martes, 29 de noviembre de 2011

Una marcha denuncia que lo que hoy es impunidad será tortura mañana

El fin de la impunidad de los torturadores es la garantía para que no se produzcan nuevos casos de tortura
Miles de personas salieron ayer a la calle en Iruñea para exigir el fin de la tortura y de la impunidad. La manifestación partió de los cines Golem pasadas las 17:30, con el objetivo de denunciar que la impunidad de hoy es la semilla de la tortura del mañana, al igual que la impunidad de ayer ampara la tortura que se practica aún hoy. La convocatoria fue la expresión popular del rechazo a la sentencia que exonera a los únicos cuatro guardias civiles condenados por las torturas a Igor Portu y Mattin Sarasola. Además, el acto estuvo marcado por el homenaje a Mikel Zabalza, ya que hoy se cumplen 26 años desde que fuera detenido e interrogado en Intxaurrondo para después aparecer muerto en el río.
La manifestación ocupó con creces toda la extensión de la calle Navas de Tolosa cuando se encaminaba hacia el Paseo Sarasate. A la cabeza de la marcha y portando la pancarta se encontraban la hermana y la sobrina de Zabalza, el torturado Mikel Soto, la activista de Torturaren Aurkako Taldea (TAT) Ane Ituiño y los padres de Portu y Sarasola. Durante el trayecto se corearon lemas como «Aquí se tortura, como en la dictadura» o «La policía tortura y asesina», aunque el más repetido de todos fue «Ez, ez, ez, torturarik ez».
Para la lectura del comunicado se había preparado un escenario junto a la estatua de los Fueros, en cuyo centro se colocó un retrato de Mikel Zabalza. El manifiesto fue leído por Ituiño y Soto, a quien presentaron como «uno más de los 10.000 torturados vascos». Ambos cargaron contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre las torturas a Portu y Sarasola, calificándola como «un extraño artefacto construido única y exclu- sivamente para negar la evidencia, para negar la tortura». Sin embargo, a pesar de lo señalado por la Justicia española en la segunda sentencia, Ituiño proclamó que «en Euskal Herria sabemos perfectamente qué hicieron a Igor y a Mattin».
Soto e Ituiño dieron lectura a algunos de los fragmentos de la sentencia condenatoria contra cuatro guardias civiles que fueron eliminados por el Tribunal Supremo. Precisamente, el relato de los dos presos es una muestra más de cómo la impunidad alimenta que se produzcan nuevos casos de maltrato. En concreto, las páginas eliminadas de la sentencia detallan que «a Mattin le colocaron una pistola en la sien y le amenazaron con hacerle lo mismo que a Mikel Zabalza».
Esta vinculación entre los casos del pasado y los del presente aparece también en el relato de las torturas de Portu, ya que «a Igor lo llevaron hasta el río Aramaio y, entre patadas y puñetazos, le introdujeron la cabeza en el río y le hicieron la bañera en varias ocasiones». «Igual que a Mikel», remarcó Soto.
Sin embargo, no se trata de una amarga coincidencia, sino que «la muerte de Mikel Zabalza ha aparecido de forma recurrente en las miles de sesiones de tortura practicadas a cientos de detenidos vascos». Aun así, lo «más grave» de la sentencia del Supremo, según los convocantes, no es siquiera haber «borrado» el episodio de torturas como si jamás hubiera existido, sino que «con ella se vuelve a lanzar el mensaje de total impunidad a quienes la practican».
El objetivo y la batalla
Ituiño reivindicó la validez de la movilización social como herramienta para acabar con el maltrato y la tortura, pero advirtió de que aún queda mucho por hacer. «Tenemos trabajo por delante. Mediante la movilización social y el compromiso colectivo, tenemos que conseguir que se derogue de una vez el régimen de incomunicación y que se apliquen medidas para la erradicación de la tortura», afirmó. Sólo con un sistema de garantías y el fin de la impunidad se conseguirá «cerrar de una vez este tremendo capítulo de la historia de este país. Ése es el objetivo y ésa es la batalla», señaló la portavoz del TAT.
La desaparición de todo el sistema es necesaria para conseguir «la paz y la solución del conflicto», aseguraron. Esto exige que se implementen «mecanismos para la erradicación de la tortura en los cuarteles y todas las dependencias policiales». Además, emplazaron al Estado español a que «se acepte el daño inflingido a las miles de personas que han sido torturadas en este país». Por otra parte, los convocantes se mostraron convencidos de que «el fin de la tortura será el resultado de una decisión política».
Homenaje anual a Zabalza
La irrintzilari Karmele Galarza estuvo presente en el escenario para defender la memoria de Mikel Zabalza. Además de las amenazas a Sarasola, los dos casos tienen otra vinculación directa con la de Zabalza: Intxaurrondo. En ninguno de ellos el Estado ha admitido que se haya producido maltrato alguno dentro del cuartel. Sin embargo, gran parte de la sociedad vasca está convencida de que el Estado miente.
Para rescatar la memoria de Zabalza y denunciar lo que ha supuesto Intxaurrondo para Euskal Herria, Galarza convocó a todos al «sencillo homenaje» que le rendirán hoy mismo en Orbaitzeta a su vecino, como han hecho todos los años desde que murió.
El maltrato a militantes vascos continúa año tras año
Al término de la manifestación, Ane Ituiño aportó los últimos datos sobre torturas en Euskal Herria. La activista del TAT recordó que en el año 2009 se presentaron 45 denuncias, y que el pasado año se registraron otras 63. En lo que llevamos de 2011 el número ha bajado hasta las 11. Sin embargo, alguna de ellas es particularmente grave. En concreto, Ituiño destacó la denuncia de Beatriz Etxebarria, que ha contado haber sido violada por la Policía. Una «clara agresión sexista», además, que no fue recordada por ninguna institución oficial ayer, cuando se celebraba el día internacional contra la violencia hacia las mujeres. La preocupación por el futuro de la denuncia de Etxebarria es particularmente grave, dado que acaba de ser archivado por un juez de Bilbao este mismo mes «volviendo a dotar de impunidad a sus torturadores y violadores».
El TAT se pregunta hasta cuándo el Estado español «dejará de utilizar la tortura como un arma política». «Desde Amnistía Internacional hasta el Comité contra la Tortura de la ONU, pasando por el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura, han denunciado el uso de esta práctica contra Euskal Herria», aseguró. Además, desde el TAT se recuerda que cada vez son más los informes que ubican al Estado en el «mapa mundial de los horrores».
El fin de la impunidad de los torturadores es la garantía para que no se produzcan nuevos casos de tortura, pero hay pasos que se pueden dar ya mismo como la derogación del régimen de incomunicación, según exigió Ituiño, que no entiende cómo Madrid no lo ha hecho ya. A.I.
http://www.lahaine.org/index.php?p=57834
http://www.gara.net/paperezkoa/20111127/306206/es/Una-marcha-denuncia-que-que-hoy-es-impunidad-sera-tortura-manana

sábado, 26 de noviembre de 2011

Maroto, el héroe. Una biografía del anarquismo andaluz.

El anarquismo andaluz figura entre los grandes vacíos de la historia de la primera mitad del siglo XX y, concretamente, de la que se refiere al periodo que abarca la dictadura de Primo de Rivera, la República y la Guerra Civil y la Revolución. Estas dos décadas de cruenta guerra de clases, de las que saldrían victoriosos los sectores más reaccionarios y, en definitiva, el fascismo, convirtieron al anarcosindicalista granadino Francisco Maroto del Ojo en el símbolo de una generación de militantes y luchadores.
Maroto, hijo de una familia de tres hermanos y huérfano de padre desde muy joven, nació en el barrio del Albaicín, donde residía buena parte de la clase obrera granadina, expulsada del centro tras sucesivas remodelaciones urbanísticas. Ebanista de profesión, sería uno de los principales líderes de la CNT en Granada durante la República. Maroto se convertiría en un personaje tan querido por las clases populares granadinas como aborrecido por la burguesía y los caciques granadinos, los cuales formaban «parte de la derecha más conservadora y ultramontana». Calificado de «maleante y delincuente» en las páginas del diario monárquico El Ideal, Francisco Maroto participó activamente en la enconada conflictividad obrera existente en Granada en los años treinta, sufriendo la consiguiente represión.
Pero sería durante la guerra cuando se dibujarían en Maroto los rasgos que lo convierten en una figura sobresaliente, junto con otras como el malagueño Juan Santana Calero o el sevillano Juan Arcas. A pesar de haber conseguido organizar una columna de milicianos que demostró una más que sobrada solvencia militar, la estrepitosa caída de Málaga fue utilizada para criminalizar a las milicias anarquistas y, en última instancia, para encarcelar y quitar de en medio al propio Maroto. A pesar de las acusaciones sin pruebas y de las incontables peticiones de libertad, la inquina hacía él tanto del PCE como del gobernador civil de Almería, el socialista Gabriel Morón —junto con la pasividad calculada de los organismos dirigentes de la CNT, más preocupados por los equilibrios en las instancias de gobierno que por los presos anarquistas—, hicieron que pasara buena parte de la guerra en la cárcel.
Capturado por los fascistas en Alicante en enero de 1940, sería fusilado en julio de ese año tras ser salvajemente torturado. La historia de Maroto no puede leerse como la historia de un solo hombre, sino como una biografía de un anarquismo andaluz que en las luchas sociales forjó el carácter de cientos de militantes. Una historia que ha sido cerrada a cal y canto tanto por el Franquismo como por el régimen que le sucedería.
http://www.lamalatesta.net/product_info.php/products_id/4270
La Columna "Maroto" en el Albuñán de 1936.
Francisco Maroto del Ojo, militante anarcosindicalista de la C.N.T-F.A.I,llega a Granada desde Barcelona y Alicante como comandante de 6 centurias de milicianos anarquistas(600 soldados a los que después se sumaron otros 700).
Establece su centro de mando en la iglesia de San Miguel de Guadix en 1936 y opera por todo el marquesado, instaurando colectivizaciones de tierras y otras políticas de igualdad social, hasta que entra en el círculo de la barbarie y sinrazón de la contienda, incendiando iglesias y fusilando contrarios políticos en todos los pueblos.
A él se deben los saqueos de la iglesia de Albuñán, Cogollos,etc.
Extiende sus tropas por tierras de Baza y Almería, donde arremete contra el gobernador y es condenado a muerte, pena que luego se permuta.
En febrero de 1937 toma pueblo a pueblo, hasta llegar a las puertas de Granada, que no tomó, por falta de munición.
Colabora con "los niños de la noche" de Granada, para evacuar comunistas de la capital, y es acusado de espía.
En 1938 la columna es militarizada, pasando a llamarse "Brigada Mixta número 147",y alcanza su zénit con 2000 soldados bajo su mando.
En septiembre de 1938 se asocia en Baza a Juan García Oliver, fundando la guerrilla "Camborio". En su haber hubo delitos de sangre y represalias, uniéndose a otros jefes como José Zarco Martín, Maruja Lara y Paulina Odena.
En 1940 es capturado y ejecutado, tras recibir tortura.
En Albuñán reclutó a 5 de sus habitantes para su causa, y fusiló a 9 personas.
http://www.foro-ciudad.com/granada/albunan/mensaje-7288060.html

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La CNT en la Segunda República

