miranda), que preside la Fundación de Price Waterhouse Coopers, tampoco penaron su pasado. Pero los desconocidos funcionarios de la policía represiva o los jueces que aplicaban las antidemocráticas leyes franquistas tampoco fueron castigados por la democracia.
Es el caso del policía Antonio González Pacheco, más conocido como Billy El Niño, que alcanzó una enorme fama por las torturas que aplicó en la Brigada Político-Social que se ocupaba de la oposición al régimen y que nunca pagó por ello. De hecho, ha sido una denuncia en 2013 presentada por sus víctimas en Argentina la única vía por la cual ha tenido que ir a un juzgado a responder sobre sus torturas sin ninguna consecuencia previsible.

Los desconocidos funcionarios de la policía represiva o los jueces que aplicaban las antidemocráticas leyes franquistas tampoco fueron castigados por la democracia
Como dijo el exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo en 2010 en un acto de apoyo al juez Baltasar Garzón, acusado de prevaricación por la causa de las víctimas del franquismo: “El auto de Varela dice que la labor de jueces y fiscales a favor de las víctimas de la dictadura es encomiable. ¿Cómo puede decir eso? Pero si estuvieron formando parte del Tribunal de Orden Público (TOP) hasta 1976. Fueron cómplices hasta el último día de las torturas de la Brigada Político-Social y nunca abrieron una causa ni siquiera por lesiones durante 40 años”.
Villarejo fue muy criticado, pero sabía de lo que hablaba. El TOP se estrenó en 1963 para condenar a 10 años de cárcel a Timoteo Buendía. Su crimen fue beber un poco de más en la barra de un bar y gritar al televisor: “¡Me cago en Franco!”. El juez le aplicó la pena por injurias al jefe del Estado. Así fueron aplicadas 3.797 sentencias hasta su disolución en 1977. ¿Fueron apartados de la carrera judicial estos jueces que aplicaban las normas franquistas? 10 de los 16 jueces que tuvieron plaza en el TOP ascendieron en democracia al Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional.
DIEGO BARCALA



lunes, 16 de noviembre de 2015

El pueblo francés sufre en carne propia la barbarie de la guerra y el terrorismo que su gobierno financia e impulsa en otros países: Más de 125 personas asesinadas por una ola de atentados yihadistas



