El club Argentinos Juniors nació llamándose club Mártires de
Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados en un primero de mayo,
y fue un primero de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita,
bautizado en una biblioteca anarquista de Buenos Aires la Asociación Atlética
Argentinos Juniors, entidad fundada en 1904, en los barrios porteños de La
Paternal y Villa Crespo, estuvo muy vinculada, desde sus orígenes, al
anarquismo.
En Argentina por aquellos años, el socialismo y el anarquismo
mantenían diferencias irreconciliables en el plano ideológico, y un tanto
matizadas en el aspecto sindical. Mientras los primeros sostenían que había que
dar una pelea en el plano de la representación política, participando de las
elecciones burguesas aun sabiendo que se practicaba el fraude y que no tendrían
ninguna posibilidad de ganar, los segundos se oponían tajantemente a cualquier
participación política dentro del sistema. Los anarquistas consideraban, a
quienes se prestaban al juego de lo que ellos llamaban “el circo electoral”,
prácticamente como “colaboracionistas” del régimen.
Sin embargo, al momento de trabar relaciones “por abajo”, tanto
anarquistas como socialistas se reunían fraternalmente para compartir
discusiones políticas, lecturas y otras actividades de esparcimiento, como por
ejemplo, el fútbol.
Además, a la hora de perseguir políticamente a los revoltosos, las
autoridades no distinguían entre unos y otros. Tampoco cuando mandaban a la
policía a meter bala. Por eso había mucha cooperación, más allá de que sus
referentes no se llevaran del todo bien.
En los primeros años de la década del siglo XX, el fútbol
comenzaba a ser el deporte elegido por las clases populares, y los miembros
fundadores de los clubes que iban apareciendo en Argentina, ya no tenían
apellidos ingleses, sino que en su gran mayoría eran italianos, polacos,
españoles y judíos.
Si bien no se conoce la fecha con exactitud, se sabe que a
principios del año 1904, en un terreno baldío donde había una obra en
construcción abandonada, un grupo de jóvenes que se juntaban a jugar al fútbol
decidieron fundar el equipo “Mártires de Chicago”, en homenaje a los militantes
anarquistas condenados a muerte en noviembre de 1897 por la Justicia de Estados
Unidos.
El terreno en cuestión estaba ubicado en el barrio de Villa
Crespo, sobre la calle Aráoz, entre Ramírez de Velazco y la Avenida Corrientes
(que por entonces se llama “Triunvirato”).
El 1 de mayo de 1896, la American Federation of Labor (Federación
Estadounidense del Trabajo), de origen anarquista, decretó una huelga general a
la cual se plegaron más de 350 mil trabajadores. En aquel entonces, la AFL no
era la Central Sindical más numerosa del país, sino que se trataba de la
segunda en importancia, detrás de la “Noble Orden de los Caballeros del
Trabajo”, una organización más importante, que en realidad funcionaba como
contención patronal del descontento de la clase obrera.
El principal reclamo de aquella huelga de 1896 era la reducción de
la jornada laboral de catorce a ocho horas diarias, y como el descontento era
tan grande, las bases terminaron desbordando a la Central conciliadora y se
plegaron casi en su totalidad al paro convocado por los anarquistas.
Al ser la más postergada entre todas las que estaban
industrializadas, la Ciudad de Chicago se convirtió en el epicentro de la
protesta. La misma se prolongó durante varias semanas, y como los empresarios
desconocían la autoridad gremial para sentarse a negociar, las autoridades
terminaron decretando una represión brutal, que además de las fuerzas
represivas incluyó bandas parapoliciales a sueldo de los patrones.
Los líderes anarquistas de la protesta fueron apresados y
condenados a la horca: Albert Spies, George Engels, Adolf Fischer, Albert
Parsons y Louis Linng (que se suicidó en su celda), fueron ejecutados en
noviembre de 1897. Michael Schwab y Samuel Bielden fueron condenados a cadena
perpetua, y Oskar Neebe a 15 años de prisión.
Dos años después de las condenas a muerte, en 1889, se establecía
la fecha del 1° de Mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, que se
celebra en todo el mundo, menos en Estados Unidos.
Los fundadores del club Mártires de Chicago decidieron adoptar
para su camiseta los colores verde y blanco: casaca blanca con dos listones
verdes, lo cual daba como resultante tres bastones blancos, uno central y dos
verdes intercalados.
Realmente se desconoce la razón de la elección de estos colores,
en lugar de los tradicionales, rojo y negro que solían elegir otros equipos que
eran fundados por militantes anarquistas. Tal vez la respuesta más razonable
sea que dado el nombre que habían escogido para el equipo, ya no hacía falta
mandarse en cana con los colores de la camiseta. Otra respuesta posible puede
ser el hecho de que alguno de los fundadores hubiera conseguido el juego de
camisetas a través de alguna donación, cosa que era bastante frecuente por
aquellos años.
Respecto de la filiación ideológica de los fundadores de Mártires
de Chicago, la mayoría de las fuentes consultadas coinciden en que se trataba
de activistas del anarquismo.
Casi en simultáneo a la fundación de Mártires de Chicago, otro
grupo de jóvenes militantes políticos decidió crear un equipo en la zona de La
Paternal, precisamente en un descampado ubicado en la intersección de las
calles Luis Viale y Añasco. El equipo se llamó “Sol de la Victoria”, en
homenaje al primer himno del Partido Socialista Italiano, Himno de los
Trabajadores, en cuyo uno de sus versos habla de “il sole della vittoria”.
Aunque esta versión no está del todo confirmada, demás está decir que esa frase
solía adornar cualquier proclama política que los socialistas de aquellos años repartían
a modo de propaganda.
Como Mártires de Chicago y El Sol de la Victoria eran dos equipos
de barrio que apenas si disputaban encuentros amistosos con otros similares de
la zona, dada la cercanía de sus predios y los ideales políticos que los vinculaban,
en agosto de 1904 decidieron unir fuerzas para enfrentar a uno de los equipos
más fuertes del barrio: Catedral Porteño.
Catedral Porteño era, para la época, un equipo conformado por
muchachos algo más experimentados que los de Mártires de Chicago y Sol de la
Victoria. Actuaban en la Liga de Villa Crespo, cosa que para la época daba
cierto “status”, respecto de los que solo jugaban partidos amistosos.
El 14 de agosto de 1904, en el predio donde que solía utilizar El
Sol de la Victoria, se enfrentaron un combinado formado por jugadores de este
equipo y de Mártires de Chicago, contra el equipo de Catedral Porteño. El
partido finalizó 3 a 1 a favor del combinado local, y a partir de ese momento
los dos conjuntos formados por socialistas y anarquistas decidieron aunar
esfuerzos y fundar un nuevo club, que luego de largas discusiones se llamó
“Asociación Atlética Argentinos Juniors” y lleva ese nombre desde entonces.
El color de la camiseta caía de maduro: rojo. Aunque sin embargo,
cinco años después, en 1909, Argentinos Juniors volvería a utilizar la camiseta
blanca y verde de Mártires de Chicago durante seis años, debido a la
prohibición de utilizar la camiseta roja.
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