La CNT en la Segunda República El impulso de tácticas de enfrentamiento con las instituciones republicanas sólo se da con fuerza en Catalunya, Andalucía y Valencia, y no en el resto del Estado.
Resulta difícil analizar en tan poco espacio la complejidad de la actuación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) durante la Segunda República. Por ello, he optado por centrarme específicamente en los obstáculos que ésta encontró para desarrollar su actividad transformadora en el marco de un Estado democrático burgués y en las carencias de la propia organización.
No puede entenderse la actuación de la CNT durante el período republicano sin realizar previamente un balance del estado de la organización al inicio de este momento histórico. La CNT llega a la Segunda República después de un período de más de dos décadas caracterizado por períodos de represión y otros, más escasos, de libertad de actuación. La Confederación había recorrido desde su creación hasta 1918 un largo proceso de organización sindical, que parte de la unificación del asociacionismo obrero difuso y evoluciona hasta la formación del Sindicato único profesional, en 1918. La constitución del Sindicato único le provee de una herramienta útil para garantizar la eficacia de la acción sindical, tal como se demuestra en la huelga de la Canadiense de 1919, y le confiere un gran prestigio entre los trabajadores, siendo identificada por éstos como la organización que mejor les representa. Con esta nueva forma organizativa, que evitaba duplicidades, consiguió una gran capacidad de maniobra para negociar y para adaptarse a diferentes situaciones de conflictividad –algo sin parangón hasta entonces– situándose como un referente para la clase obrera en clara competencia frente a la Unión General de Trabajadores (UGT).
Sin embargo, este período de organización sindical bajo las siglas de la CNT no se vio acompañado por un proceso paralelo de debate ideológico. A pesar de que en 1919 la Confederación se define como una organización anarcosindicalista que tiene como objetivo ideológico la consecución de una sociedad comunista libertaria y como ámbito de actuación el sindicato abierto a todos los trabajadores, los dilatados períodos de clausura y clandestinidad obstaculizan la actividad normalizada y la discusión interna, sobre todo el comprendido entre 1920 y la proclamación de la Segunda República. Así ocurre después de la huelga general de 1919 y del «lock-out» patronal, cuando la postura conciliadora de los dirigentes de la CNT –Salvador Seguí, entre otros, aceptan participar en la constitución de Comités mixtos obreros-patronos para resolver los conflictos–, se enfrenta a una actitud totalmente intransigente de la patronal, que impide el desarrollo de un marco de libertades sindicales y la relación continua y cotidiana de los militantes y afiliados en los locales sindicales.
La clandestinidad, a la que se ve abocada la organización en 1920, da paso a que se potencien opiniones y actitudes más radicalizadas entre la militancia, sin que por eso deba deducirse que las posturas pactistas y moderadas, protagonizadas por los militantes que lideraban en aquel momento la organización, no provinieran de sectores con una fuerte adscripción anarquista. Este período de clandestinidad se caracteriza por una gran espiral de violencia, el inicio del pistolerismo patronal, los Sindicatos libres y más tarde en la creación de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) como respuesta a la rigidez patronal, la dictadura de Primo de Rivera y la vivencia del fracaso de las tácticas conciliadoras y pactistas. Lo que comprobamos durante esos días es que la nueva militancia, los jóvenes, que se incorporan a la organización en épocas de clausura sindical y lucha clandestina, desconfían de tácticas posibilistas y creen mucho más en la lucha revolucionaria para doblegar al capital.
De hecho, la ausencia de una práctica sindical normalizada impedía la participación obrera, y la discusión entre tendencias ideológicas no ayudaba en nada a la estabilización de la CNT ni a su maduración interna. Bajo estas circunstancias llega la CNT a la proclamación de la Segunda República: cuenta con un gran prestigio e influencia entre los trabajadores por su esfuerzo organizador y sus éxitos en la defensa de los mismos, una práctica sindical debilitada y una militancia dividida sobre qué hacer y cómo en cada coyuntura.
Además, la proclamación de Segunda República suscita entre los trabajadores una gran manifestación de entusiasmo, viviéndose como un período esperanzador de cambios posibles y de mejora de las condiciones laborales. Esta ilusión se deposita, sobre todo en Catalunya y Andalucía, en la capacidad de acción de la organización anarcosindicalista. En ese momento los dirigentes de la CNT –militantes veteranos, como Ángel Pestaña, del Comité Nacional; Joan Peiró, del Regional de Catalunya y Sebastià Clara, director de Solidaridad Obrera, entre otros–, sitúan cómo objetivo principal de la organización su fortalecimiento sindical para consolidar a la CNT como principal organización del proletariado, y por ello priorizan la difusión de propaganda entre los trabajadores y la formación en aquel contexto de libertades. Sin embargo, otro sector de la militancia –representado por Juan García Oliver, Francisco Ascaso, y Buenaventura Durruti, militancia que más tarde adquirirá gran influencia dentro de la organización–, mantiene otra posición al considerar que la República abre paso a una coyuntura revolucionaria que debía aprovecharse antes de que se consolidase el régimen democrático burgués, un momento en el que se debía impulsar de inmediato el hecho revolucionario a través de la declaración de huelgas generales y del insurreccionalismo.
Entre 1931 y 1933 estas dos posturas se enfrentan y rivalizan en los planteamientos tácticos y estratégicos. Ya, desde 1931, la militancia radical propaga en los sindicatos un ambiente revolucionario que la militancia moderada intenta frenar en agosto con la publicación del Manifiesto de los Treinta, donde expone su posición ante el hecho revolucionario que debe surgir de los trabajadores, de ahí que a partir de entonces se denomine a los moderados «trentistas».
Este período abre también grandes expectativas de cambio social. Si bien el gobierno de la República adopta inicialmente una serie de medidas laborales reformistas –seguro obligatorio de maternidad, ley de contrato laboral, implantación del seguro de accidentes, salario mínimo y por primera vez una semana de vacaciones–, también se estrena desde un principio con respuestas represivas ante las reivindicaciones obreras, como se dan en la huelga general de Sevilla o la huelga de la Telefónica, por poner algunos ejemplos, actitud que no ayuda a crear el marco necesario para que el objetivo organizativo de los dirigentes anarcosindicalistas encuentre el terreno abonado para desarrollarse. A pesar de que entre 1931 y 1932 los dirigentes cenetistas ya habían pactado con la patronal el reconocimiento del sindicato como interlocutor válido y la aceptación de la negociación laboral, la ley de los Jurados mixtos instaurada en noviembre de 1932, que incluía al Estado como árbitro, se interfiere y se presenta como una imposición inaceptable para cualquier tendencia y para toda la militancia de la CNT. Vulnera frontalmente la táctica de acción directa propia de la Confederación y la confina a actuar fuera de la legalidad republicana. Supone, en cambio, un espaldarazo a la UGT, organización que no tiene ningún problema en aceptar la intromisión del Estado ni su mediación y regulación de las relaciones laborales. Aunque en Catalunya los jurados mixtos tuvieron muy poca incidencia, puesto que muchas de las huelgas impulsadas por la CNT se provocaron al no querer utilizarlos, sí que tuvieron repercusión en el resto de España, donde se crearon más de 240 organismos paritarios.
Este contexto de elevada confrontación laboral y movimientos insurreccionales contribuye a aumentar las discrepancias entre tendencias. El blanco de las críticas de los radicales se dirige a Ángel Pestaña, cuestionado por no declarar la huelga general tras los hechos de Sevilla de julio de 1931 y por su actuación durante los movimientos insurreccionales de Andalucía, Valencia y el Alt Llobregat en enero de 1932, por lo que dimite dos meses más tarde como secretario del Comité Nacional. A partir de este momento la preponderancia de la militancia faísta en los Sindicatos de los Comités Regionales, donde las tendencias se encontraban más enfrentadas, ya es absoluta.
Por tanto, este inicio esperanzador de libertades y de acción sindical no fructifica. La CNT mantiene diversos frentes abiertos, externos e internos, a la propia organización. Externos, la postura rígida de la burguesía y del gobierno republicano, con su explícito apoyo a las organizaciones de ámbito socialista y el papel que juega la UGT; e internos la actuación de los comunistas dentro de la CNT, que intentan incrementar su peso en la organización y el continuo debate táctico y estratégico de las tendencias ante los pasos a seguir en cada coyuntura.
Tampoco favorece a la organización cenetista la reglamentación laboral que construye el gobierno de la República. Las leyes laborales de Largo Caballero sitúan a la CNT en clara desventaja respecto a la UGT, puesto que su cumplimiento impedía que la Confederación fuera coherente con sus principios de funcionamiento. Tanto trentistas como faístas valoraron el comportamiento del gobierno republicano como inaceptable, aunque no llegaron a acuerdos sobre las estrategias a seguir para combatirlo. La Ley de Defensa de la República, en octubre de 1933, continúa este arrinconamiento de la CNT, Una vez más, se trataba en el fondo de una ley de excepción camuflada que favorecía a la UGT. Si a ello sumamos que los sindicatos de la CNT se encontraban en muchos casos clausurados tanto en Barcelona (Alimentación, Transporte, Construcción) como en Andalucía, donde el gobierno cierra sistemáticamente los locales sociales, la capacidad de acción de la CNT se ve muy limitada. Meses más tarde la creación de una ley de asociaciones patronales y obreras, que exigía que los sindicatos se inscribieran en un registro de asociaciones, resulta algo impensable para la forma de actuación autónoma y directa de la CNT.
No obstante, el impulso de tácticas de enfrentamiento con las instituciones republicanas sólo se da con fuerza en Catalunya, Andalucía y Valencia, y no en el resto del Estado. Lo mismo ocurre con las discrepancias de tendencias, que en el resto de Comités Regionales en España mantienen la unidad y el entendimiento por encima de las divergencias, precisamente en lugares donde la organización socialista tiene una mayor fortaleza. Sin embargo, la división interna y la lucha de esas tendencias lleva a la expulsión de la CNT de militantes trentistas y comunistas del Bloque Obrero y Campesino (BOC) en Catalunya y más tarde conduce en 1933 a la creación, por parte de Ángel Pestaña y otros veteranos militantes trentistas, de los Sindicatos de Oposición. La escisión no ayuda en nada a la consolidación de la CNT y aumenta la debilidad y la pérdida de afiliación que ya se había iniciado a lo largo de estos dos años. Pese a ello, esta nueva organización sindical no es seguida por los trabajadores ni tienen éxito los Frentes únicos de los sindicatos que se forman para contrarrestar a la CNT. La escisión sólo condujo a que la UGT gane preponderancia en el marco legal republicano y protagonismo en el escenario social. La victoria de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933 acaba con el Bienio Reformista y empuja a la CNT a seguir intermitentemente fuera de la legalidad. Este vuelco electoral, unido a la creciente percepción del aumento del fascismo y el resultado de los hechos de Octubre de 1934, propicia el inicio de un proceso de acercamiento de las tendencias ante un enemigo común y declarado y la discusión sobre cómo recuperar la proyección perdida. Sin embargo, la precipitada unificación de la CNT durante el Congreso de Zaragoza de mayo de 1936, antes del inicio de la Guerra Civil, resulta ser una unión frágil y poco madura para los acontecimientos que se avecinan poco después y que pondrán el listón muy alto a la militancia confederal.
El inicio de la guerra acaba «aparentemente» con las discrepancias. Responsabilidad y lealtad, ante la gravedad de la Guerra Civil, definen la actuación de la militancia cenetista durante el primer año; una actuación combinada con sólo cierta dosis de coherencia con los principios libertarios en el ámbito económico, como el impulso de la autogestión obrera y la economía social. Esta actitud cooperadora de la CNT se ve cercenada por la actuación desleal, partidista y maniobrera de los partidos que integran los organismos políticos pluriideológicos, que devuelven intriga y exclusión a una apuesta que prioriza la unión ante la guerra y posponer el impulso de la revolución libertaria, conscientes de la falta de unanimidad de la militancia de la CNT.
Cien años después de la creación de la CNT, a pesar de los vaivenes y las dificultades vividas, los principios libertarios que la guían mantienen en la actualidad toda su vigencia y conforman la manera de actuar de múltiples y nuevos movimientos sociales en el siglo XXI. Horizontalidad, autonomía y democracia directa son dinámicas de actuación ya existentes, necesarias y posibles ante las limitaciones de la participación política en las democracias formales. El desafío sigue vivo. Bibliografía
Casanovas, J. De la calle al frente. El anarcosindicalismo en España (1931-1939), Crítica. Barcelona, 1997.
Gabriel, P. Classe obrera i Sindicats a Catalunya, 1903-1920. Tesi doctoral, 3 vol., Barcelona, 1981.
García Oliver, J. El eco de los pasos, Ruedo ibérico. París, 1978.
Peirats, J. Los anarquistas en la crisis política española, 3 vol., Ruedo ibérico. París, 1971.
Vega, E. Entre revolució i reforma, Pagés editors, Lleida, 2004.
Vega, E. El trentisme a Catalunya. Divergències ideològiques en la CNT 1930-1933, Curial, Barcelona 1980.
http://www.lahaine.org/index.php?p=44472

domingo, 20 de noviembre de 2011

HOMENAJE A SU PERSONA EN SU 75 ANIVERSARIO DE SU ASESINATO.

