La disidencia en la sociedad moderna
civilizada, que ha sido confeccionada a imagen y semejanza del modelo económico
capitalista, tiene amplias vertientes; cuando hablamos de disidencia,
estamos refiriéndonos a romper con la paz social burguesa, impuesta por las
fuerzas coercitivas que se benefician del carácter burgués de la sociedad,
es por eso que en las sociedadesdemocráticas liberales, hay
una amplia masa que son objeto de encarcelaciones “democráticas”, debido a
que éstos no sirven directamente al estado-capital y a la democracia,
es decir, al Poder. Nos encontramos con un mundo de celdas y jaulas,
donde todo lo que nos rodea son masas gigantes de hormigón catalogadas de
diferente formas pero con un trasfondo común; la esquematización de un
individuo sirviéndose de la “normalidad” de la sociedad, como objetivo a
alcanzar la productividad económica al servicio del estado-capital. En
la actualidad nos encontramos con diferentes formas de confección-control
social, por un lado el Estado haciendo gala de su etiqueta
“democrática y social” construye centros de enseñanza de inversión en
el producto humano, nos encontramos entonces con una guía o modelo de
educación en el que tus aptitudes se ven limitadas a la capacidad que tengas de
seguir la premisa aceptación-sumisión que te imponen desde las esferas del
Poder. Centros de enseñanza donde confeccionan productos humanos
adultos, aptos a través de la aceptación-sumisión, de servir existencialmente
al estado-capital. No obstante, siempre hay productos humanos defectuosos,
errores del engranaje de confección-control estatal, niñas que no se prestan a
este respectiva premisa de aceptación-sumisión, viven alegremente sus días,
ignorando el desarrollo estadístico común que deben seguir. Serán tachadas de
“retrasadas”, “vagas” o con “déficit de atención”, serán llevadas en el mejor
de los casos a psicólogos que de la mano del Poder, hará un diagnóstico que
acabará por llevarles a “centros de salud mental” donde perecerán por no seguir
la esquematización estadística común. Por otro lado, nos encontramos con los
centros de exterminio, las cárceles, donde todo aquello que
perjudique al engranaje estatal social y político es encerrado; en un mundo
donde la democracia se extiende a la par que el modelo económico que ésta
legitima, no puede existir pobreza engendrada por la servidumbre de la que
somos objeto, no pueden existir barrios “marginales-criminales” donde la
legalidad burguesa, como su respectivo orden no sea respetado y sea
continuamente violado; no pueden existir, en ningún caso, ideas
políticas y sociales que no se muevan en las limitaciones del Poder, todo esto,
debe ser objeto de persecución y de su posterior eliminación, porque la
masa gregaria común, idiotizada por los placebos del consumismo no
debe percatarse que si se trata la raíz del problema, la sociedad actual no
puede ser reformada sino derrocada en su totalidad.
Es por esto que, antes que nada no hacemos
un llamamiento a la disidencia sin causa u objeto, hacemos un llamamiento a la
disidencia como herramienta social y política revolucionaria, es necesario
romper con la legalidad burguesa y quien la sustenta, la democracia y el poder,
porque son estas el obstáculo a saltar para alcanzar la verdadera libertad.
Somos disidentes, marginales, locas,
retrasadas, tontas, vagas, pero ante todo somos la peor pesadilla del orden
social, por eso nos buscan exterminar.
http://exnihilodistribuidora.blogspot.com.es/2015/01/la-disidencia-como-herramienta.html
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