Ecologistas en Acción acaba de sacar en
su revista "EL Ecologista" nº 81 un artículo sobre las cuatro bombas
nucleares que en 17 de enero de 1966 cayeron sobre Palomares (Almería).
El problema medioambiental continúa en
Palomares:
Si estas bombas hubiesen estallado, el
curso de la historia de España y de Andalucía habría cambiado. Y, además del
gravísimo problema que nos queda (medio kilo de plutonio aún esparciéndose
alrededor de los puntos de impacto de los artefactos), aquél accidente es
actualmente mucho más que un aciago recuerdo. Un 'recuerdo' del mismo calibre,
en mi opinión, que el de la guerra civil de 1936-1939.
La comparación viene a cuento porque de
la misma manera que la guerra civil ha merecido, por muy variadas, justificadas
y profundas razones, una Ley de la Memoria Histórica (2007), aquél accidente
bien merecería [porque, entre otras razones, sus efectos también habrían sido
mortíferos si las bombas hubiesen estallado] otra en la que encontrásemos, al
menos, respuestas a los siguientes 5 puntos:
1.-Indemnizaciones al estado español y a
las personas afectadas.
2.-Reparación medioambiental.
3.-Remembranza colectiva de los hechos.
4.-Actuaciones en cuanto a efectos sanitarios.
5.-Reflexiones éticas y políticas sobre
las armas nucleares.
Urgentemente, se debería elevar a rango
de Ley la memoria de los hechos ocurridos y el tratamiento actual de sus
consecuencias. Si no lo hacemos quedará asentado que fue un mero "accidente",
cuando en realidad fue [es] un gravísimo eslabón en la cadena de la guerra
nuclear, es decir, en la vigente estrategia de la OTAN, de China, de Rusia, de
India, etc., de usar estas armas para matar millones de seres humanos. Si
no lo hacemos quedará en la conciencia ética y política de la ciudadanía como
un lejano y débil problema medioambiental de controladas consecuencias en la
actualidad. Si no rememoramos y abordamos aquel hecho en la forma debida, a
través de una Ley parecida a la Ley de Memoria Histórica, entonces Franco y y
el gobierno actual de Estados Unidos acabarán imponiendo sobre el mundo su
devastadora concepción del exterminio de millones de seres humanos a través de
la fabricación y uso de estas armas.
Lo que hicieron los nazis en los campos
de genocidio de Auschwitz, Treblinka, Mathausen, Chelmno, etc., no puede
olvidarse. Lo que es un arma atómica y la concepción genocida que está tras
cada ojiva nuclear tampoco.
Andalucía no puede pasar por alto aquél
"accidente". Por dignidad, por respeto hacia el mundo y porque la
Cultura de Andalucía es opuesta a todo tipo de genocidios. Una Ley sobre aquel
"accidente" es un asunto de enorme relevancia para Andalucía. Las
directas conexiones con los riegos nucleares actuales (Rota, Morón y Gibraltar)
no deben actuar como tapabocas de nuestros parlamentarixs.
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