lunes, 14 de febrero de 2022

Anselmo Vilar García, gallego y de profesión farero.


Hoy os traigo a este tipo. Simplemente por ponerle cara y nombre a la decencia. Se llamaba Anselmo Vilar García, gallego y de profesión farero. Os contaba cómo hace justo 85 años unas 150.000 personas huían aterradas de la ciudad de Málaga ante la llegada de las tropas franquistas. Y que durante su éxodo por la carretera de la costa, esa inmensa columna de refugiados estaba siendo ametrallada, bombardeada y diezmada continuamente por nazis alemanes y por fascistas italianos desde el aire, y por los cruceros franquistas desde el mar.

En el camino de ese éxodo desesperado se encontraban Anselmo y su faro al cual se jactaba de mantener "siempre limpio y encendido".

Pero Anselmo sabía que los aviones de reconocimiento alemanes e italianos se orientaban por la luz de los faros para localizar a la columna de refugiados. Entonces facilitaban la posición a los cruceros franquistas para que supieran dónde tenían que dejar caer sus bombas.

Así que cuando, al caer la noche del 6 de febrero, supo que unas 40.000 personas se arrastraban por la carretera de la costa atravesando la pequeña localidad de Torre del Mar, Anselmo se dirigió a su trabajo. Y sencillamente apagó el puto faro.

Y así lo mantuvo a la noche siguiente. De esta forma los cañones de los cruceros y acorazados franquistas se quedaron ciegos. La franja de costa afectada por el faro de Anselmo se convirtió en un sitio seguro y la desesperada columna de refugiados pudo aprovechar la oscuridad para seguir su terrible éxodo sin apenas bajas.

Dos días después las tropas franquistas entraban en Torre del Mar e inmediatamente fueron a buscar al responsable del faro. Allí estaba Anselmo, esperándolos. Lo arrastraron hasta la tapia del cementerio y lo acribillaron a tiros.

Se llamaba Anselmo, Anselmo Vilar García, de profesión, farero.

Escrito por Tico Pelayo

No hay comentarios:

Publicar un comentario