D-uermes en los anales de la historia con la memoria desenterrada de los que no te olvidamos de tu vida revolucionaria, entregada a la conciencia colectiva y la lucha armada...errante por el mundo como muchos camaradas que perdían la vida por un ideal sublime y universal, liberando a los desposeídos de sus yugos infernales, la opresión de las botas y los sables.

U-nidos a ti con la misma bandera del rojo y negro, cánticos vigorosos y enseñanzas libertarias elevando el espíritu combativo de las gentes y de los parias, de los obreros de las fábricas de los campesinos, de los mineros, de los maestros, de las mujeres olvidadas y los niños, que veían en ti el ejemplo luchador para derrocar a la iglesia infame a los caciques y la burguesía arrogante.

R-ebelde por naturaleza, naces en una cuna humilde en la vieja Castilla de antiguos comuneros, de olor a carbón de las cuencas mineras...un siglo convulso de sudor y explotación, de revoluciones industriales de sangre y fervor, de luchas anarquistas sin tregua ni perdón, de célebres pensadores en tribunas acaloradas incitando a la rebelión, palabras enérgicas y seductoras llevadas a la acción.

R-evolucionario sindicalista en edad temprana, tu afán libertario no encontraba espacio en las concepciones jerárquicas, ni doctrinas cerradas de líderes conformistas que obedecían al poder de los amos y del estado lo dejaste todo por tus ideales, recorriendo el mundo y apresado en cárceles por tu firme convicción en la abolición de las clases, soñando la libertad de todos los pueblos del mundo sin grilletes, ni muros ni fronteras.

U-niversal quiso que fueran tus conquistas revolucionarias..hasta que volviste a la península Ibérica con aires republicanos recién salido de la dictadura militar, pero el pueblo seguía pobre y analfabeto sin escuelas ni pan la burguesía seguía dominando la vida pública y el Parlamento, la industria y la economía, los poderes fácticos iba en aumento, la iglesia sin renunciar a sus privilegios, las mujeres en el olvido luchando por sus derechos.

T-ierra, pan y libertad, amor libre y colectividad, se estaba gestando la autogestión en la república neutral, de color rojo revolución donde el oprimido gritaba muerte al opresor, ocupando fábricas y tierras del señorío, quemando iglesias y prelados conquistando la propia vida liberándose del amo...el anarcosindicalista amado, dando ejemplo con sus actos..sabías como resurgir de las ruinas de las revoluciones traicionadas por el aparato represor del estado.

I-deales claros y lúcidos de tu vida, con enemigos al acecho, te arrebataron la vida solo con 40 años..la revolución española fue un hecho contundente que prometía la aspiración de la anarquía con escuelas libertarias, fabricas, tierras colectivizadas extendiéndose por la Iberia más desolada, no importaba lo que costara los ideales era la principal enseñanza, con canciones revolucionarias y fusil, con barricadas de adoquín..porque los militares fueron llamados por la burguesía cobarde y ruin, por los fascistas escondidos en sus escaños y atril, provocando la contrarevolución de un país sediento de libertad. El frente fue tu hogar y tu verdad...los niños querían ser como tú..pero las bombas y la traición destruyeron la verdadera ilusión de un país dignificado por los ideales de miles de hombres y mujeres muriendo por la revolución.

DURRUTI MEMORIA POR SIEMPRE !!!

http://www.portaloaca.com/articulos/opinion/3921-a-ti-companero-.html


viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Qué es la abstención?

Explicado de una forma breve, abstenerse significa no colaborar con el sistema electoral y político actual, siendo su representación más clara el no ir a votar. En cualquiera de las elecciones del estado español, la abstención no se considera como opción u opinión política ya que directamente, el porcentaje de abstenciones, se excluye del reparto de escaños, dejando de este modo a un lado entre un 20% y 30% de la población. Es decir, o usas y acatas este sistema de elecciones injusto o tu voz no será tenida en cuenta (ver: “El sistema electoral del estado español”). Abstenerse no significa callarse, y se demuestra viendo todo el debate, sutilmente ensombrecido, ignorado y menospreciado, que se genera en torno a esta decisión política.
Si aplicamos los datos de forma sencilla podemos ver en las elecciones de 2008 la clara desconfianza en el sistema electoral, siendo la abstención el tercer % directo más alto.
Censo electoral (personas con derecho a voto): 35.073.179
Votos recogidos por el 1º (PSOE): 11.289.335 ( 32,19 % respecto al censo)
Votos recogidos por el 2º (PP): 10.278.010 (29,30 % respecto al censo)
Abstenciones: 9.172.737 (26,15 % respecto al censo)
http://latrampadelaselecciones.wordpress.com/2011/04/25/2-que-es-la-abstencion-2/
Videos
Elecciones 2011, La gran Farsa

http://www.youtube.com/watch?v=kgTn6R8C0J0&feature=player_embedded
Abstención Activa
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=1VryI0rdqf0#!

Pequeña crónica de la manifestación antifascista en Málaga




























Como cada año los antifascistas de Málaga salimos a manifestarnos contra el fascismo en esta fecha tan emblemática, por su aproximación al 20N el día de la muerte del dictador Franco, pero la lucha ha de seguir pues continúa su sucesor en el poder con el nombre de “demócrata” y con sus lacayos políticos.
Como cada año hemos salido a las calles de Málaga manifestándonos y gritando consignas, Esta vez hemos echado de menos a muchos compañer@s de la vieja guardia, pero han llegado salvia nueva que seguirán las huellas de nuestros pasos.
Los 20N es una fecha emblemática que no deberíamos perder en el estado español los antifascistas, pues es el mejor homenaje que les hacemos a los compañer@s muertos, a manos de estos energúmenos fascistas en nombre de dios y de la patria.

Crónica en laHaine
Málaga
La manifestación antifascista de Málaga ha salido de la plaza de la merced sobre las 19:30. En la pancarta principal se podía leer: Contra la crisis del Capital, Unión y Acción Antifascista.
Unas 80 personas han recorrido el centro de la ciudad (Plaza de la Constitución, Plaza de la Marina...). La movilización terminará sobre las 20:30 en la Plaza del Carbón.
La presencia policial es más bien discreta, aunque hay furgones de Policía Nacional protegiendo lugares estratégicos, como la Plaza de la Marina.
Los organizadores de la marcha, Málaga Antifascista creen que la asistencia a este 20N no está mal teniendo en cuenta la multitud de movilizaciones que ha habido estas últimas semanas.
http://www.lahaine.org/index.php?p=57618

jueves, 17 de noviembre de 2011

Manifestación antifascista en Málaga

Viernes 18 N a las 19:00 salida desde la plaza de la merced.
COMUNICADO 20N
Desde hace años, nos venimos movilizando cada Noviembre para preparar una fecha tan señalada como el 20N, día en el que hace ya 36 años, se puso fin a la dictadura encabezada por Francisco Franco con su propia muerte. Sin embargo, esto no supuso un ruptura definitiva con aquel régimen, pues hemos recibimos como herencia de esa cruel dictadura un legado de jueces, militares, policías y guardias civiles, que fueron cómplices y ejecutores de las atrocidades que se cometieron durante el franquismo y que hoy en día siguen impunes con total beneplácito del sistema. Es por ello que seguimos denunciando el continuismo de este régimen fascista, que inflige opresión, censura y represión a los estratos más bajos de la sociedad. La mal llamada “Transición democrática” debió suponer el final de todo esto, sin embargo, se otorgó la amnistía a todo el aparato político de la dictadura, concediendo impunidad a asesinos y torturadores y posibilitando que muchos de ellos se convirtieran en los primeros políticos de la democracia.
Actualmente, los trabajadores y las trabajadoras estamos pagando las consecuencias de la crisis del sistema económico capitalista y estamos siendo víctimas de un recorte de derechos sin precedentes y que alcanza todos los ámbitos. En todo este escenario se están dando situaciones inaceptables; mientras las empresas alcanzan márgenes de ganancia escandalosos, efectúan despidos masivos y realizan ERE’s con total impunidad. Esto nos instala en un marco laboral totalmente precario, promovido por el sistema y materializado por los Estados cómplices en planes económicos de carácter neoliberal. Labor que están permitiendo, por otra parte, los sindicatos mayoritarios, desamparando y vendiendo al trabajador, evitando el conflicto con la patronal y actuando como colchón de la luchas de clases. No olvidamos las numerosas huelgas organizadas por las y los trabajadores que han sido respondidas con cruel violencia por parte del aparato represor del sistema en todos los pueblos del Estado. Por otro lado, denunciamos y no olvidamos la situación del eslabón más débil de la clase obrera, inmigrantes y mujeres, doblemente oprimidos por el sistema. Los y las inmigrantes debemos hacer frente al discurso racista y xenófobo que ha ido calando en la sociedad, un discurso que se ha encargado de propagar la extremaderecha y que en numerosas ocasiones ha sido difundido por los medios de comunicación. Las mujeres, por otra parte, debemos afrontar todavía la imposición del patriarcado en los distintos ámbitos de su vida.
A esto hay que sumarle la conculcación de derechos fundamentales en materia de vivienda, sanidad, educación y demás servicios públicos, los cuales están siendo objeto de una política de privatización que va en detrimento de los ciudadanos. Paradigmático en este sentido es el caso de la privatización de la sanidad, con la implantación del copago y la construcción de hospitales con fondos públicos y gestionados por empresas privadas. Tampoco olvidamos ni perdonamos la cesión y venta de la educación a manos privadas, como ocurre con los planes Bolonia y EU 2015 como máximo exponente, que supone la subida de las tasas y convierte las becas en créditos hipotecarios. Por no hablar de los numerosos desahucios que están sufriendo miles de familias únicamente por ser miembros de la clase trabajadora.
Durante todos estos años son muchas las luchas y los movimientos sociales que se han ido organizando en contra de este sistema capitalista, desde los comandos autónomos anticapitalistas de los años 70 hasta el joven movimiento del 15-M. La respuesta por parte del Estado en mayor o menor grado, ha sido siempre la misma: censura, tortura y persecución política y judicial en forma de cargas y montajes policiales, incomunicación, detención, criminalización e ilegalización de colectivos, asociaciones y partidos políticos. El sistema reprime cualquier lucha que suponga un avance social. Por ello, hoy queremos homenajear a todos los que luchan y en especial a todos aquellos que están presos por enfrentarse a este injusto sistema. Es por esto que exigimos la inmediata puesta en libertad de todos los presos y presas políticos de este Estado.
¡Y después de todo, aún tienen la desfachatez de pedirnos el voto el 20 de noviembre! ¿Para qué? ¿Para continuar con este sistema capitalista que nos extorsiona y oprime cada día? ¿Para que puedan seguir llenándose los bolsillos a costa de nuestro sudor y nuestras lágrimas? El hombre que comete un error y no lo corrige, comete otro error aún mayor.
A parte de denunciar, si hay algo que reclamamos hoy, es justicia, que se imparta justicia y comiencen a pagar los verdaderos culpables de esta situación. Y si hay algo que debamos hacer, es unir nuestras fuerzas para hacer frente definitivamente a este sistema capitalista y a sus estados cómplices.
¡POR TODO ESTO, LO LLAMAN ELECCIONES Y NO LO SON!
¡POR TODO ESTO, LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES!