París se convertía en la noche de ayer viernes y la madrugada de este sábado en escenario del terror, ese mismo terror que el jueves sufrieron en el Líbano (43 asesinados en un atentado suicida), o que diariamente viven en otros lugares como Siria, Yemen, Iraq, Afganistán, Kurdistán, y tantos más. Los mismos terroristas que […]
París se convertía en la noche de ayer viernes y la madrugada de este sábado en escenario del terror, ese mismo terror que el jueves sufrieron en el Líbano (43 asesinados en un atentado suicida), o que diariamente viven en otros lugares como Siria, Yemen, Iraq, Afganistán, Kurdistán, y tantos más. Los mismos terroristas que los países occidentales han financiado e impulsado para desestabilizar Oriente medio y poner en marcha sus planes imperialistas, se vuelven ahora en contra de los pueblos occidentales, mientras los dirigentes siguen con sus discursos grandilocuentes y su dialéctica de guerra entre civilizaciones o su defensa del (mal) llamado “mundo libre”. Ese “mundo libre” que siempre se retuerce de dolor cuando es golpeado en carne propia, pero que mira para otro lado, e incluso es responsable directo, cuando la barbarie afecta y golpea a otros pueblos. Son sus guerras, pero los muertos siempre los acaban poniendo los pueblos del mundo.
Hoy, pues, solo queda expresar nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias, como la expresamos con las víctimas del genocidio migratorio del capital o de las guerras imperialistas o de los crímenes sionistas en Israel y sus periódicas guerras de exterminio en Gaza. Terrible mundo este en el que pasan todas estas barbaridades.
Más de 125 personas han muerto (el balance provisional se sitúa en 128) y unas 250 (80 muy graves) han resultado heridas en varios ataques simultáneos contra locales de ocio y el estadio de fútbol de Saint Denis, y el presidente francés, François Hollande, ha declarado el estado de Emergencia. “Los terroristas quieren que tengamos miedo, pavor, pero se enfrentan a una nación que sabe defenderse”, ha asegurado.
Todo comenzaba a las 21.20 del viernes en la calle Carrillon, en el décimo distrito, con una explosión a la que ha seguido un hombre armado que, a cara descubierta, ha abierto fuego contra los comensales de los restaurantes Le Carrillon y de Le Petit Cambodge.
Al mismo tiempo, en la calle Charonne, en el undécimo distrito, dos hombres armados han abierto fuego, también a cara descubierta, contra la terraza del café La Belle Équipe. “Ha disparado más de cien balas”, ha contado un testigo.
También se producía un pequeño tiroteo en el mercado mayorista de Les Halles, aunque apenas se conocen detalles de este suceso.
Mientras, en otro punto de París, se escuchaban tres explosiones en el estadio de fútbol de Saint Denis, donde en ese momento se jugaba un partido amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania. Al parecer, dos de ellas habrían sido obra de terroristas suicidas.
El público no ha sido consciente de lo que ocurría (creyendo que eran fuegos artificiales, según han relatado los testigos) hasta que las fuerzas de seguridad han evacuado del Stade de France a Hollande, que estaba presenciando el encuentro. El partido se ha terminado de jugar (2-0 a favor de Francia) y después los espectadores se han concentrado en el césped a la espera de que las autoridades les permitieran abandonar el recinto, algo que ha ocurrido poco después de forma ordenada.
La sala de conciertos Bataclan, donde actuaba el grupo Eagles of death metal, ha sido el principal objetivo. Allí, un grupo de cuatro terroristas ha abierto fuego a las puertas y ha conseguido colarse en el interior, donde han podido disparar hasta cinco ráfagas.
En este caso, los atacantes han decidido quedarse y retener a las más de cien personas que había en el interior. Han permanecido allí unas tres horas hasta que las fuerzas de seguridad han iniciado el asalto, durante el cual los terroristas han activado sus cinturones explosivos.
