Del
1 al 12 de mayo de 1945, mientras se producía el final de la guerra en Europa y
la derrota del fascismo a la que tanto habían contribuido los anarquistas
españoles, se celebraba en París el Congreso de las Federaciones Locales del
Movimiento Libertario Español, del que la CNT era columna vertebral, a la que
acudieron representantes de los cenetistas exiliados en África del Norte y en
América del Norte. Por primera vez después de la Guerra Civil española y de la
Segunda Guerra Mundial se celebraba un comicio, extraordinario porque
extraordinaria era la situación de España y Europa en esos momentos, en el que
se trazaban las líneas a seguir para conseguir en nuestro país lo que ya
estaban conociendo las demás naciones: la derrota del fascismo. Frente a la tendencia
partidaria de continuar en los gobiernos republicanos en el exilio, se alzaba
la voz de la mayoría del anarcosindicalismo hispano, como se puso de manifiesto
en la carta que entonces aprobaron y ahora reproducimos.
Al Comité Nacional de
España.
Estimados compañeros:
Reunida la Plenaria del
Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. en Francia,
leídos los telegramas enviados por el señor Giral y por el secretario de la
Subdelegación de México, compañero Gregorio, informado del curso y fin de la
consulta hecha a la C.N.T. para formar parte del Gobierno constituido en
México, en conocimiento de las decisiones de ese Comité Nacional de España, el Movimiento
Libertario Español en Francia se ve en la ineludible obligación de manifestar.
1°- Que el M.L.E.-C.N.T. en Francia no puede aceptar que la
C.N.T. y el M.L.E., en Francia
estén representados en el Gobierno, hasta que un Congreso regular en España así
lo determine. Un respeto elemental a lo que son y representan la C.N.T. y el
M.L.E. hispano, había de impedir que por parte de nadie se tomase resolución de
tal gravedad y transcendencia sin hacerla preceder de la más amplia consulta a
la Organización y al Movimiento, únicos llamados a decidir.
2- Que el Movimiento
Libertario es antiautoritario por esencia y definición. En ningún momento ni
circunstancia puede ni debe renunciar a lo que constituye su razón de ser. Sus
tácticas y sus medios de acción, de reconocida eficacia a través de su larga
trayectoria histórica, deben ser también afirmados consecuentemente con la
finalidad perseguida.
3º- Que el Comité
Nacional de España. no podía bajo ningún concepto, ni pretexto, aceptar el
procedimiento ni las condiciones impuestas por el señor Giral para la
designación de los representantes de la C.N.T.,
condición que disminuye la personalidad de la Organización y que nunca ningún
Comité de la C.N.T. y del Movimiento Libertario podía admitir sin menos cabo
para la soberanía de la dignidad de nuestros gloriosos organismos.
4º- Que el hecho de no
participar en el Gobierno no disminuye en ningún sentido la intensidad de
acción a desarrollar contra el franquismo y a favor de la libertad del pueblo
español. Por el contrario el hecho de la participación en el Gobierno, sin
fijar condiciones previas e incluso habiéndolas fijado, ata y responsabiliza ya
de forma que la Organización y el Movimiento pierden su independencia de acción
e hipotecan su porvenir, prestando a la causa de la liberación del pueblo
español y a la emancipación de la clase trabajadora un servicio muy inferior al
que podría prestársele manteniéndose al margen de todo compromiso de poder.
5º- Que por conciencia
de lo que representa el Movimiento Libertario y la C.N.T., no solamente ante el
pueblo, sino ante el mundo por su significación única como Movimiento de amplia
base popular de inspiración libertaria, nadie ha de querer que su esencia y
cuanto le es consustancial sea desvirtuado. Ninguna razón estratégica, ni de
tipo circunstancial, puede privar por encima de lo que el Movimiento y la
Organización representan real e idealmente y de lo que debe encarnar y
continuar manteniendo como la expresión más genuina del sentir y del pensar del
pueblo español y de las masas obreras conscientes que no han perdido la fe en
la eficacia de su propia acción, continuando fieles a los principios básicos de
la Primera Internacional : «La emancipación
de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos». «El
primer deber de los trabajadores es de destruir toda sujeción al poder político
y al poder económico».
