Los bancos más importantes de España invierten en
los principales productores de armas, cuyos armamentos se usan en las crisis de
Siria e Irak, entre otras.
Un
reciente informe elaborado por el Centre Delàs d'Estudis per
la Pau refleja que en un mundo en el que las guerras están al orden
del día fabricar armas es un negocio lucrativo y, existiendo conflictos
abiertos en Siria, Irak, la Franja de Gaza, Ucrania, Yemen, Libia, Sudán,
Somalia o la guerra contra el narcotráfico en México, necesitan abastecimiento
continuo de armamento.
La
fabricación de armas es legal y solo en unos pocos casos, como las bombas
de racimo, las químicas o biológicas, son consideradas inaceptables, al ser
imposible argumentar en contra de que su uso afecta tanto a civiles como a
combatientes. El resto, incluidas las nucleares, son perfectamente
legales.
Los
bancos, aseguradoras y empresas de inversión españolas han dedicado entre 2011
y 2015 casi 5900 millones de euros al sector de las armas”, revela el
investigador del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, Jordi Calvo.
España,
desde hace años, es considerada como el séptimo país exportador de
armas a nivel mundial, solo por detrás de los grandes fabricantes como EE.UU.,
Rusia, China y las potencias militares europeas, Alemania, Francia y el Reino
Unido.
Así
pues con el axioma de que fabricar y exportar armas es legal, y financiarlas
también lo es, las grandes entidades bancarias españolas participan en el
negocio del armamento, lideradas por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria
(BBVA) y el Santander.
“Los
bancos, aseguradoras y empresas de inversión españolas han dedicado entre 2011
y 2015 casi 5900 millones de euros al sector de las armas”, revela el
investigador del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, Jordi Calvo.
Calvo,
autor del informe Los bancos que invierten en armas, advierte de que las
entidades financieras españolas han apostado claramente por el negocio del
armamento. Aprovechando el reciente crecimiento de España como exportadora en el mundo, cuya
economía está recuperándose de una fuerte crisis sufrida durante los últimos
años.
El
autor del estudio recalca que en este sentido, los bancos españoles se están
“poniéndo a la altura de los mayores inversores de la industria armamentística
del mundo”.
El
estudio del Centre Delàs también señala a las empresas Airbus y Boeing
(aeronaves militares), Maxam (explosivos), Navantia (buques), Finmeccanica
(aeroespacial) o General Dynamics (propietaria de la española Santa Bárbara
Sistemas) como las principales destinatarias de las inversiones de entidades
internacionales.
“BBVA, Santander, Deutsche
Bank, Citibank e ING son los más importantes
financiadores de armas, seguidos en un segundo nivel de importancia
por Banca March, Bankia, Caixabank, Banco Popular, Banco
Sabadell y Bankinter”, subraya el estudio.
Por
otro lado, Amnistía Internacional (AI) ha exhortado en varias ocasiones a
gobiernos y entidades sobre la importancia de cerrar el grifo de la
financiación. Al menos si están interesados en evitar “violaciones graves de derechos
humanos y crímenes de derecho internacional” como las que ocurren casi a
diario en Yemen Siria o Irak.
krd/anz/hnb/msf
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