Los uniformados han logrado sacar del interior de la sala a algunos de los rehenes(apenas unas decenas), pero la cifra de víctimas mortales se sitúa en torno a las 80 personas. Un español ha resultado herido en este ataque.
A ello se suman unos 40 muertos por los tiroteos de los distritos 10 y 11 y las explosiones en el Saint Denis, así como decenas de heridos, algunos de los cuales están graves. Los hospitales parisinos han activado el ‘código blanco’ para responder a la crisis.
El balance de heridos que baraja el diario francés Le Figaro es de 215, entre los que se encuentran 83 que estarían en estado grave. Tras los ataques, la oficina del fiscal de París, François Molins, ha indicado queocho terroristas han muerto en el discurso de los acontecimientos, uno de ellos abatido por la Policía.
El presidente francés ha declarado el estado de emergencia, lo que implica el cierre temporal de espacios públicos como salas de cines y conciertos, el arresto domiciliario de cualquier persona considerada peligrosa, la confiscación de armas y mayores competencias para efectuar registros.
Hollande también ha ordenado controles en las fronteras. El Ministerio de Exteriores ha aclarado que las estaciones de tren y los aeropuertos seguirán funcionando.
Como medidas específicas para París, las autoridades han ordenado el primer toque de queda desde 1944 (pidiendo a los habitantes capitalinos que no salgan de casa si no es necesario) y han anunciado el despliegue de 1.500 militares.
El Ministerio de Educación, por su parte, ha informado a través de un comunicado de que los centros escolares y universitarios de la región parisina de Isla de Francia permanecerán cerrados este sábado.
Con el objetivo de dejar registro de los testimonios de víctimas y testigos de los ataques y favorecer la búsqueda de las personas desaparecidas, el Ministerio del Interior francés ha establecido una plataforma en su página web, como herramienta adicional al teléfono de emergencia establecido por el Gobierno.
El consulado español en Francia habilita el teléfono 0033 615 938 701 para dar información sobre los españoles que viven en París.
Este es el resumen de lo que se conoce hasta esta hora e los ataques terroristas en París:
-Se han producido ataques casi simultáneos en seis puntos distintos de París que han causado, según cifras oficiales, 126 muertos, 83 heridos graves y 132 leves. Ocho terroristas también han fallecido, siete de los cuales han hecho estallar sus cinturones explosivos. Los ataques, aunque se presumen yihadistas, no han sido a esta hora aún reivindicados.
-Dos de los ataques han sido tiroteos en bares y locales de ocio. También se han producido tres explosiones en las inmediaciones del Stade de France, donde se jugaba el Francia-Alemania.
-El ataque en la sala de fiestas Bataclan ha sido el mas mortífero y se ha cobrado la vida de cerca de un centenar de personas después de que los asaltantes se atrincheraran y tomaran rehenes. Decenas de personas habían acudido al concierto de una banda de rock estadounidense. Los atacantes irrumpieron al grito de “Alá es el más grande”.
– La Policía asaltó la sala y se encontró con una masacre. Uno de los cuatro terroristas fue abatido. Los otros tres detonaron sus cinturones explosivos.
-La Fiscalía gala afirma que cómplices de los terroristas, e incluso puede que alguno de los atacantes, podrían haberse dado a la fuga. Francia y Bélgica han reforzado sus controles fronterizos, así como en aeropuertos y estaciones de tren.
-El presidente francés, François Hollande, ha declarado el estado de emergencia en Francia y ha convocado una reunión del Consejo de Defensa para la mañana de este sábado en el Elíseo. “La lucha contra los terroristas será implacable”, ha dicho el mandatario galo.
Agencias/Prensa