martes, 15 de noviembre de 2011

Todo político aspira a convertirse en Mickey Mouse, ser tan encantador que la gente olvide que es una rata

Otra vez como cada 4 años se nos llama a participar en el circo electoral (mentira, fraude y corrupción, arbitrariedad, imposición, coerción).
Y otra vez la clase política nos presentan programas electorales y promesas que no cumplirán, para cuando estén en el poder tomar decisiones que benefician a los ricos y poderosos y perjudican a la mayoría de las personas, sin olvidar de engordar sus fortunas personales, robando todo el dinero que les sea posible.
La clase política necesita que votemos para que legitimemos luego decisiones mucha gente votaría si pensase que eso iba a cambiar sus vidas, sus sueños, trabajo o felicidad, pero no lo hacen porque no son idiotas pero toman una decisión política al no votar, en este show mediático poco importa el resultado
El que vota es el que menos derecho a quejarse tiene luego, entregan un cheque en blanco a los políticos para que hagan lo que quieran los que no votan, los que no legitiman el fraude, son los que pueden quejarse, y luchar contra la corrupción y usurpación de la voluntad colectiva por parte de aquellos a los que no han votado dado permiso para hacer lo que hacen.
La ley d’Hont favorece el bipartidismo y la acumulación de poder en el bipartidismo PP y PSOE hacen la misma política, con pequeños matices en cuanto a matrimonio gay, o aborto. Otros pequeños si estuvieran en el poder, harían lo mismo, y aunque algunos vayan de izquierdosos, si alcanzaran el poder, luego veríamos como la corrupción también les toca a ellos, como aunque haya gente que persiga el bien común, luego el sistema los ahoga, o no les deja hacer, porque está hecho para beneficiar a las clases altas. Donde estos partidos minoritarios alcanzan cotas de poder han gobernado han presentado enchufismo, corrupción, arbitrariedad, imposición,... Con ellos la situación no cambia sustancialmente, porque el sistema que aceptan no permite que elimine los privilegios que supone la miseria de otros, que se reparta la riqueza.
La abstención ni perjudica ni beneficia a partidos grandes o pequeños. Cuando se hacen los cálculos para el reparto de escaños, la abstención no se tiene en cuenta. En cambio los votos en blanco si se tiene en cuenta, sumándose al total de votos emitidos, y eso si perjudica a los partidos pequeños, ya que para poder optar al reparto de votos, necesitan haber superado un porcentaje mínimo de votos totales. Los votos en blanco al sumarse a los votos totales, hacen esa barrera más alta y por tanto más difícil a los partidos pequeños alcanzar un escaño. El voto nulo, es cualquier rotura, tachadura y no implica un rechazo del sistema parlamentario. Los partidos tienen miedo a la abstención porque es la forma más clara de rechazar un sistema que reduce la participación popular, la voluntad colectiva, el poder decisorio de cada uno a un instante (el voto), y deja en manos de unos elegidos el hacer y deshacer sin ningún control popular.
Se afanan en convencernos que un cambio de gobierno cambiará la situación de crisis, cada uno nos da soluciones para la crisis, pero debemos saber que las salidas a la coyuntura económica no depende de los gobiernos nacionales, se toman en Europa, concretamente en Alemania, y anteponen los intereses de los poderes financieros muy por encima de las necesidades de las personas.
http://malaga.cnt.es/spip.php?article615

domingo, 13 de noviembre de 2011

Los Idus del 20-N: Durruti, José Antonio, Franco, PSOE…

El 20-N se ha convertido en una de las fechas más simbólicas de toda la historia del Reino. Ante todo y sobre todo fue el día (20/N/1936) en que mataron a Durruti, que representaba como pocos la revolución social (1). Aquel mismo día, la República ejecutó al principal admirador de Hitler y Mussolini en el citado Reino…El mismo día, treinta y nueve años más tarde, fallecía en su cama uno de los mayores tiranos que haya conocido la historia humana. El mismo día, treinta y seis años más tarde de la muerte de aquel cadáver que todavía apesta, tendrán lugar unas elecciones generales en las que todo indica que el dato más destacado según todos los pronósticos será la “debacle” de una empresa multinacional, la PSOE, nombre que he tomado de la charla de Willy en Revolta. Una empresa ligada a la llamada Internacional Socialista donde sentaban “compañeros como Mubarak o el tunecino Ben Alí, una “internacional” lejana sino opuesta a la que, ironías de la historia, había sido antaño la de Rosa Luxemburgo, Jaurès o Pablo Iglesias, y que llegó al poder prometiendo un cambio que, finalmente, ha dejado a la izquierda institucional moralmente más cautiva y desarmada que nunca…
1. Durruti. Hay algo de surrealista en la singular concatenación de este día que, al decir de Willy Toledo en el acto de presentación de su libro en el local de Revolta Gomal, toca cojones. Sin embargo, según se mire, se podría ver en cada caso un significado distinto. Fue un día especialmente trágico en el caso del 20-N en el frente de Madrid, el día en que murió o mataron a Durruti el más emblemático de los prohombres del anarquismo ibérico, un personaje legendario de una honestidad y una energía revolucionaria que, lamentablemente, no estuvo acompañada por una capacidad de análisis, de comprensión de los fenómenos históricos.
Buenaventura había nacido cuarenta años antes en León. Ya en 1931, una pluma nada sospechosa de simpatía hacia el anarquismo, como la del servicial Ilya Ehrenburg, dejó escrito: “Era un obrero metalúrgico que había luchado en las barricadas. Luego, ha asaltado bancos, arrojado bombas y ha secuestrado jueces. Antes había sido condenado a muerte tres veces: en España, en Chile, en Argentina. Ha pasado por innumerables cárceles y ha sido expulsado de ocho países. Ningún escritor se propondría narrar la historia de su vida: ésta Se parece demasiado a una novela de aventuras”.
Liberado en víspera de las jornadas de julio de 1936, Durruti aboga por la unidad revolucionaria contra el fascismo; fue uno de los animadores de la ocupación del cuartel de Atarazanas, y uno de los miembros del petit comité que se niega a asumir las responsabilidades de un poder revolucionario plural. Como la CNT no quiere protagonizar un gobierno obrero, apoya la entrega de las riendas del gobierno catalán de Companys junto al cual se había negado a combatir en octubre de 1934. En pleno aliento revolucionario, Durruti forma parte del Comité Central de las Milicias Antifascistas y crea la “Columna Durruti” al frente de la cual asume tareas militares marchando hacia el Frente de Aragón, y más tarde, al más trascendental de Madrid. Allí se distingue por su arrojo hasta que muere en condiciones dudosas.
Su muerte será uno de los grandes enigmas de la guerra civil. Las hipótesis van desde el torpe accidente hasta un atentado estalinista, pasando por una traición dentro de sus propias filas. En este cuadro se inserta una polémica sobre la naturaleza de sus posiciones políticas. Para unos, Durruti se había plegado a las posiciones de la dirección de la CNT-FAI y había proclamado que había que renunciar a todo —la revolución¾ menos a la a victoria —militar—; mientras que para otros, que se apoyan en sus declaraciones al periodista Van Passen del Star, de Toronto. En estas, Durruti sigue fiel a sus posiciones habituales, se pronuncia radicalmente desconfiado de la ayuda exterior —potencias democráticas, URSS— y del propio gobierno republicano “que podría necesitar estas fuerzas rebeldes para aplastar el movimiento de los trabajadores”. Preconiza la revolución y afirma: “…Somos nosotros los que hemos construido estos palacios y estas ciudades aquí en España y en América y en todas partes. Nosotros, los trabajadores, podemos construir otras en su lugar y mejores. No nos asustan las ruinas. Vamos a heredar la tierra, no nos cabe la menor duda. Que la burguesía haga trizas y arruine su propio mundo antes de abandonar la escena de la Historia. Nosotros llevamos un mundo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en estos instantes”. Su entierro, celebrado en la capital catalana, congrega a una impresionante multitud y sirvió para adoptarlo como héroe de la República. Su leyenda de gigante ha ido creciendo como una bola de nieve, y por lo mismo, ha asido objeto de una cierta campaña de desprestigio neoliberal, ver sino el libro de César Vidal, Durruti. La furia libertaria” (Temas de Hoy, Madrid, 1996), o las declaraciones de Hugh Thomas, que lo cataloga dentro de la categoría “terrorista” a comparar con el antiguo agente norteamericano llamado Bin o Ben Laden…
2. José Antonio. El mismo 20-n en el que una “bala perdida” acabó con Durruti, fue fusilado en Alicante, José Antonio, hijo del dictador Primo de Rivera al que Alfonso XIII llamó “nuestro Mussolini”. Esta conexión fue renovada por el hijo que trabajó al servicio del “Duce2, y que irrumpió en la arena política preconizando “la dialéctica de los puños y las pistolas2, o sea la necesidad de un golpe contrarrevolucionario siguiendo los trazos de roma y Berlín, todo por una España que volviera a los tiempos del Impero, o sea que recuperara parte de su “gloria colonial”. Fuera de esta dialéctica con la que justificó una estrategia de la tensión en la calle (que luego se trataría de adjudicar a la República, como sucedió en el Chile de Allende), el grupo careció de presencia política real, y en las elecciones de febrero de 1936, la Falange obtuvo 44.000 votos en todo el territorio nacional, lo que significó el 0,7% de los votos útiles. Sin embargo, el levantamiento del cartel militar africanista le dio una oportunidad en un doble sentido, como pistoleros en la represión sistemática de la retaguardia, y como referente teórico en la conformación del Estado fascista.
Su muerte suscitó cierta polémica, en la zona republicana porque algunos pensaron que podía servir para un buen canje, algo que, según todas las indicaciones, no le interesaba para nada al “Generalísimo” que no quería rivales, de ahí que la suya fuese una muerte fue silenciada en el llamado bando “nacional” (toca cojones) durante dos años, recibiendo el apelativo de El Ausente. Terminada la guerra su nombre encabezó todas las listas de fallecidos de dicho bando, llegándose a poner la inscripción “José Antonio ¡Presente¡” en la gran mayoría de las iglesias, y en muchas de las cuales ha durado hasta hace poco. Tras el final de la guerra, el cuerpo fue trasladado hasta Madrid, y según cuenta el escritor Juan Eduardo Zúñiga, por cada pueblo por el que pasaban, los de la Falange buscaban a un “rojo” superviviente y luego lo fusilaban en homenaje al “Fundador”. El cadáver de este fue trasladado y sepultado en el Valle de los Caídos, ¡el único monumento existente sobre la guerra contra la República¡ Cuando, cuarenta y un año más tarde (1977) de su muerte, hubo de nuevo elecciones, la Falange ni tan siquiera se acercó a un escaño, si bien, buena parte de sus retoños (Martin Villa, Fraga Iribarne, Adolfo Suárez, etc), logaron los mayores reconocimientos, así como el más elevado éxito social que en el fono era de lo que se trataba.
3. Franco. El 20-N de 1975 fue un día de una alegría desbordada, y por supuesto, también de miedo. La agonía de Franco fue lenta y dolorosa, siendo sometido a numerosas intervenciones innecesarias y de efectos desastrosos. El 17 de octubre, después de varias crisis de su salud, aún preside el siniestro Consejo de Ministros. El 22 de octubre sufre su tercer ataque cardíaco, el 24 sufre otro y se agravan sus otras dolencias. Desde entonces, todos los intentos de su entorno son los de prolongarle la vida, intentando que sobreviva al 26 de noviembre, momento en que debería renovar el mandato de uno de sus fieles claves. Murió como vivió, de manera repugnante.
Recuerdo que andando por la calle aquel día, el miedo era perfectamente perceptible, pero también era cierto que donde se pudo, corrió el champaña y la juerga. En mi caso con un extenso grupo de jóvenes en los sótanos del INSS en Balmes-Gran Vía donde, todavía años más tarde, se fletaba un autobús para conmemorar el día en un acto en el Valle de los Caídos. El legado del “Caudillo” que pretendía de mantener “atado y bien atado” su legado, fue desbaratado por un movimiento de masas que se obligó a sus fieles –entre ellos los empresarios, que reconocieron que el franquismo fue “perfecto” para ellos-, a cambiar de camisa y de estrategia. Lo lograron en dos fases, ganando unas elecciones hechas a su medida el 15-J de 1977 con la UCD, y con el 23-F, un golpe victorioso en su derrota, o sea fracasado para lo que llamaban el “bunker2, pero triunfante para los evolucionistas, sobre todo para la monarquía. Al año siguiente, el PSOE canaliza al pueblo de izquierdas por la senda gatopardiana, integrando a buena parte de la izquierda en la nueva administración. A este dato hay que añadirle otro: el comienzo de la “revolución conservadora” que convertirá a la izquierda del PSOE (incluido socialdemócratas como Olf Palme que morirá asesinado), en parte del “Imperio del Mal”…
4. PSOE. Nada de lo que se está cociendo se puede entender sin los idus que anteceden. La Transición se hizo en base a renuncias democráticas y sociales, y la derecha volvió a tomar totalmente la iniciativa. Incluso cuando no gobernaba, la izquierda en el poder llevaba a cabo lo que la derecha no era capaz de hacer. En este sentido si que es justo remarcar que no todos los partidos son iguales, como escribió hace días un catedrático –el señor Quintanillas- en el diario “Público”. Cierto, el lenguaje del PSOE, su clientela, son diferentes a los del Partido Popular, obviamente. Peo esa no es la cuestión, sus diferencias son las propias de todo bipartidismo de la época neoliberal, o sea de un tiempo en el que Tony Blair está a la derecha de los conservadores de los años cincuenta-sesenta, y que Miterrand se sitúa a la derecha de De Gaulle…PSOE y PP actúan como un solo partido cuando se trata de servir a su señor; lo que cambia es el lenguaje, la clientela. De aquí se podría deducir una diferencia pero en contra del PSOE ya que, mientras que el PP es básicamente fiel a su electorado reaccionario, el PSOE traiciona descaradamente el suyo.
Este 20-N será un reflejo de esta singular paradoja, así, el PP obtendrá la mayoría absoluta sin necesidad de aumentar su base social, más bien lo contrario. Y resultará que, a pesar del desplazamiento hacia la izquierda del electorado, el PSOE sufrirá la mayor derrota de su historia, por lo cual además, no tenemos razón de verter una sola lágrima, antes al contrario. Se podría decir que si su derrota es excesiva, como la de la UCD, esta se convertirá en un problema para el bipartidismo, o sea para el propio PP que lo necesita; el PSOE es la izquierda que toda derecha sueña.
Siguiendo por aquí, no se prevé que IU vaya a capitalizar la irrupción del 15-M y todo lo demás. Quizás sea porque IU tiene bien metido al menos un pie metido dentro del sistema. Sigue prisionero del aparato del PCE cuyas estructuras burocráticas poco tienen que ver con una base en la que se encuentra buena parte de la gente más luchadora del Estado. Su dirección sigue ocupada por personajes como Llamazares que es algo así como la mala conciencia del PSOE, alguien ligado a las estructuras sindicales más corruptas, la misma que ahora en boca de Ramón Górriz dice que apoyó las “luchas” de los sindicatos, ¿qué luchas?. ¿No será que Górriz llama “luchas” las negociaciones”?. Unas “negociaciones” de despacho en la que los líderes sindicales temen más la lucha que la propia patronal. Todos esperan que algún día se despierte la socialdemocracia dormida, que existe. Lo que no existen son las circunstancias que le dieron vida en la segunda posguerra mundial, y si algún somos capaces de hacer retroceder el capitalismo salvaje no va a ser para volver hacia un pasado que murió con el fin de la “guerra fría2.
Me dirán ustedes. Que eso es lo más que hay, pero eso no es cierto…Está la calle, y hay una nueva juventud que aguarda. Una juventud que está obligada a defender una enmienda a la totalidad. Pido excusas,, pero para mí, Izquierda Anticapitalista sí representa a una parte de esa juventud desde el momento en que rechaza la actividad política y sindical como una “carrera”, y esa es la madre de todos los corderos.
Vendrán otros 20-N, aunque sean para retomar en parte el hilo que dejó Durruti, con igual de nobleza y de corazón si es posible, pero también con mucho más cerebro.
--(1) Algo que ha tenido muy claro el autor de la portada del libro Barbarie franquista y revolución social que acaba de aparecer en la Editorial Salvador Trallero (Seriñena, noviembre 2011) con aportaciones de Antonio Liz, Pelai Pagès, Javier Maestro, Marta Brancas y Andy Durgan.
http://www.kaosenlared.net/noticia/idus-20-n-durruti-jose-antonio-franco-psoe