6°- Que el Movimiento
Español en Francia, declina toda responsabilidad ante el hecho de la
participación en el Gobierno y de las derivaciones que pueda tener, debiendo
ella recaer por entero sobre quienes la han decidido y la apoyan y secundan,
sabiendo que no pueden hacerlo en nombre de la C.N.T. ni del Movimiento
Libertario, y menos cuando nadie ignora en qué forma y circunstancias deben
desarrollarse nuestras actividades y sobre todo las de la Organización de
España.
7º- Que quien tiene
conciencia clara de todo cuanto la C.N.T. y el Movimiento Libertario
representan y piensan en el presente y el futuro de nuestro Movimiento, ha de
considerar la participación en el Gobierno como uno de los errores más funestos
cometidos y como uno de los mayores perjuicios ocasionados a la causa de la
emancipación de los trabajadores.
8°- Que el antecedente
de una participación circunstancial en el Gobierno en el período excepcional de
1.936 a 1.939, haciendo un sacrificio que nadie ha sido capaz de comprender
ni de apreciar, no puede servir de justificación, bajo ningún pretexto, a los
que quieren apoyarse en un hecho accidental de experiencia absolutamente
negativa, para iniciar una línea de conducta que fatalmente ha de conducir al
fracaso y al descrédito.
9° - Que para participar
en el Gobierno no hay ninguna necesidad de comprometer al Movimiento Libertario
ni a la C.N.T. Los que creen en la necesidad y en la conveniencia de esta
participación, tienen abierta las puertas de los demás partidos y
organizaciones, o pueden crear el partido que mejor les cuadre, sin perturbar
la vida y el desenvolvimiento de una Organización y de un Movimiento que jamás
negáronse así mismo y cuya y trayectoria bien clara y definida.
10º- Que todas esas
consideraciones no serán obstáculos pare que el Movimiento Libertario C.N.T. en
Francia, ayude de la manera más activa a nuestros compañeros y a nuestra
Organización de España, ni harán que deje de emplear a fondo todos sus medios y
esfuerzos para contribuir al aplastamiento de Franco y de la falange y aseguren
las libertades del pueblo español
11º- Que a pesar de
todos les complejos determinativos internacionales y de cuantos factores pueden
pesar en la vida de los pueblos, teniendo en cuenta todas las realidades, el
Movimiento Libertario C.N.T. en Francia y su militancia, no importa donde se
encuentre, velará por que el Movimiento Libertario y la Confederación Nacional
del Trabajo se mantengan fieles a los postulados, ideales y a su trayectoria
histórica, afirmando una línea enriquecida y revalorizada por las propias
experiencias de la revolución y de la guerra mundial, y de la post-guerra,
seguros que así se interpreta y se defiende la conciencia y los intereses
supremos de las masas productoras y las finalidades del socialismo libertario.
La ausencia de la C.N.T.
y del Movimiento Libertario del Gobierno, no dificulta ni retarda la solución
del problema español en cuanto al punto de vista de legalidad jurídico -
político, pues para nadie es un
secreto la posición de principios de la C.N.T.
y del M.L. que difieren fundamentalmente de los demás partidos y organizaciones
políticas que creen en la eficacia en los métodos de acción parlamentaria y
gubernamental dentro del Estado y del sistema capitalista.
El Movimiento Libertario
C.N.T. en Francia, entiende que no debe crearse dificultades a la normalización
de la legalidad política y jurídica española, sin que ello le responsabilice en
una acción de tipo gubernamental y considere que ha de oponerse la C.N.T. y el
Movimiento Libertario Español a todo lo que representa concesión al enemigo
común y a cuantas soluciones no tengan en cuenta la verdadera voluntad del
pueblo español.