lunes, 9 de noviembre de 2015

Comunicado de la FAI contra la represión en Barcelona.



Decía un tal Churchill (de momento poco sospechoso de anarquista) que la democracia es ese sistema
de convivencia en el que cuando alguien golpea tu puerta a las 6 de la mañana, podías estar seguro que era el lechero. Hace ya mucho que en Barcelona no se reparte la leche a domicilio, pero las puertas no solo siguen siendo golpeadas, también son derribadas. Y no, no es el lechero.
El pasado 28 de octubre la policía del gobierno catalán volvió a arremeter contra el Movimiento libertario, espoleada por la Audiencia nacional, el organismo jurídico continuador del tristemente célebre Tribunal de Orden Publico franquista. Esta vez los barrios golpeados son Sant Andreu, La verneda, El Clot, Sants y Gracia, sin olvidar la población de Manresa. Han allanado los domicilios de 9 compañeros y compañeras a los que han robado sus pertenencias y secuestrado.
Empieza a ser una constante en estas razias policiales el atacar y expoliar algún local social que se distinga por sus actividades participativas en el territorio y su labor cultural. Esta vez les ha tocado al Ateneo Libertario de Sants. El botín ha consistido en diverso material gráfico, como carteles y pinturas, libros, ordenadores y lápices de memoria. Sin duda peligroso material subversivo, pero que difícilmente puede ser relacionado con ningún supuesto terrorismo.
La excusa vuelve a ser el fantasmagórico GAC (Grupos de Anarquistas Coordinados) que de ser un ya desaparecido colectivo dedicado a la difusión de ideas libertarias ha pasado a convertirse, por obra y gracia del poder mediático, en la nueva ETA. Su único delito conocido es la publicación de un libro titulado “Contra la democracia”.
La intencionalidad nos parece clara: el Estado es una organización terrorista que se sustenta mediante la violencia. No puede ni quiere permitir la disidencia, y mucho menos que las personas se organicen por sí solas sin necesidad de guías ni líderes. Así que trata e inculcar el miedo en la población para impedir que la lucha por otras formas de convivencia más justas y libres se generalice. Pero se equivocan. Se equivocan mucho.
Durante más de 100 años han intentado eliminarnos. A veces, con un gran esfuerzo por su parte y con mucha sangre por la nuestra, han conseguido frenarnos. Pero su represión nunca ha podido pararnos.
Solidaridad con los compañeros y compañeras secuestrados por el Estado. Seguimos luchando.