miércoles, 9 de noviembre de 2011

martes, 8 de noviembre de 2011

Maroto, el héroe. Una biografía del anarquismo andaluz.

A cargo de Miquel Amorós, autor del libro.
El anarquismo andaluz figura entre los grandes vacíos de la historia de la primera mitad del siglo XX y, concretamente, de la que se refiere al periodo que abarca la dictadura de Primo de Rivera, la República y la Guerra Civil y la Revolución. Estas dos décadas de cruenta guerra de clases, de las que saldrían victoriosos los sectores más reaccionarios y, en definitiva, el fascismo, convirtieron al anarcosindicalista granadino Francisco Maroto del Ojo en el símbolo de una generación de militantes y luchadores.
Maroto, hijo de una familia de tres hermanos y huérfano de padre desde muy joven, nació en el barrio del Albaicín, donde residía buena parte de la clase obrera granadina, expulsada del centro tras sucesivas remodelaciones urbanísticas. Ebanista de profesión, sería uno de los principales líderes de la CNT en Granada durante la República. Maroto se convertiría en un personaje tan querido por las clases populares granadinas como aborrecido por la burguesía y los caciques granadinos, los cuales formaban «parte de la derecha más conservadora y ultramontana». Calificado de «maleante y delincuente» en las páginas del diario monárquico El Ideal, Francisco Maroto participó activamente en la enconada conflictividad obrera existente en Granada en los años treinta, sufriendo la consiguiente represión.
Pero sería durante la guerra cuando se dibujarían en Maroto los rasgos que lo convierten en una figura sobresaliente, junto con otras como el malagueño Juan Santana Calero o el sevillano Juan Arcas. A pesar de haber conseguido organizar una columna de milicianos que demostró una más que sobrada solvencia militar, la estrepitosa caída de Málaga fue utilizada para criminalizar a las milicias anarquistas y, en última instancia, para encarcelar y quitar de en medio al propio Maroto. A pesar de las acusaciones sin pruebas y de las incontables peticiones de libertad, la inquina hacía él tanto del PCE como del gobernador civil de Almería, el socialista Gabriel Morón —junto con la pasividad calculada de los organismos dirigentes de la CNT, más preocupados por los equilibrios en las instancias de gobierno que por los presos anarquistas—, hicieron que pasara buena parte de la guerra en la cárcel.
Capturado por los fascistas en Alicante en enero de 1940, sería fusilado en julio de ese año tras ser salvajemente torturado. La historia de Maroto no puede leerse como la historia de un solo hombre, sino como una biografía de un anarquismo andaluz que en las luchas sociales forjó el carácter de cientos de militantes. Una historia que ha sido cerrada a cal y canto tanto por el Franquismo como por el régimen que le sucedería.
http://www.lamalatesta.net/product_info.php/products_id/4270

sábado, 5 de noviembre de 2011

Diálogo del votante y el abstencionista

DIÁLOGO DEL VOTANTE Y EL ABSTENCIONISTA
O sea que tú no vas a votar.
Pues no. No lo he hecho antes y no voy a empezar ahora.
Precisamente ahora, según está la cosa…
Por eso mismo. No creo que se vaya a solucionar nada votando.
¿Ah, no?
Mira. Los anarquistas llevamos más de un siglo diciendo que el poder corrompe, que quienes se instalan en él, en un Parlamento o en una dictadura, atienden a sus intereses nada más, por muy buenas intenciones que lleven al principio, si es que las llevan. Y esto se ha ido demostrando gobierno tras gobierno.
Pero si no votas, luego no te vas a poder quejar.
Será más bien al revés. Como no voto, no dejo que nadie decida por mí. No le doy a nadie un cheque en blanco para que haga leyes o reformas con las que no voy a estar de acuerdo. Quien no se podrá quejar será quien acuda a las urnas pensando que le van a solucionar sus problemas. Las personas que votan son en el fondo responsables de lo que luego ocurre, porque han elegido al partido Tal o Cual.
Eso es como decir que todos los partidos son iguales.
Exacto.
¿Cómo puedes decir eso? Hay diferencias: en lo social, por ejemplo, no es lo mismo un partido de derechas que de izquierdas. El de izquierdas ayudará más al trabajador, a los pobres…
Eso es lo que tú dices. Te pongo un ejemplo: en los últimos 30 años ha gobernado en España el PSOE durante 20. En ese período ha hecho reformas laborales o cambios en las leyes para los trabajadores en 1983, 1984, 1992, 1994, 2006, 2009, 2010 y 2011. Casi una cada dos años. Por supuesto, ninguna ha servido para mejorar nuestras condiciones sino para ir perdiendo lo que se había ganado con años de lucha sindical. Además, las “políticas de izquierdas” han desarmado el entramado industrial, han empujado a trabajadores a darse falsamente de alta como autónomos, han introducido las ETT en el mercado y les han dado más ventajas y, como todos sabemos, recientemente ha subvencionado a los bancos en medio de una crisis que ellos habían creado. Es solo un ejemplo, pero puede valerte.
Bueno, no me refiero solamente al PSOE. Hay otros partidos.
Es verdad, hay otros, pero ninguno va a poder decidir otra cosa.
¿Ah no?
Pues no. Hace ya algún tiempo que los Parlamentos legislan en todas las materias, pero quienes deciden de verdad no son ellos.
¿Y quiénes son?
Algunos los hacen llamar “mercados”, otros los denominan “especuladores” y los anarquistas les solemos llamar sencillamente los capitalistas. Un grupo de personas, con nombres y apellidos, que se apoyan en instituciones internacionales para decidir si desestabilizan un país, si una medida se puede tomar o no, si una política económica les conviene... A la vista está el resultado.
Vale, admito que los capitalistas, como dices, mandan mucho. Pero mejor será tener una democracia donde la mayoría de la gente puede elegir a sus gobernantes, ¿no?
Es que tampoco creo que la mayoría sea quien elija a los gobernantes.
Si me vas a negar eso…
Te lo niego, pero con datos, para que no te asustes. Tomemos las últimas elecciones: de cada 100 personas, 25 no votaron (una participación bastante alta, para lo que es habitual). De las 75 que votaron, 32 votaron al PSOE Y 30 al PP. El Gobierno se lo llevó el primero, como sabrás, así que nos gobierna un partido que han elegido solamente 32 de cada 100 personas de las que podían votar.
Bueno, pero si no votaron es porque no quisieron.
Eso lo admito. Todavía no es obligatorio votar, como en Bélgica, Australia o Argentina, aunque en estos países la gente se busca las vueltas para no votar.
Luego reconoces que este es el sistema más justo de los que hay.
No sé si es el más justo. Es el que hay y no es justo. No es cuestión de quedarnos con el cadáver que huela menos, sino de estar vivos.
Pues en otros países están locos por tener una democracia, mira tú todo lo de Egipto, Túnez y tal. Están hartos de que les gobiernen los mismos siempre y quieren más libertad. Por algo será.
Por algo será, claro. Lo que no sabemos es por qué. Se quejan de que les mandan los mismos desde hace año, pero si te fijas en las Comunidades Autónomas, la cosa no es muy diferente: en Castilla La Mancha, lleva el mismo partido 28 años, en Castilla y León, 24; en Andalucía, 29, en Extremadura, 28…
Será porque son mejores.
Porque para que te elijan en unas elecciones te tienen que conocer y todos sabemos cómo utilizan los partidos a los medios de comunicación, por ejemplo.
De todos modos, lo que no podéis los anarquistas es despreciar un sistema por el que ha dado la vida mucha gente. Cuando había una dictadura o en la República, muchas personas se la jugaron para que ahora hubiera libertad. El voto es una conquista de los trabajadores, a los que decís defender.
Mucha gente dio su vida por la democracia, sí, pero no todos los que figuran. Durante la república, los anarquistas o anarcosindicalistas eran una fuerza imprescindible y no querían una democracia parlamentaria, sino un régimen más libre aun. Incluso la UGT, que era la otra fuerza sindical enorme, tenía una postura no parlamentarista muchas veces. Lo mismo durante la dictadura y la transición, lo que pasa es que la historia la escribe quien gana, silenciando lo que no le gusta. Por otra parte, mucha gente ha dado la vida por muchas cosas que hoy nos parecen superadas, como la abolición de la esclavitud o que se reconociera que la sangre circula por el cuerpo. También se puede superar la democracia parlamentaria.
¿Y no votando se va a conseguir un mundo mejor?
No, claro. Tampoco exageremos. No ir a votar por desidia, pereza o ignorancia no cambia nada, por supuesto. No votar es la consecuencia de una actitud diaria, de querer cambiar el sistema de abajo hacia arriba, tomando en nuestras manos las decisiones que nos afectan, organizándonos en sindicatos…
Espera. ¿Me vas a decir que los partidos políticos son corruptos y que los sindicatos no? Pero si todos viven de las subvenciones… además, en el curro ya veo yo que los sindicalistas ni van a trabajar, que están liberados, con un sueldo y sin pisar el tajo.
Correcto. Todos menos uno. Hay un sindicato que no tiene subvenciones, ni liberados, donde cada cual aporta su conocimiento y esfuerzo y puede decidir sin que nadie le imponga nada.
¡Anda ya!
Sí, se llama CNT, ¿te suena?
Pues de algo antiguo, más o menos, ¿no?
También es antiguo votar y lo defiendes.
Me lo voy a pensar, la verdad.
¿A pensar? Eso está bien, a pensar y a no tragarte nada de lo que te digan…
http://malaga.cnt.es/spip.php?article611