No podéis ignorar
vosotros compañeros, lo que quiere el pueblo español, ni podéis defraudar sus
esperanzas, las que tiene, puesta en la C.N.T. y en el M.L., y la que no puede poner en Gobierno alguno. Con Gobierno
constituido o sin Gobierno la primera acción urgente, es la encaminada a
derrocar a Franco y esta acción no puede subordinarse a un compromiso de
carácter gubernamental, las soluciones que reclama el pueblo español, no son
unificantes soluciones de Gobierno ni de legalidad jurídica-burguesa, ni las
de un aparato político de dominación democrática, viciado por las influencias del capitalismo autóctono y del
capitalismo internacional.
El pueblo español tiene
capacidad para organizar libremente su vida de manera que pueda servir de
ejemplo al mundo, prescindiendo de las soluciones de poder.
Sin soñar, sin vivir de
espalda a las realidades, las aspiraciones fundamentales del pueblo hispano
pueden realizarse.
Ni la vía de evolución
pacífica, ni la revolucionaria,
han de quedarse cerradas. Si en el siglo XIX no era delito ser revolucionario,
no debe serlo en el siglo XX. Sin estridencias incongruentes, sin demagogia, el espíritu, la acción revolucionaria
constructiva del M.L.E.-C.N.T. tiene derecho a manifestarse. Desvinculados del poder, la
C.N.T. y el M.L. tienen una misión propia a desarrollar: la que tenía ayer, la
que tiene en el presente, aquella
a la cual no podrán renunciar nunca. Cuando un pueblo no puede tener la
garantía de poder estructurarse con su propia acción al margen del Estado su
propia vida, no puede considerarse libre. Los sectores que han creído necesario
apoyar la acción contra Franco a base de constituir un aparato legal que se oponga
a su continuidad y también a la de la monarquía, están en su perfecto derecho de desarrollar su acción sobre
la base de esa legalidad; pero el M.L.E. y la C.N.T. que no cejarán hasta
destruir el poder de Franco y Falange se opondrán resueltamente a la restauración
monárquica, como a toda solución
dictatorial, tienen el deber de rebasar toda concepción estrecha de legalidad,
estimulando la acción popular en todo lo que puede contribuir a la liberación
efectiva del pueblo español, a
salvaguardar su independencia y a estructurar el sistema de convivencia social
más en consonancia con su propio sentir.
El ciclo se abrió en
España en 1.936-1.939,
al iniciarse el levantamiento franquista y que llevó a la C.N.T. y al Movimiento Libertario a la
participación en el Gobierno debe considerarse definitivamente cerrado, puesto
que no concurren las mismas circunstancias y la situación de lucha es distinta,
lo mismo en las fuerzas que apoyaron y apoyan a Franco que en las antifascistas
y sectores que apoyan al Frente Popular. El mismo procedimiento de lucha contra
el franquismo y de acción a desarrollar para aplastarlo es hoy en día objetivo
de divergencia para los partidos y organizaciones antifascistas, lo que es para
el mismo Gobierno con relación a los partidos y organizaciones.
Lo excepcional de lo que
fueron los Gobiernos de la República de 1.936-39,
no puede de nuevo producirse, ni puede manifestarse la exaltación de las
fuerzas populares con el respeto que imponía una personalidad de hecho y de
derecho adquirida al terciar en la lucha con las armas en la mano, defendiendo
contra el fascismo autóctono y al fascismo invasor el principio de libertad de
una legalidad que los propios órganos del poder se habían mostrado impotentes a
defender.