Federación Anarquista Ibérica


Comunicado de lxs detenidxs de la última fase de la Operación Pandora que actualmente se encuentran en la calle.



El pasado miércoles dia 28 somos detenidas nueve personas en el marco de una nueva operación anti-terrorista orquestada por el aparato de información del Cuerpo de Mossos d’Esquadra, en connivencia con el juzgado numero de 3 de la Audiencia Nacional española. Tras el registro-saqueo de nuestros domicilios, así como del Ateneo Libertario de Sants, somos llevadas a diferentes comisarías de la periferia de Barcelona, siendo al día siguiente entregadas a la Guardia Civil para nuestro traslado a Madrid. El viernes a mediodía somos llevados ante el juez Juan Pablo Gonzalez Gonzalez, que decreta la puesta en libertad con cargos para dos de nosotras, la entrada en prisión eludible con fianza para seis, y la prisión incondicional para el compañero que actualmente se encuentra encarcelado en Soto del Real.
El conjunto de detenidas que actualmente nos encontramos en la calle queremos hacer públicas una serie de reflexiones y posicionamientos políticos:
La acusación genérica para las nueve es de “Pertenencia a organización criminal con fines terroristas”. En concreto nos imputan formar parte del entramado “GAC-FAI-FRI”, que como es sabido se trata de un concepto artificialmente construido por los cuerpos policiales, un conjunto de siglas en el que intencionadamente y de forma bien calculada mezclan espacios de coordinación entre colectivos (GAC) con la ‘firma’ que a nivel internacional algunos grupos utilizan para reivindicar acciones de sabotaje. (FAI-FRI).
La construcción de esta organización-marco aporta a la policía todos los recursos represivos que proporciona el dispositivo anti-terrorista: tribunales de excepción, mayor inseguridad jurídica, penas mucho más duras para las compañeras a las que se condene por haber realizado determinadas acciones, detenciones incomunicadas, regímenes penitenciarios especiales, relaciones personales de amistad/compañerismo conceptuadas como delictivas, amplificación mediática, estigmatización social, etc. Basta decir que durante todo el proceso de detención -desde el momento en que vimos nuestras casas invadidas y saqueadas hasta que fuimos llevadas ante el juez- no hemos sabido siquiera de que se nos acusaba.
Con la invención de las siglas GAC-FAI-FRI las fuerzas policiales han diseñado una red con la que potencialmente pueden pescar todo lo que se mueva dentro del ámbito anarquista y anti-autoritario. En el contexto de esta nueva organización-marco, asistir a jornadas de debate, participar en asambleas, visitar a compañeras presas o simplemente tener contacto personal con una persona considerada miembro de la organización son indicios suficientes como para ser incluida en su lista negra. Es este carácter difuso y extensivo el que da verdadera fuerza a la estrategia anti-terrorista: tras cada oleada represiva, aquellas que se solidaricen con las detenidas serán también susceptibles de ser consideradas parte de la organización y por lo tanto detenidas, y así sucesivamente. El concepto de la organización terrorista está pensado para ser ampliado indefinidamente, tal vez con la perspectiva de que llegue un momento en el que el entorno considerado como peligroso quede finalmente aislado y asfixiado por la dinámica represiva, o que la incapacidad de este entorno para seguir actuando políticamente esté tan mermada que no valga la pena seguir golpeándolo. El hecho de que esta nueva operación contradiga las propias declaraciones de los Mossos (que afirmaban que la sección barcelonesa de GAC-FAI-FRI ya estaba desarticulada) no nos sorprende, ya que la organización terrorista es construida, modificada y ampliada por la propia acción policial, y no al revés. La “lucha contra el terrorismo” crea al terrorismo, de la misma manera que la ley crea el delito.
El intento de fijar la existencia de una organización anarquista terrorista supone por lo tanto un salto cualitativo en la estrategia represiva contra las luchas, un salto que no debería pasar desapercibido por nadie y que exige una profunda reflexión en el seno de los movimientos.
Señalamos a la Conselleria d’Interior de la Generalitat y específicamente a la Comissaria General d’Informació del CME como responsables directos de esta última agresión represiva. Los intentos de tirar balones fuera alegando que los Mossos se limitan a seguir órdenes de Madrid son solo una tentativa cobarde y mezquina de eludir su responsabilidad y encubrir su implicación en los hechos, habiendo impulsado y diseñado hasta el último detalle la operación aprobada por la Audiencia Nacional.