martes, 1 de noviembre de 2011

El silencio que exigen las campanas

La Iglesia nunca ha tolerado la libertad en general, pero sobre todo para concretar más, nunca ha tolerado la libertad de expresión. La destrucción de libros, la quema de herejes, la condena de la libertad de prensa, han sido hitos en su historia que ni siquiera ellos mismos se atreven hoy a negar. Pero otra cosa es hablar de ello.
El hecho de anunciar una conferencia sobre los crímenes cometidos por esta institución a lo largo de la Historia ha sido suficiente para que el Arzobispado de Toledo haya denunciado ante el juzgado al compañero que figuraba como conferenciante y posiblemente a la CNT y a la FAI de la localidad. La mordaza esta vez viene en forma de querella por la que piden 30.000 euros de fianza por un "delito para la discriminación en conjunción ideal con un delito de escarnio de los sentimientos religiosos". Lo de la discriminación no acabamos de entenderlo, pero el resto se entiende perfectamente. Sí, has leído bien, pretenden hacer uso del Código Penal para castigar la parodia, el sarcasmo, la burla o simplemente la divulgación de las tropelias de este poder fáctico, responsable del mundo injusto en que vivimos.
Hace algo más de un año la CNT y la FAI de Toledo prepararon una conferencia que

llevaba por título: "Fundamentos, actitudes y comportamientos de una organización criminal: la Iglesia católica". Habiendo hablado de este tema otras veces sin problema, incluso en la misma ciudad, se esperaba una exposición histórica y un análisis de la realidad actual con un coloquio posterior. Desde luego no se convocaba dentro de ninguna Iglesia ni se obligaba a asistir amordazado a ningún cristiano para ver si abría los ojos a modo de exorcismo. Pero en esta ocasión intervinieron los perros bien adiestrados.
El día anterior a la conferencia, el principal diario de la localidad, El Día, publica a página entera y con una llamada en la portada, la atrocidad que se cierne (literal) sobre Toledo: se va a hablar. ¿Pero cuestiona el artículo el contenido de la conferencia? No, no, ¿para qué? La preocupación de este vocero de los notables toledanos es quién podía usar legítimamente el patrimonio sindical acumulado (edificio donde se realizó), quién había dado permiso, cómo se podía evitar, y qué pensaban los sindicatos y partidos que ya conocemos. Pues bien, el presidente provincial de la UGT, Rubén Martín, decía: "nosotros no hemos dado autorización, de hecho me sorprende esta noticia porque no sé cómo habrán conseguido las llaves". El de CC OO, Jesús García Villaraco decía no conocer la noticia: "pero no entiendo cómo pueden anunciar una conferencia o una actividad sin que nosotros lo conozcamos". Luego dejan caer que CC OO ha planteado la posibilidad de cambiar la cerradura, y que la Subdelegación del Gobierno y la Delegación desconocían el tema y no lo habían autorizado. ¡Qué error! Se debió pedir permiso al Gobierno para poder hablar. No hubo anteriormente ningún problema con las decenas de actos de todo tipo y materia. Ni llaves ni autorizaciones, pero ¡ay, amigo! ¡Se trataba de la Iglesia!
El día señalado volvieron a la carga. En portada ya aparecía que "PSOE y PP dicen que la charla de CNT podría ser un delito", y que IU "critica las formas en que se ha organizado". Y a página entera en el interior, además de decir que "el propio título de la conferencia puede ser constitutivo de delito", el portavoz del PSOE afirmaba que "el contenido y el título de la conferencia no corresponde al sentir de casi nadie en la ciudad de Toledo". A su grupa, el presidente de los Populares toledanos mostraba su "negativa a este tipo de actos bochornosos, lamentables, inadmisibles y hasta casi delictivos" y que "en una ciudad como Toledo que tiene la categoría de primada de España no se pueden producir este tipo de actos". Esta bella persona, después de hacer "un llamamiento a las autoridades para que no consientan que se haga", hizo un pronóstico (siempre según el diario): "supongo que si al final la hacen seguirán diciendo sandeces similares a las del título".
Pero si parecía que ahí acababa la cosa, justo antes de comenzar el acto se presentan dos personas que dicen ser periodistas de El Día diciendo que vienen a grabar el acto. Por supuesto, se les invitó amablemente a no estropear el material de grabación con semejantes "sandeces", pero ellos insistían porque "vamos a los sitios a grabar lo que nos da la gana". Después de que a Leo Bassi le pusieran una bomba en el camerino del Teatro Alfil en Madrid, de que desalojaran una librería vallisoletana por amenaza de bomba durante la presentación de un libro crítico con los dogmas cristianos, de Fernando de Orbaneja, y de que a Íñigo Ramírez de Haro le dieran una paliza en el Círculo de Bellas Artes durante la representación de la obra "Me cago en Dios", y sobre todo recordando que los de la otra mejilla son ellos, se les dijo que nada de grabar pero que se podían quedar a escuchar la conferencia. De hecho se quedaron, pero a los cinco minutos se marcharon porque en la escuela de periodismo no les debían haber enseñado a hacer un crónica de algo que se ha escuchado y sobre lo que se ha tomado nota. Al día siguiente, eso sí, se encargaron de escribir que "la CNT veta a El Día y nos prohíbe grabar y tomar imágenes".
Si creen que las amenazas judiciales van a servir para taparnos la boca se han equivocado. En el año del asesinato de Francisco Ferrer instigado por la Iglesia seguiremos enumerando sus crímenes y el lastre que supone para cualquier aspiración de libertad. Continuaremos informando.
Antonio Ripoll
TIERRA Y LIBERTAD

lunes, 31 de octubre de 2011

viernes, 28 de octubre de 2011

José Luis García Rúa: «Acabar con el sistema es la solución»