Las libertades del
pueblo español, sus conquistas positivas de bienestar; no van a afianzarla
tampoco el ejercicio de una soberanía viciada desde su origen. La liberación
del pueblo español reclama hombres, material de lucha, dinero. El M.L.E. y
la C.N.T.; que no regatean
esfuerzos en esta lucha, en lugar de designar ministros, ha de exigir del
Gobierno constituido que ponga a contribución todos los medios económicos allí
donde puedan ser más eficaces, y en vez de compartir las responsabilidades de
Gobierno, que jamás pueden ser concordantes con las necesidades y intereses del
pueblo español y los de la clase trabajadora, han de hacer responsable al
Gobierno de cuanto en este orden no se lleve a efecto.
Desligándose de las
responsabilidades del poder, la C.N.T. y el Movimiento Libertario, manteniendo
su independencia, han de poder dejar oír su voz y ejercer su presión
inteligente y su influencia con toda libertad, haciendo los intérpretes de las
más profundas y justas aspiraciones populares.
El M.L.E. y la C.N.T. no pueden renunciar a sus
finalidades. Para asegurar la victoria no hay que renunciar a lo que es nuestra
razón de ser.
Debemos haceros observar
también que la posición que habéis adoptado de tomar parte en el Gobierno
Giral, se pone en contradicción con los propios acuerdos de vuestro Pleno de
Regionales sobre los Gobiernos que puedan constituirse en el exilio y de la que
habíais fijado con relación a la Alianza de Fuerzas Democráticas.
Hacemos responsables al
Comité Nacional de España de las derivaciones que puedan tener dentro del
propio Movimiento en el presente y en el futuro las decisiones de participar en
el Gobierno, y lo hacemos aún más responsable por no haber consultado para nada
sobre el caso a los Núcleos que están en el exilio. Mantenemos el firme
criterio de que solo un Congreso regular del Movimiento y de la C.N.T. en
España puede decidir sobre la participación de la C.N.T. y del Movimiento
Libertario en el Gobierno y de que mientras acuerdo de tal naturaleza no se
tome, nadie puede representarnos en Gobierno alguno y están desautorizados los
compañeros que ocuparan cargo de ministros para hacerlo en nombre de la C.N.T. y del M.L.E. y en todo
compromiso de carácter gubernamental que se adquiera, no podrá ser tomado en
consideración en nombre del M.L. y
de la C.N.T., ni tendrá validez alguna
para nuestros organismos ni para los afiliados a la C.N.T. y al Movimiento
Libertario Español.
De este documento
enviaremos copia a todos los núcleos Libertarios españoles en el exilio, lo que
os comunicamos previamente. Aun que él no haga variar vuestra actitud, estamos
convencidos de que el sentimiento y el pensamiento de la Organización de
España, a la que no habéis podido consultar como hubiera sido conveniente,
serán concordantes con el nuestro y así se manifestará a su debido tiempo, como
se ha manifestado en Francia la voluntad mayoritaria de los militantes
confederales y libertarios libre, amplia y públicamente expresada en el
Congreso de Federaciones Locales de París, traducida
en los acuerdos que marcan y dirigen la conducta de este Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. que os había servido de
intermediario hasta la fecha para las relaciones con el exterior y que ha
procedido de la manera más leal, no tuviera conocimiento alguno de las cosas,
constituye una indelicadeza que no podemos pasar en silencio.
No interpretéis esta
carta como la manifestación de ningún sentimiento de hostilidad, sino como una
cordial pero firme expresión de confianza en lo que nuestra Organización y
nuestro Movimiento representan. Escrita con serenidad os instamos a que sea
juzgada con la misma alteza de miras que la inspira y el mimo amor acendrado a
las ideas que nos son caras y el Movimiento por el que todos hemos combatido y
seguimos dando lo mejor de nuestra vida.
Con un saludo fraternal,
quedamos vuestros y de la causa libertaria.
Toulouse 30 de
septiembre de 1.945.
Por el Comité Nacional
del M.L.E.-C.N.T. en Francia: (Por acuerdo de la Reunión Plenaria
Extraordinaria). El Secretario. Esgleas.
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