En este sentido, ver como la Generalitat de Catalunya entrega a jóvenes catalanas a los tribunales, cárceles y cuerpos represivos continuadores del franquismo español, nos ofrece una imagen muy clara de cuáles son las bases reales del llamado “proceso soberanista”, evidenciando lo perverso de la retórica libertadora que lo rodea. Lo cierto es que hace tiempo que el Govern ha identificado al ámbito anarquista y anti-autoritario catalán como un enemigo a batir, y el proceso Pandora no tiene otro objetivo que acercarse a esta meta. Se golpea al anarquismo no por sus ideas en lo abstracto, si no por lo que ha sido, es y puede ser en la práctica: una minoría de revolucionarias que no duda en desafiar al sistema y sus fundamentos opresivos y corruptos, que anima a quienes les rodean a rebelarse, y que se resiste a dejarse seducir por los canales de integración política que ofrece la democracia liberal capitalista.
Durante el último de ciclo de luchas, alimentado por la crisis de financiarización global y las políticas de austeridad que han cargado todo el peso del ajuste sobre las espaldas de las explotadas, se ha abierto en Catalunya un terreno de contestación en el que el papel de los revolucionarias ha resultado especialmente molesto para el proyecto neo-liberal de la Generalitat. Con todos nuestros límites, errores y contradicciones, durante estos últimos años hemos peleado para frenar los ataques dirigidos contra las condiciones de vida (en materia de trabajo, vivienda, sanidad, etc.) de todas; hemos difundido un análisis estructural de la crisis, que demuestra que el problema no es uno u otro aspecto del sistema, sino el sistema en sí; hemos creado espacios y redes para la resolución de nuestros problemas y necesidades mediante la solidaridad y el apoyo mutuo, estructuras autónomas respecto de las instituciones y sus dinámicas paternalistas y caritativas; hemos, junto a otros miles de personas, fortalecido las huelgas que han encendido la ciudad en defensa de nuestros intereses como trabajadoras; hemos levantado barricadas frente a la destrucción de los centros sociales barriales; hemos salido a la calle para repudiar el feminicidio, para visibilizar la explotación de las mujeres en el ámbito de la reproducción y el trabajo de curas, para desobedecer las leyes anti-aborto que pretenden controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas; hemos denunciado y roto el silencio en torno a la violencia y los asesinatos policiales, en torno a la persecución racista, la maquinaria de deportación, los CIE, las cárceles y, por supuesto, no hemos dejado de señalar y atacar a los responsables últimos de nuestra miseria, los Estados, la patronal y las élites financieras locales e internacionales.
Todo esto es lo que somos, todo esto es lo que pretenden destruir. El objetivo político de estas oleadas represivas no es otro que el de difundir el miedo y el desánimo para obtener unos movimientos sociales domesticados, reacios a desobedecer y romper con las reglas del juego que el Poder impone para auto-perpetuarse. De ahí la represión contra anarquistas, comunistas, independentistas, huelguistas del 29m, encausadas de Can Vies, encausadas por la acción de Aturem el Parlament… El sistema no pretende sentenciar nuestra culpabilidad, sino demostrar su inocencia: quiere absolverse por la vía de des-legitimar, aislar y neutralizar a todo aquél que le acuse y le plante cara.
La respuesta solidaria a nuestras detenciones nos muestra que nuestros enemigos todavía están lejos de lograr sus objetivos. Queremos agradecer y saludar todas y cada una de las muestras de solidaridad expresadas estos días. Las manifestaciones, las concentraciones, las acciones, los gestos de complicidad y cariño, las aportaciones económicas… el enorme apoyo recibido tiene un valor incalculable para nosotras, un valor que compensa con creces el mal trago, que lo empequeñece hasta ridiculizarlo. No creemos en sus leyes, ni en las garantías que está nos ofrece: nuestra única defensa, nuestra única garantía, es la respuesta solidaria en la calle. La masiva demostración de apoyo que nos habéis brindado, y que anteriormente brindamos a nuestras hermanas detenidas en las anteriores operaciones, evidencia el fracaso de la estrategia anti-terrorista en aislarnos mediante la extensión del miedo.
Ahora estamos en la calle, pero sólo a medias. Una parte de nosotras, Quique, sigue encarcelado en la prisión de Soto del Real. Es por eso que la solidaridad no solo no debe detenerse, sino que debe multiplicarse. Hacemos un llamamiento a intensificar la lucha en la calle para su excarcelación, a que todas y cada una de las compañeras le escribamos al menos una carta, y a secundar con fuerza todas las convocatorias que se lancen en su apoyo, así como estar muy atentas a cualquier petición o información que salga de los colectivos de los que forma parte: Acció Llibertària de Sants y el Sindicato de Oficios Varios de la CNT-AIT de Barcelona. En ningún caso vamos a dejarle solo, ni a él, ni a Mónica, ni a Francisco, ni al resto de compañeras encarceladas. Ni detenciones, ni procesos, ni cárceles podrán romper nuestros lazos de solidaridad o nuestro compromiso político. Para nosotras, las sucias celdas donde hemos estado estos días siempre serán lugares más dignos que los lujosos despachos desde los que gestionan la miseria de todas.