El pensador libertario fue objeto de un homenaje por sus compañeros y amigos
Filósofo, latinista, ensayista y poeta, José Luis García Rúa (Gijón, 1923) mantiene a los 85 años el activismo y el espíritu de lucha que lo han convertido en un símbolo para muchos ciudadanos inconformistas y críticos, que ven en este anarquista a un santo laico y a un maestro de varias generaciones. Hijo de un obrero cenetista muerto en la Guerra Civil, García Rúa fue obrero de la construcción y minero, antes de estudiar en la Universidad de Oviedo y pasar después a la de Salamanca. También estuvo cuatro años de lector en las universidades alemanas de Munich y Maguncia en la década de los 50, antes de regresar a Gijón, donde montó una Academia que fue una insólita escuela de aprendizaje cultural y político para los obreros y un centro de resistencia antifranquista donde se formaron muchos dirigentes de la izquierda asturiana. Tras seis años de actividad, aquella universidad popular gratuita, donde no había títulos ni jerarquías entre alumnos y profesores, fue clausurada por la Policía en 1965. Perseguido por las autoridades educativas franquistas y por el Opus Dei, fue expulsado de la Universidad de Oviedo en 1963 cuando daba clases en la Escuela de Comercio. Fue secretario general de CNT (1986-1990) y director del periódico del sindicato anarquista. Se jubiló como catedrático de Filosofía en la Universidad de Granada, y la semana pasada fue objeto en esta ciudad de un homenaje en el que participaron algunos destacados compañeros libertarios, entre ellos su amigo el filósofo Agustín García Calvo, compañero en Salamanca de la lucha antifranquista.
-¿Se puede retirar de la vida política un activista anarquista como usted?
-No me retiro de la 'política', si por ello se entiende actividad social y antipolítica. Puedo hacer menos porque mi cuerpo no me lo permite, pero de no hacer algo en ese campo solo me lo impedirá la muerte.
-¿Considera que sus acciones han tenido repercusión, que sus postulados han sido escuchados?
-Mis acciones fueron las que fueron. Creo que unos las entendieron y, en un grado u otro las siguieron, para otros pasaron desapercibidas y otros las olvidaron o las pasaron a una reserva interior que, algún día, podría pasar a reactivarse.
-¿Por qué no ha calado socialmente el mensaje libertario? ¿Qué papel han jugado los medios de comunicación en la imagen del anarquismo?
-La misión de la transición ha sido matar el movimiento libertario. Se sirvió, se sigue sirviendo de instrumentos políticos, de 'derecha' o de 'izquierda' para intervenirlo, desviarlo e integrarlo. Fue tal tarea parte prioritaria de la tarea general que el régimen de transición se propuso de vaciamiento sistemático de las mentes ciudadanas. Los medios de comunicación, como parte integrante del sistema, jugaron y siguen jugando, en los dos campos, un papel principalísimo.
-¿La transición está entonces mal contada?
-La transición fue una gran trampa política. Las contradicciones se van viendo ahora. Hay una gran hipocresía, un lenguaje lleno de silencios. Solo hay que seguir hoy la trayectoria de Zapatero, de contradicción en contradicción. todo es fruto de esa falta de claridad. El artículo 8 de la Constitución autoriza al Ejército a intervenir, prueba de que esto no es una democracia. En democracia el pueblo es soberano y este régimen sostiene eso en la Constitución. ¿Es soberano el pueblo o el Ejército?. ¿Ha habido cambios? Eso es evidente, pero también los hubo durante el franquismo. No es lo mismo el franquismo de los 40 que el de los 60 o los 70. Ha habido cambios de forma, no de fondo.
-¿El 15-M abre las puertas a los principios libertarios, qué conexiones tiene el movimiento con el anarquismo?
-El 15-M es, hoy por hoy, un movimiento todavía confuso. Reúne a una buena cantidad de pueblo entre los que se manifiestan deseos de refundar el capitalismo y de pedirle al sistema que les abra las puertas para encontrar algún agujero de mejoramiento de la democracia, es el caso del movimiento Attac y otra buena cantidad de pueblo que está convencida de que, del sistema, no puede esperarse más que reandar pasos ya andados para llegar al mismo fin. Esa parte está convencida de que no debe acabar como concluyó el Mayo de 68.
-¿Qué futuro tiene el 15-M y en qué quedará de todo esto?
-Ese futuro depende de que la segunda parte del pueblo de la que hablamos consiga convencer a la restante de que hay que empezar todo de nuevo y de una manera opuesta a como se vino haciendo.
-¿Con la crisis del capitalismo se han cumplido las predicciones que llevan anunciando durante años los anarquistas?
-Las crisis del capitalismo son progresivamente más graves. La propia estructura del capitalismo conduce a ello. Los desequilibrios entre los sectores de los medios de producción y los de medios de consumo se han de agravar progresivamente, en perjuicio del pueblo. Hace bastante tiempo que se viene viendo así. La experiencia lo va confirmando.
-¿La solución a este mundo en crisis pasa por la solidaridad social y las redes sociales?
-La solución a este mundo de crisis pasa por un cambio cualitativo que supone la desaparición del sistema.
-¿Le ha faltado una cultura en libertad al pueblo para poder enfrentarse a la crisis?
-¿Qué significa 'enfrentarse a la crisis'? La crisis la hace el sistema. Enfrentarse a la crisis es, pues, enfrentarse al sistema. Si por enfrentarse a la crisis, significa intentar hacer riqueza donde no la hay o disponer el ánimo para aguantar todo lo que venga, que ya ha sido mucho, y que será mucho más, entonces lo que se pide es asumir un nuevo régimen de esclavitud.
-¿Cómo se siente un histórico del pensamiento libertario ante la situación actual?
-En una enorme tensión por si la solución es acceder a ese régimen de nueva esclavitud, y en una grandísima esperanza de que, al fin, las condiciones subjetivas y objetivas puedan concurrir en la desaparición de un sistema de injusticias para dar paso a la vida real de los pueblos.
-¿Sigue siendo Granada, como decía García Lorca, la ciudad donde se encuentra la peor burguesía del mundo?
-Todas las burguesías son malas en cuanto tales, algunas más respetuosas con las formas y otras más desabridas y carentes de ninguna elegancia social.
http://www.ideal.es/granada/v/20111025/cultura/jose-luis-garcia-acabar-20111025.html

jueves, 27 de octubre de 2011

Argentina: Condenan a cadena perpetua a 12 represores de última dictadura. Y en España Fraga morirá con todo honor

Además, Uruguay comienza a resolver una de las cuestiones de Estado más dolorosas y controvertidas que ha debido afrontar en los últimos años: conseguir que los delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura (1973-1985) puedan ser juzgados.

El Tribunal Oral Federal 5 de la capital argentina, Buenos Aires, sentenció este miércoles a cadena perpetua a 12 represores que durante la última dictadura (1976-1983) cometieron cientos de delitos de lesa humanidad. Entre ellos se encuentra el excapitán Alfredo Astiz, alias "El ángel rubio de la muerte", acusado de crímenes, tormentos y secuestros en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Además de Astiz, Jorge "Tigre" Acosta, Antonio Pernías, Oscar Antonio Montes y Raúl Scheller también fueron sentenciados a prisión perpetua en el marco de la causa ESMA, al igual que Antonio Pernías, Oscar Antonio Montes, Raúl Scheller, Jorge Radice, Alberto González, Néstor Savio, Ricardo Cavallo, Adolfo Donda, Julio César Coronel y Ernesto Weber.
En tanto, fueron condenados a penas menores Manuel García Tallada y Juan Carlos Fotea, que recibieron sentencias de 25 años de prisión, mientras que Carlos Octavio Capdevila fue condenado a 20 años y Juan Antonio Azic a 18 años.
Los acusados en este juicio, que duró 22 meses, son 18 y todos fueron juzgados por los crímenes cometidos en la ESMA durante la dictadura militar.
Por esta causa, el tribunal además resolvió absolver a Pablo García Velazco y Juan Carlos Rolón, pero seguirán en prisión por otras causas de crímenes de lesa humanidad.
En este juicio sólo se procesaron 85 delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios cometidos contra Azucena Villaflor, Mary Bianco y Ester de Careaga, del grupo original de las Madres de Plaza de Mayo y de los activistas que las apoyaban, entre ellos las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, así como también el escritor y periodista Rodolfo Walsh.
Alfredo Astiz, su jefe el "Tigre" Acosta y el resto del staff de la ESMA son figuras centrales en la mayoría de esta causas, como la de la desaparición de Hagelin, una muchacha sueca de 17 años baleada por Astiz en la calle y llevada a esa escuela, donde desapareció en febrero de 1977.
Mientras se daba el veredicto, diversas organizaciones de derechos humanos aguardan a las afueras de los tribunales, con la esperanza de que se hiciera justicia contra estos represores que “causaron tanto daño al país”.
La de esta tarde es la primera condena contra represores de la Armada Argentina, como lo fueron los jefes de esa fuerza que integraron las juntas militares condenadas en el juicio histórico de 1985.
Según los datos oficiales, por la ESMA pasaron miles de personas que fueron asesinadas, y durante años, hasta la actualidad, son consideradas desaparecidas. Ésto la convirtió en el centro clandestino que, junto con La Perla, en Córdoba, es sinónimo del horror que generó el accionar represivo durante la dictadura.
De esos hechos dieron cuenta la mayoría de los 209 testigos que desfilaron durante las audiencias iniciadas en los primeros días de diciembre de 2009, en su mayoría sobrevivientes, familiares y vecinos de las víctimas que ofrecieron testimonios que incluso abrieron otros espacios de investigación judicial.
Entre esas denuncias se encontraban aquellas contra los represores de la ESMA, una de las megacausas que la Cámara Federal de entonces tenía previsto iniciar, antes del dictado de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
También hubo mujeres que admitieron haber sido victimas de violaciones, como esclavas sexuales de los oficiales de la ESMA, que las obligaban a "vestirse de mujeres" y salir a cenar a altas horas de la madrugada, dentro de lo que consideraban su proceso de socialización.
La suscripción de los pactos internacionales, que consideran crímenes de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles delitos como los cometidos en la ESMA; la posterior inconstitucionalidad y anulación de aquellas leyes impulsadas por el expresidente Néstor Kirchner, llevaron al resurgimiento de ese juicio cuyo inicio se demoró por casi cuatro años.
Además de estos 18 acusados, en Argentina hay otras 70 personas procesadas por crímenes en la ESMA que esperan el juicio oral. Éstos son acusados en ocho causas por hechos tan graves como los juzgados hasta ahora.
Entre los delitos se incluye el despojo sistemático de bienes a los prisioneros, los "vuelos de la muerte", el asesinato de la joven sueca Dagmar Hagelin y la “maternidad de la ESMA", como se denómino el sistema de robo de niños de prisioneros para darle nuevas identidades.
Todos los casos integran la “megacausa ESMA”, que centraliza el juez federal 12, Sergio Torres, a cargo de sistematizar denuncias e investigar la multitud de delitos contra las 5 mil personas que habrían pasado por este centro clandestino, que fue núcleo de torturas y delitos de lesa humanidad.
http://www.kaosenlared.net/noticia/argentina-condenan-cadena-perpetua-12-represores-ultima-dictadura-espa

