Un día como hoy, 13 de octubre, pero de 1909, era ejecutado el pedagogo
Francisco Ferrer I Guardia.
El 9 de ese mismo mes había sido ya condenado a muerte por los sucesos de
la Semana Trágica.
Ferrer no había sido el instigador, pero por el descontento que habían
causado sus actividades en la Escuela Moderna a la reacción española, y
buscando un chivo expiatorio a quien acusar de los sucesos de la Semana
Trágica, se encontró en Ferrer a la víctima perfecta a acusar.
Ya antes, en 1906, había sido acusado de ser el instigador del atentado de
Mateo Morral contra Alfonso XIII el 31 de mayo de 1906.
Estos antecedentes influyeron mucho para que no se le dejara libre y se
saciaran así las ansias de sangre de la reacción española con su ejecución en
los fosos de Monjuic.
Manifestaciones hubo en varios países, se firmaron solicitudes de indulto
por intelectuales de otros tantos países. Pero la suerte de Ferrer estaba
echada y nada detendría su ejecución.
Murió fusilado mientras gritaba "¡Viva la Escuela Moderna!"
A su muerte, contrariamente a lo que quería la reacción española (callar
para siempre los ideales libertarios de Ferrer), se abrieron numerosas Escuelas
modernas por todo el mundo.
En México se realizaron varias escuelas, como las míticas de Yucatán, las
del DF inspiradas por el Grupo Luz y retomadas después por la COM, en cuyo
patio del exconvento de Santa Brígida se inauguró un busto de Ferrer I Guardia.
¡Viva la Escuela Moderna!
Ediciones La voz de la Anarquía
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