¡NI UN PASO ATRÁS!
¡LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO!

Detenidas de la última fase de la Operación Pandora que actualmente se encuentran en la calle

Fuente: alasbarricadas.org


Straight Edge: últimas víctimas de la caza de brujas.



La Policía Nacional detuvo el miércoles 4 de noviembre en Madrid a cinco personas, bajo la acusación genérica de "pertenencia a organización criminal con fines terroristas", una imputación cada vez más frecuente en las detenciones de personas vinculadas a movimientos políticos (libertarios en Barcelona y Manresa en la nueva operación Pandora a finales de octubre, pertenecientes a Resistencia Galega en la operación Jaro) y cuya gravedad no suele corresponder con la consistencia de las pruebas aportadas. Hasta el momento, no se conoce la existencia de ninguna víctima de estos supuestos grupos terroristas.
  La detención de cinco personas en Madrid se suma a las de las últimas semanas en Cataluña y Galicia bajo la acusación de "pertenencia a organización criminal con fines terroristas", sin que se conozca la existencia de ninguna víctima de estos grupos.

En este caso, la Policía Nacional considera a las cinco personas "responsables del ataque con artefactos incendiarios contra cuatro sucursales bancarias de Madrid" y les tilda de pertenecer "a un grupo anarquista radical", el colectivo Straight Edge
 Eduardo Gómez Cuadrado, abogado de varias de las personas detenidas, confirma aDiagonal esa acusación genérica y pone en duda que se corresponda con la realidad.
"La imputación por terrorismo es ridícula. El problema es que terrorismo es lo que ellos digan que es terrorismo"
"Con lo que sabemos hasta ahora, la imputación por terrorismo es ridícula. El problema es que terrorismo es lo que ellos digan que es terrorismo", señala el letrado, quien además denuncia un doble juego en el manejo de la información: "Han salido cosas en prensa que nosotros aún no sabemos, nos han denegado el acceso a esas informaciones alegando que están bajo secreto de sumario".
Para Gómez Cuadrado, la propia definición de terrorismo no encajaría ni siquiera con los hechos supuestamente cometidos por las personas detenidas. "Si terrorismo es subvertir mediante la violencia el orden constitucional y se les acusa de atacar sucursales bancarias, ¿desde cuándo son éstas lo que sustenta el orden constitucional?".
Otra de las acusaciones filtradas y aireadas por algunos medios es la de que los detenidos habrían difundido vídeos haciendo apología del  uso de las acciones violentas. "Por lo que sabemos, se trata de vídeos artísticos y de grupos de música hardcore", precisa el abogado.
Uno de los integrantes de Straight Edge Madrid ha asegurado a Diagonal que están "flipando con todo esto" y que prefieren no pronunciarse al respecto.
Para él, su movimiento se basa en "un compromiso con uno mismo, hacerse responsable de los efectos que lo que uno hace tiene en el medio ambiente y en el entorno. Hoy en día parece que todo gira en torno al consumo, ya sea de alcohol o de otro tipo de drogas y nosotros queremos hacer cosas más importantes, hay otras formas de divertirse". En su caso, lo que hace es organizar conciertos y eventos de carácter musical y tocar en un grupo, DSD (Diversión sin Drogas).
¿Pero qué es el 'straight edge'?
El 'straight edge' surgió en un momento muy determinado y en un espacio muy concreto, el reducido mundo de la música punk y hardcore de Washington DC, la capital estadounidense, en los primeros años ochenta, aunque luego se extendiese por otras latitudes.
En su génesis, se trataba de una queja por la falta de expectativas y de horizonte de una juventud abocada a la droga como principal y única diversión.
Ese lamento se concretaría en dos canciones de Minor Threat, el grupo más destacado de aquel mundillo del punk en Washington, Out of step y Straight Edge, que relataban la rabia desde la primera persona por no encajar en un mundo en el que tomar drogas era la única alternativa y el modo más cercano de vencer al aburrimiento.
Una parte de los grupos de punk de esa ciudad tomaron partido e hicieron gestos simbólicos como pintarse X en las manos, que era la marca que los clubes y salas de conciertos ponían a los menores de edad, y que se constituiría en una de las señas de identidad para quienes se identificaron con el movimiento que surgiría posteriormente.
Aquella queja personal fue derivando en una suerte de modo de vida, bautizado con el título de la canción de Minor Threat, con normas estrictas de comportamiento en lo tocante a alimentación y formas de ocio. 



martes, 3 de noviembre de 2015

"El hilo de la memoria". Unaria ediciones.




"El hilo de la memoria". 

Mientras me quede voz
hablaré de los muertos
tan quietos, tan callados,
tan molestos.

Mientras me quede voz
hablaré de sus sueños,
de todas las traiciones,
de todos los silencios,
de los huesos sin nombre
esperando el regreso,
de su entrega absoluta
de su dolor de invierno.

Mientras me quede voz
no han de callar mis muertos.
Marisa Peña.

De: "El hilo de la memoria". 
Unaria ediciones.
El hilo de la memoria es una miscelánea de textos en prosa y en verso que tienen como eje vertebrador la recuperación de la memoria histórica y la lucha contra el olvido programado y la amnesia colectiva en la que muchos se empeñan en instalarse. Hace ya mucho tiempo, me propuse regalarles a los míos lo que la historia les había negado: la voz y la memoria. No dejaría que el silencio y el olvido ganaran la partida. Era necesario trasmitir la memoria viva de un tiempo de cenizas que aún sangraba por muchas de sus heridas. Los recuerdos de familia son el más preciado legado que alguien puede recibir. Su historia es mi historia, y mi voz es la voz amurallada de los míos. El amor que me dieron no se marchó con ellos, vive en mí y vivirá en los que yo amo.