lunes, 24 de octubre de 2011

Los Pactos de la Moncloa

Los firmantes de los Pactos de la Moncloa que condenaron a la clase trabajadora.
De izquierda a derecha: Enrique Tierno Galván (PSP), Santiago Carrillo (PCE), Josep
María Triginer (PSC), Joan Reventós (CSC), Felipe González (PSOE), Juan Ajuriaguerra (PNV),
Adolfo Suárez (UCD), Manuel Fraga (AP), Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) y Miquel Roca (CiU).
25 Octubre de 1977
La imposición de un pacto social
El franquismo tuvo el acierto, el poder y los medios para comprar, absorber, aglutinar y corresponsabilizar de la nueva situación «democrática» a toda una clase política ansiosa por recibir prebendas, cargos y negocios. Sin olvidar una no menos inteligente política de institucionalización de antiguas y nuevas organizaciones sindicales cuyos dirigentes se aplicaron con ansias renovadas a la burocratización con cargos remunerados, al apaciguamiento de unos trabajadores que esperaban más y más y al engaño y a la estafa bajo diferentes ideales. En definitiva, estaban dando por bueno el postfranquismo y pactaban con él.
En medio de una fuerte conflictividad social tuvo lugar el 25 de octubre de 1977 la firma de los Pactos de la Moncloa. Estos acuerdos fueron firmados en el Palacio de la Moncloa entre el Gobierno de España, presidido por Adolfo Suárez y los principales partidos políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Estos pactos supusieron la imposición definitiva -por parte las elites políticas y económicas- de la reforma política sobre la ruptura con el franquismo.
Los pactos fueron aprobados por el Parlamento el día 27 del mismo mes y podían dividirse en dos paquetes: el político (Programa de Actuación Jurídica y Política) y el económico (Programa de Saneamiento y Reforma de la Economía). El económico a su vez podía dividirse en las medidas urgentes (contra la inflación y el desequilibrio exterior) y las reformas necesarias a medio plazo para repartir los costes de la crisis (ya que no sería bonito que pagasen sólo los que habían estado robando durante 40 años).
Con anterioridad, Adolfo Suárez había sostenido conversaciones con Felipe González (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE), después de constituirse las Cortes Generales tras las elecciones del 15 de junio de 1977, con el fin de sondear la posibilidad de un acuerdo de estabilidad.
La demagogia y la política del miedo también jugaron un papel importante. Según Santiago Carrillo, con el acuerdo se iba a sacar al país de la crisis en el plazo de un año y medio; mientras que otros personajes del momento aludían al riesgo de un posible golpe de estado si no se alcanzaban unos acuerdos de mínimos.
De cualquier manera, mientras los partidos socialista y comunista pudieron implantarse en el nuevo escenario político, el movimiento sindical fue dejado al margen de la reforma, como meras correas de transmisión. Materias cruciales que afectaban a la capacidad de los nuevos sindicatos para reclutar afiliados y negociar fueron subordinadas al establecimiento de la estructura política de la nueva democracia parlamentaria.
El Ministro de Economía y Hacienda, Enrique Fuentes Quintana, trató de llegar a un acuerdo con los sindicatos para que aceptasen la moderación salarial y el equilibrio presupuestario y así poner freno el alto nivel de conflictividad social. Incialmente, la UGT y la CNT rechazaron el acuerdo, así como también algunas secciones sindicales de Comisiones Obreras.
Consecuencias de los Pactos de la Moncloa
Los Pactos de la Moncloa crearían las condiciones sociales para la Constitución de 1978, que consagraría la inviolabilidad de la propiedad privada de los medios de producción y la economía de mercado. Si la futura Constitución tenía una gran importancia en lo que se refería a establecer las reglas básicas del juego político, el pacto social tendría una importancia también trascendental, ya que sería lo que permitiría reconstruir la paz social y la disciplina en el mundo del trabajo español. Algo sin duda imprescindible en un país en donde la clase obrera había adquirido una gran capacidad de autoorganización capaz de sobrepasar a comités y burocracias sindicales, que era consciente de su fuerza real y que había adquirido una considerable experiencia de lucha en las condiciones extremadamente duras de los últimos años del franquismo. El pacto social era la herramienta necesaria para restablecer una situación de sometimiento, imprescindible para afrontar una crisis económica que se pensaba resolver con un ajuste duro que, por supuesto, debían pagar los trabajadores.
Hay que destacar que una parte fundamental de estos acuerdos sería como controlar al movimiento obrero y a los sindicatos al margen de CCOO y UGT, es decir a la CNT. Fue aquí por lo tanto donde se creó y preparó la colaboración de clases (concertación social), para lo que se tomó como ejemplo la socialdemocracia alemana. Finalmente se llegaría a un acuerdo sobre la negociación colectiva y la representación sindical con CCOO y la UGT.
Con los Pactos nacían los comités de empresa (sindicalismo de nuevo tipo) nefastos para la lucha no sólo en lo económico, sino también en lo organizativo y unitario como clase, ya que parcializaban las luchas empresa por empresa, cuando las luchas y las reivindicaciones eran globales. En realidad, los comités de empresa eran (y son) de naturaleza antisindical, puesto que la actividad sindical sólo consistía en depositar un voto en una urna cada cuatro años, y los trabajadores -supuestamente representados en su conjunto por el comité- no sentían la necesidad de organizarse para luchar por sus intereses.
En el terreno político, entre otras cosas, se acordó modificar las restricciones de la libertad de prensa y la legislación sobre secretos oficiales para permitir a la oposición parlamentaria el acceso a la información; se aprobaron los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión mediante la propaganda, tipificando los delitos correspondientes por la violación de estos derechos; se creó el delito de tortura; se reconoció la asistencia letrada a los detenidos y se despenalizó el adulterio y el amancebamiento.
En materia económica destacaba la flexibilización del régimen laboral, a través de mecanismos de contratación temporal (sobre todo de jóvenes) y mayores facilidades para el despido de personal, reconociéndose el despido libre para un máximo del 5% de las plantillas de las empresas; el derecho de asociación sindical; fijación en el 22% del límite de incremento de salarios (inflación prevista para 1978); reforma de la administración tributaria ante el déficit público y medidas de control financiero a través del Gobierno y el Banco de España ante el riesgo de quiebras bancarias y la fuga de capitales al exterior.
Se acordó mantener el aumento de los salarios por debajo del nivel de inflación, lo que supuso un recorte del 7% del nivel de vida de los asalariados. A cambio, se prometieron algunas reformas sociales y económicas las cuales tardarían en llegar y otras nunca llegarían. Este fue el caso, por ejemplo, de la promesa de restituir a los sindicatos el "patrimonio sindical" -el enorme patrimonio acumulado por el sindicato vertical durante casi cuarenta años a través de la confiscación de las propiedades de UGT y CNT y las cuotas obligatorias de empresarios y trabajadores- proceso que se demoraría durante largos años.
Con los Pactos de Moncloa se abría una nueva línea de acción sindicial, basada en el acuerdo, pero también en el secretismo de las negociaciones, que hurtaba a las masas el protagonismo condenaba a la marginación a quienes no se sumbaban a estos acuerdos.
La CNT se opuso a estos acuerdos desde un primer momento, consciente de que representaban un coste muy elevado para la clase obrera, no sólo por la pérdida de derechos económicos y sociales para los trabajadores, sino también porque pretendían dar por cerrado el proceso de reforma política, poniendo punto final a las aspiraciones rupturistas y revolucionarias. La crítica anarcosindicalista a los Pactos representaba una amenaza tanto para las medidas de reajuste económico, que hacían recaer el peso de la crisis sobre una clase trabajadora combativa como la española, como para el modelo sindical impuesto.
Oposición frontal de la CNT
Durante el último tercio de 1977 la CNT fue construyendo una convergencia de las fuerzas sindicales y sociales que estuvieran contra el Pacto de la Moncloa y que en algunos momentos hizo dudar hasta las dinámicas sindicales de los aparatos y las cúpulas de CC.OO. y UGT.
En este contexto, el Comité Regional de Cataluña de la CNT tomó la iniciativa de proponer a los Comités de Cataluña de UGT y CC.OO., la formación de una mesa de análisis y discusión crítica conjunta del Pacto de la Moncloa. De estas jornadas que las delegaciones de los tres sindicatos catalanes desarrollaron durante el mes de septiembre y octubre de 1977, surgió el acuerdo de convocar a una manifestación en contra de los Pactos de la Moncloa, que tuvo lugar en Barcelona en octubre, y en la cual participaron 400.000 trabajadores. Fue este el primer y último acto unitario del movimiento obrero durante toda la transición.
De lo que se trataba con la manifestación era de desbaratar el pacto entre el estado y el conjunto de la burguesía que pretendía poner en cintura al conjunto del movimiento obrero español y disciplinarle al plan de estabilidad. Es decir, que se resignara a perder todo lo conquistado en la lucha contra el franquismo para recomponer las condiciones de la explotación de trabajo ajeno. La burguesía sabía que sin este consentimiento del movimiento obrero, la transición al chollo de la democracia era imposible.
Y la gravedad del asunto no estribaba tanto en el propio radicalismo de la CNT, sino en que ésta había conseguido que su razón política gravitara sobre las secciones catalanas de UGT y CC.OO, haciendo posible que esa cualidad reivindicativa suya se trocara en cantidad superando las limitaciones ideológicas y organizativas del movimiento obrero en Cataluña. Por lo que ante la manifestación de 400.000 personas recorriendo las calles de Barcelona en octubre de 1977, saltó la alarma entre la patronal de que lo ocurrido en Cataluña se extendiera por el resto del país como una mancha de aceite. Fue cuando la partidocracia burguesa de derecha e izquierda se puso a temblar, decidiendo cortar esta movida a sangre y fuego, utilizando todos los medios, incluidos los ilegales, para evitar que el movimiento obrero a escala nacional se alzara unido contra el proyecto de la burguesía y del gobierno.
Las protestas en contra de los Pactos de la Moncloa tuvieron una gran extensión, reflejando la oposición de los trabajadores a pesar del papel que jugaban las direcciones sindicales de UGT y CCOO fuera de Cataluña. A lo largo de todo el mes de noviembre se celebraron grandes manifestaciones en las principales ciudades del país.
Así fue cómo lo primero que acordaron hacer los demócratas cerrando filas en torno al gobierno postfranquista, fue aislar a la CNT para conseguir que las disidentes cúpulas catalanas de UGT y CC.OO. volvieran al redil de la transición pactada. Los dirigentes de CCOO no tardaron mucho en seguir vergonzosamente la postura de Carrillo, haciendo todo lo posible por desmovilizar y desilusionar a los trabajadores. La dirección de UGT, que inicalmente había rechazado la idea de un pacto social, tanto antes como después de las elecciones de junio de 1977, comenzó a retroceder, manteniendo una postura más ambivalente y afirmando que el PSOE había obtenido mejoras en las condiciones de los acuerdos.
La CNT se estaba quedando sola en la batalla y pasó a ser el único gran sindicato que nucleaba un frente contra el pacto social en el que se agrupaba buena parte de la izquierda radical, otros sindicatos de corte asambleario y algunos movimientos sociales. Pero lo que convertía a la CNT en un peligro potencial no era su fuerza en aquel momento, sino su posible capacidad para encauzar el descontento social que inevitablemente iba a producirse.
En estos años creció desorbitadamente el desempleo y se produjo un fuerte incremento de la carestía de la vida. La calidad de la vida de los trabajadores y de las clases populares sufrió un importante deterioro, que no tenía la debida respuesta porque las fuerzas mayoritarias de la izquierda ya habían aceptado el pacto político y social y no deseaban poner en peligro lo logrado. En estos momentos se percibía con claridad la posibilidad de un golpe de estado militar que devolviera al pais a la situación anterior. Ante esa disyuntiva la izquierda mayoritaria prefirió pactar para conservar lo conquistado y el precio fue hipotecar la fuerza de los trabajadores y renunciar a la posibilidad de crear un sindicalismo fuerte y autónomo.
En diciembre de 1977 el gobierno de Suárez decretó la nueva ley de elecciones sindicales para determinar la representatividad de los sindicatos. La no delegación de las responsabilidades a través del voto llevaba a la CNT, lógicamente, a no aceptar las elecciones sindicales, que además constituían (y constituyen) la puerta de entrada a toda la corrupción sindical: subvenciones, liberados, cargos remunerados, ejecutivismo, etc.
CNT lideraba un gran movimiento social y cultural que no encajaba en el sistema que se estaba configurando. Al mismo tiempo, las organizaciones sindicales CC.OO. y UGT, en perfecta sintonía con los criterios del PCE y el PSOE, terminarían asumiendo los Pacos de la Moncloa incluso con entusiasmo y hasta lo proclamarían como una gran victoria de los trabajadores. Por todo esto, no se podían dejar cabos sueltos que pudiesen poner en peligro el programa económico pactado por los partidos políticos y poco después asumido por sus sindicatos correspondientes.
Y entonces llegó el 15 de enero de 1978, día en el que la anarcosindical había convocado una nueva manifestación en Barcelona contra los Pactos de la Moncloa y las elecciones sindicales y a la que acudirían unas diez mil personas.
Poco después de finalizar la manifestación, la sala de fiestas barcelonesa "Scala" comenzó a arder a causa de un artefacto explosivo; cuatro empleados fallecieron, de los que tres eran afiliados a la CNT. No pasó mucho tiempo hasta que los servicios de polícia acusaron al movimiento libertario de estar detrás del incendio, lo que dio comienzo a una campaña de acoso, desprestigio e intoxicación contra la CNT, amplificada por los medios de comunicación.
El caso Scala marcaría un punto de inflexión para el anarcosindicalismo y con el comenzaría la crisis de la CNT y del anarquismo español en general. La pesadilla había comenzado.
Pero para el sindicalismo subvencionado la fiesta no había hecho más que conenzar con el primer reparto del pastel. Al día siguiente de la manifestación, entre el 16 de enero y el 6 de febrero de 1978, se celebrararon las primeras elecciones sindicales a comités de empresa -CNT mantendría su acuerdo de no participar- donde CCOO y UGT obtuvieron en conjunto más del 70% de los delegados. Aún así, se produjo una notable abstención, mucha de la cual provino del boicot que la CNT realizó. La abstención se calculó entre un 20% y una 60% en Cataluña según el ramo, entre un 20% y un 40% en Valencia y de un 20% a un 30% en el resto del país.
A través de la financiación estatal que recibían por la representación obtenida, los privilegios concedidos como "sindicatos más representativos" y la restricción creciente de los derechos democráticos internos de la afiliación, se fue fortaleciendo una burocracia dirigente, cada vez más independiente de la base afiliativa y de los trabajadores, y más dependiente del aparato estatal y de la patronal. Las huelgas, a diferencia del período anterior, se daban ahora sólo por motivos económicos y, a pesar de que las direcciones sindicales habían aceptado los topes salariales, muchas movilizaciones se enfrentaron a la pérdida de poder adquisitivo provocada por los Pactos de la Moncloa. Se produjeron varias huelgas generales en la construcción y en el metal. Sin embargo, el número de jornadas de huelga disminuyó sensiblemente en relación con los años anteriores.